EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE,
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
HUBO UNA VEZ UN HOMBRE
(HOMENAJE A HIGINIO MUÑOZ )
Javier
Villegas
Profesor de la ENP-5
Hubo una vez un
hombre….así puedo comenzar la historia que sé de Higinio Muñoz y de cómo lo
conocí. Allá por el 12 de septiembre de 1986 en una sesión en plena madrugada,
el consejo universitario de la UNAM aprobó por “obvia y urgente resolución” las reformas a los reglamentos de pagos, de
exámenes y de inscripciones. Ante esta imposición, parafraseando a Espartaco,
se escuchó una voz estudiantil: “regresaremos y seremos miles”. La rebelión
estudiantil y masiva se comenzó a gestar. El 31 de octubre de 1986 se conformó
el Consejo Estudiantil Universitario (CEU) para oponerse y enfrentar las ilegitimas
y antidemocráticas reformas. Dentro de esta lucha se generó un movimiento de
masas, que el tiempo ha puesto en su verdadera dimensión. Higinio ya estudiaba
en el C.C.H. Oriente, plantel del cual yo había egresado del bachillerato y en
esa época terminaba la carrera de derecho y cursaba la carrera simultánea de
literatura dramática y teatro en Filosofía y Letras, dicen que nada es
casualidad, es decir, que Higinio y yo, quizá de mi parte así fue, ya nos
presentíamos, y teníamos en común haber
estudiado en el C.C.H. Oriente lo que nos unía y nos hacia ser estudiantes con
una formación crítica, reflexiva, liberadora. En el conflicto de la UNAM, que
se dio entre septiembre de 1986 y febrero de 1987 participamos cada quien en
sus planteles y en alguna asamblea se acordó que el orden de los contingentes
en las marchas fuera por estricto orden alfabético comenzando por los planteles
del campus universitario y después las escuelas foráneas. Sin embargo, el C.C.H. Oriente que además de la gran cantidad
de estudiantes de los cuatro turnos que
participaban en las marchas, eran acompañados por los padres y madres de
familia, razón por la que se ganó el derecho de encabezar el contingente en las
marchas. La marcha de la tarde del 21 de enero de 1987 convocó a más de 300 mil
asistentes y desde luego que todos queríamos ver entrar al zócalo el
contingente del C.C.H. Oriente, que hay que
decirlo le daba la vuelta a toda la plancha y no acababa de entrar, así
de grande era el contingente en el que participaba Higinio.
La huelga logró
parar esas reformas. Cada quien seguimos
nuestros propios pasos, para 1990 ingresé como académico a la escuela nacional
preparatoria plantel 5 y en ese mismo año se realizó el
congreso universitario en el que desde luego Higinio participó.
Así llegó el
primero de enero de 1994, y desde uno de los
rincones más pobres del país surgió
el “ya basta” del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. A todos nos agarró desprevenidos y por supuesto que nos
incorporamos, desde nuestras trincheras, nos sumamos a las marchas que pedían
el cese al fuego en la zona zapatista. Recuerdo que Ariadna (ex alumna de la
prepa5 y en ese momento estudiante de la carrera de biología en la Facultad de
Ciencias) me fue a buscar a la prepa 5 para preguntarme acerca del EZLN, qué
quiénes eran, qué que querían y pues le explique lo mejor que pude y de allí
nos fuimos a la asamblea de Ciencias que siempre ha tenido una tradición de
lucha, en dicha asamblea, por cierto masiva, se tomaron diversos acuerdos: el
principal era apoyar la lucha zapatista. Al concluir la asamblea se tenía que difundir
el plan de acción y en la explanada de
la facultad, un alumno de ciencias comenzó a pintar un cartel y le preguntamos (Ariadna y yo) si podíamos hacer algunos
carteles con él, y precisamente ese alumno de la carrera de física, chaparrito
(dicho esto con cariño), moreno, de lentes era ni más ni menos que Higinio
Muñoz, y así fue como nos conocimos, en el activismo político-estudiantil. Este
encuentro se dio en forma natural como si ya nos conociéramos desde hace
tiempo. A partir de ese momento se comenzó a formar un pequeño grupo de activistas
de diversas escuelas, que nos reuníamos en los cubículos de ciencia y sociedad,
a un lado del auditorio Alberto Barajas de la Facultad de Ciencias. Se
comenzaron a sembrar las semillas del Comité Estudiantil Metropolitano (CEM). Allí en las reuniones que teníamos comenzamos
a reconocernos en el activismo y a identificar la necesidad de organizar este
esfuerzo. Higinio siempre hacia vernos
la importancia de construir el movimiento estudiantil desde las
escuelas, hacer trabajo, crear colectivos, tomar iniciativas. Desde luego,
Higinio encabezó las iniciativas de participar activamente en la fundación de
la Convención Nacional Estudiantil en
apoyo del EZLN. También propuso participar activamente en la comisión
organizadora de la Convención Nacional Democrática.
En esas
estábamos cuando llegó una nueva embestida contra la educación pública, por
primera vez se publica la convocatoria para el examen único de ingreso al
bachillerato. El CENEVAL, organismo privado sería el encargado de organizar
todo el proceso de inscripción, aplicación del examen y selección de los
alumnos que ingresarían a las diversas escuelas del bachillerato. En los hechos
se trataba de crear un filtro y excluir a una gran mayoría de alumnos egresados
de las secundarias (públicas, sobretodo).
Siempre Higinio tenía un análisis claro de la situación y decidimos, por
iniciativa de él, comenzar a dar cursos
de preparación, totalmente gratuitos, a los egresados de secundaria en las instalaciones
de la Facultad de Ciencias. Esto tenía la finalidad de preparar a los alumnos,
pero también llegar organizados: El CEM, los alumnos de secundaria y los
padres de familia, a la lucha que se presagiaba. Llegó la fecha de los
resultados del examen único, era 1996 y desde antes de la publicación de los
resultados nos dimos a la tarea de acudir a las secundarias del Distrito Federal a volantear y llamar a una
marcha y concentración en la SEP. Se llevó a cabo la jornada de lucha en contra
del examen único. En fin, el primer
encontronazo con la SEP era eminente y estallamos una huelga de hambre y en ese
entonces logramos con esta acción que los alumnos rechazados ingresaran al
Colegio de Bachilleres, fue un triunfo, modesto pero lo logramos (hay que decir
que este esfuerzo: dar cursos gratuitos, organizar a los alumnos y a sus padres
continúa hasta la fecha).
Higinio, fue el
promotor de esta iniciativa y de muchas más, en tanto el esfuerzo de generar,
crear y lograr organización estudiantil iba logrando frutos y el CEM ya se
conformaba por una gran cantidad de activistas y colectivos de diversas
escuelas: de la UNAM, del IPN, de la UAM, de la UPN, del Colegio de
Bachilleres, incluso llegaron a participar la Universidad Autónoma de Chapingo,
Normalistas de Guerrero, de Morelia, estudiantes de la Universidad de
Guadalajara, entre otras, si no mal
recuerdo. El CEM, que adquiría así un
verdadero carácter metropolitano y más, es una organización estudiantil: plural,
democrática, horizontal, autónoma e independiente de cualquier organización
política o partido. Quiero decir, que en todas las reuniones el CEM, siempre
tomó acuerdos por consenso, los argumentos que aportaba, la visión clara y el
análisis que hacia Higinio convencían al más reacio.
Nos alcanzó el 7
de junio de 1998, fecha que nunca olvidaremos, la masacre del Charco, Guerrero,
nos tocaba en el corazón, ya que como se sabe: Ricardo Zavala muere y Ericka
Zamora es detenida y condenada a prisión, ambos estudiantes de sociología,
quienes participaban en trabajos de
alfabetización, eran miembros del CEM. Desde luego, Higinio y el CEM
enfrentamos esta situación con responsabilidad, dignidad y decisión, de manera
siempre pública, para limpiar los nombres de nuestros compañeros, pero esa es
otra historia.
Como anécdota,
cuando yo llegaba a las reuniones del CEM, en los cubículos ya estaban Higinio
y Ricardo y entonces el propio Ricardo comenzaba a cantar: “Pasaste a mi lado,
con cruel indiferencia, tus ojos ni siquiera voltearon hacia mi….”. Yo le hacía
segunda: “Te vi sin que me vieras, te hable sin que me oyeras y toda mi
amargura se ahogo dentro de mi…” y desde luego, Higinio solo se reía.
Mientras tanto
se da un nuevo intento de privatizar la UNAM
y en abril de 1999, estalla la huelga más larga en la historia de
la UNAM y del movimiento estudiantil.
Esta vez el CEM ya estaba preparado, organizado y en mejores condiciones
para la lucha estudiantil. Hay que decir que Higinio tiene todo el merito de
ser el autor de los puntos más importantes del pliego petitorio del Consejo
General de Huelga, bastaría echarle una hojeada al mismo y se nota la
iniciativa de él.
En este
movimiento el CEM jugó el papel de fiel de la balanza y tenía un peso
determinante en las asambleas locales por escuelas y en las asambleas del CGH.
La participación de Higinio en la huelga y en las asambleas del CGH siempre fue
congruente entre lo que pensaba, decía y hacia. Se podrán imaginar las
asambleas del CGH, en ocasiones caóticas, pero cuando Higinio tomaba la
palabra, se le escuchaba, porque siempre tenía algo que decir y sus palabras
eran esperadas porque arrojaban luz al
movimiento. Esto lo sabían las autoridades de la UNAM y del Estado y por
lo tanto Higinio y el CEM tenían las “ideas” y se sabe que pensar es peligroso.
La mayoría de los detenidos y perseguidos después de la entrada de la policía
federal a ciudad universitaria para romper la huelga, fuimos del CEM. La lucha
ahora se centraba en la libertad de los presos políticos, entre ellos Higinio,
que por la presión estudiantil y toda una campaña se logró la liberación de
todos los detenidos y el retiro de las órdenes de aprehensión.
Sin embargo, aun
teníamos como presa política a Ericka Zamora. Así que el CEM y más Higinio
desplegamos todas nuestras fuerzas para lograr su liberación, y lo logramos. La
movilización de los universitarios se hizo cada vez mayor para exigir la
libertad de los presos políticos y en particular la de Ericka. El 8 de mayo de
2002, Ericka inicia una huelga de hambre dentro del penal de Chilpancingo,
mientras que afuera el CEM lleva a cabo toda una campaña de manera intensa. El
30 de mayo realizamos por la mañana un
plantón frente al Tribunal Colegiado que le correspondía resolver el amparo a
favor de ella. La presión de organizaciones internacionales, estudiantiles, sociales
y personalidades nacionales e internacionales se multiplicaron, así como el
seguimiento que hizo La Jornada y el
periódico local El Sur de Guerrero.
Por la tarde de ese mismo día, se realizó un mitin-plantón en gobernación para
exigir su liberación. Mientras en
Chilpancingo, Ericka Zamora, ya se había enterado de su liberación, pero no lo
podía creer, sólo lo creyó hasta que se comunicó con Higinio que con el CEM
estabamos en el plantón en gobernación. Hay que decir que Ericka salió absuelta de
todo cargo, es decir es completamente inocente de todos los cargos que se le
imputaban.
Después de
esto, la lucha por la defensa de la
educación pública continuó y los cursos de preparación se extendieron ahora
para los egresados del bachillerato que realizarían el examen de admisión a las
instituciones de educación superior, sobre todo a la UNAM y al IPN. Para
el 2006, por iniciativa de Higinio se
crea el Movimiento de Aspirantes Excluidos de las Educación Superior (MAES), que desde ese año y hasta la actualidad este esfuerzo continua: se siguen dando cursos de preparación gratuitos, organizando
a los alumnos y a sus padres y cada año, aunque con mayor dificultad y trabajo
se logra, por medio de una mesa de diálogo con las autoridades educativas, que
miles de estudiantes accedan a la educación superior.
También para el
2006, claro, por iniciativa de Higinio se crea la Caravana Estudiantil Ricardo
Zavala (ahora Caravana Universitaria Ricardo Zavala), como un homenaje, tributo
y reivindicación de Ricardo. Gracias a esta caravana decenas de estudiantes
universitarios han entrado en contacto con las comunidades indígenas de la
Coordinadora Regional de Autoridades
Regionales y de su policía comunitaria (CRAC-PC), en Guerrero. Se aprendió de
ellos el proceso de reeducación y la justicia comunitaria y la construcción de
la paz mediante el fortalecimiento del
tejido social. Gracias a nuestra modesta participación para 2010, las mujeres
de la montaña alta de Guerrero crearon la Carta de Derechos de las Mujeres de
la Montaña, que fue aprobada el 10 de
marzo de 2010, nueve días después Higinio fallece y se fue con ese pendiente.
Hubo
una vez un hombre
Inteligente,
honesto y decidido
Generalmente
luchó por causas justas
Ideas
y actos los unía y era consecuente
Nunca
pidió nada a cambio
Imaginó
un mundo mejor
O
un mundo menos injusto.
Ese hombre se
llama Higinio Muñoz. Cuando escribo esto aun se me comprime el corazón y una
lágrima recorre mi mejilla…. Hasta siempre Higinio.
Javier Villegas, enero de 2017.
En le CCHOTE FUE COFINDADOR DEL CONSEJO ESTUDIANTIL INDEPENDIENTE Y FUE DE LOS MEJORES PROMEDIOS DE LA GENERACIÓN
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