viernes, 30 de junio de 2017

FUE DESIGNADA VOCERA DEL CONCEJO INDIGENA DE GOBIERNO (CNI-EZLN) A LA PRESIDENCIA PARA 2018


viernes, 30 de junio de 2017

(ACTUALIZADO) FUE DESIGNADA VOCERA DEL CONCEJO INDÍGENA DE GOBIERNO (CNI-EZLN) A LA PRESIDENCIA PARA 2018

EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE,
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
 

 (Ver más abajo comunicado completo del ezln: "QUE RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA" y otros artículos para tener más elementos para la discusión política con miras al proceso electoral de 2018).

Siete razones para apoyar 
la propuesta del CNI-EZLN

Gilberto López y Rivas. La Jornada. Opinión, 30 de junio de 2017
Desde que se hizo pública la propuesta consensada por el Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de integrar un Concejo de Gobierno Indígena para México, cuya vocera será registrada como candidata independiente para las elecciones presidenciales en 2018, varios de los adherentes a la Sexta Declaración, nos hemos dado a la tarea de participar en mesas redondas, conversatorios y talleres, para reflexionar, analizar, exponer, y desde luego, debatir, esta singular acción política, en sus múltiples dimensiones, retos y compromisos.  
Se trata de una más de las iniciativas que provienen del mundo indígena, y, en particular, del zapatismo y su entorno cercano, con el objetivo de articular las resistencias, desde abajo y a la izquierda, para enfrentar esa tormenta de alcances civilizatorios que constituye la actual mundialización capitalista y que se expresa en una recolonización y guerra de conquista de territorios, recursos naturales, seres humanos desechables, destrucción de la naturaleza, mismas que están llevando a la especie humana y las formas de vida conocidas a las derivas de su posible extinción. Esto es, la lucha actual de los pueblos indígenas y no indígenas sobrepasa los esquemas gastados y despojados de contenido de izquierda y derecha, y se sitúa en la dicotómica posición de estar por la vida o por la muerte. Rosa Luxemburgo, que no vivió la pesadilla del nazi-fascismo ni la de la actual forma de acumulación capitalista delincuencial y militarizada, planteaba ya hace más de un siglo la disyuntiva de socialismo o barbarie.  
En este contexto, ¿cuáles son algunas de las razones para asumir como propia la propuesta del CNI-EZLN?: 
1. Es una idea discutida a profundidad por las comunidades mayas zapatistas, y posteriormente, por las más de 40 expresiones de los pueblos originarios que integran el CNI. No es fruto de un grupo de notables que piensan por los demás, sino resultado de las deliberaciones horizontales de innumerables asambleas que la analizaron hasta llegar a su aprobación, bajo uno de los principios del mandar obedeciendo: convencer y no vencer. No es una "ocurrencia" de una determinada persona, ni tiene promotores ocultos gubernamentales que la izquierda institucional y el anonimato de las redes sociales pretenden "denunciar".  
2. La integración de un Concejo Indígena de Gobierno para México se sustenta en varias décadas de experiencias autonómicas de facto, en toda la geografía de nuestro abatido territorio nacional, que contrastan notoriamente con los corruptos, deslegitimados y desacreditados gobiernos en sus tres niveles y poderes de la partidocracia, que han producido un hartazgo ciudadano y una crisis profunda de la llamada democracia representativa. Es evidente que el grupo actualmente en el poder no representa los intereses del pueblo y de la nación mexicanos, y conforman gobiernos de traición nacional que han renunciado al ejercicio de la soberanía, y entregado el país, su territorio, mano de obra y recursos naturales y estratégicos a las corporaciones capitalistas trasnacionales, y se han sometido dócilmente a la dominación económica, política, ideológica y militar de EU, brazo armado hegemónico del imperialismo mundial. El Concejo Indígena de Gobierno y lo que resulte del mismo, es el embrión de la representación y soberanía popular-nacional, a partir de lo que establece el artículo 39 de la Constitución, todavía vigente.  
3. El Concejo de Gobierno y la candidatura independiente de la compañera María del Jesús Patricio Martínez provienen del sector de los explotados, oprimidos y discriminados que ha forjado a lo largo de estas décadas una estrategia de resistencia contra el capitalismo, la autonomía, la cual instituye, a la vez, una práctica de gobierno y hacer política radicalmente distinta a la que conocemos, sin burocracias, intermediarios, políticos profesionales y caudillos. Pese a la precariedad estructural, la guerra contrainsurgente de desgaste, los paramilitares, el crimen organizado, la represión y la criminalización de sus luchas, estos autogobiernos han mostrado su capacidad para organizar a los pueblos en un proceso de reconstitución, toma de conciencia, participación de mujeres y jóvenes, fortalecimiento de identidades étnico-culturales, nacionales y de clase, mediante la apropiación colectiva y autónoma de la seguridad comunitaria, la impartición de justicia, la salud, la educación, la cultura, la comunicación y las actividades económicas y productivas, así como la defensa del territorio y sus recursos naturales.  
4. En un país en el que reina la corrupción y el cinismo generalizado de la clase política, la propuesta indígena se fundamenta en la notable congruencia ética de sus postulantes. Tanto el EZLN como el CNI han practicado por décadas lo que predican, y han hecho realidad los principios de no venderse, no claudicar, no traicionar, no suplantar ni aprovecharse de las luchas de otros. El "para todos, todo, para nosotros, nada", es una realidad a lo largo de todos estos años. Estas organizaciones han estado estableciendo el poder popular del mandar obedeciendo, sin pedir nada a cambio y, pese a las difíciles condiciones de vida, se han solidarizado con todas las luchas de los de abajo.  
5. La candidatura de una mujer indígena va más allá de una política de cuotas y de posiciones feministas que no toman en cuenta la triple opresión que han sufrido las mujeres indígenas y la especificidad cultural en la que demandan derechos plenos. Se sitúa como una clara respuesta al patriarcalismo imperante, desde una política de genero de nuevo cuño, cuyo origen lo encontramos en la Ley Revolucionaria de las Mujeres del EZLN.  
6. Es una propuesta incluyente, no sólo de los indígenas y con los indígenas, que hace suyas las reivindicaciones de todos los explotados, oprimidos y discriminados de la tierra, sin importar sus orígenes étnico-nacionales y sus características culturales. No es una propuesta esencialista o etnicista. Los destinatarios de la misma son todos los pueblos de México, incluyendo el de la nacionalidad mayoritaria. Ese mundo donde cabemos todos y todas.  
7. La iniciativa no divide a la izquierda partidista; como lo señala Paulina Fernández, la exhibe, y añadiría, en todo su racismo y sus miserias
.  
El Concejo Indígena, Marichuy y 2018
Carlos Fazio
E
n tiempos prelectorales y a la sombra de sendos fraudes de Estado en los recientes comicios para elegir gobernador en Coahuila y el estado de México, el reloj del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marca la hora de los pueblos en resistencia. La hora de la lucha anticapitalista, abajo y a la izquierda, como forma de seguir construyendo la vida que se hace palabra, aprendizaje y acuerdos colectivos ante tanta muerte, represión y despojo de territorios y recursos; ante tanta destrucción y barbarie.
Se busca desmontar desde abajo el poder impuesto por los de arriba, y para ello, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), reunida en abril en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dio los primeros pasos para profundizar el tejido de una organización colectiva a escala nacional de naciones, tribus y pueblos originarios en rebeldía; a la manera de un autogobierno reunido en un solo concejo, que de forma coordinada represente todas las luchas y resistencias que se oponen a la ofensiva capitalista privatizadora que ha militarizado y paramilitarizado los territorios donde ellos habitan.
En la asamblea participaron mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas y 230 delegados del EZLN, y como muestra de madurez y de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, decidieron crear un concejo como forma colectiva de gobierno; de democracia directa y protagónica de los pueblos. El Concejo Indígena encarna un proyecto de organización democrática, horizontal y asamblearia en la que todas y todos discutan y decidan, alternativo, por tanto, al cascarón vacío de la democracia liberal representativa, que en nuestros días exhibe en México el agotamiento de la vía electoral.
A corto y mediano plazos, el concejo busca frenar la guerra de tipo contrainsurgente del capitalismo expansionista, criminal y militarizado, y preservar la vida de los pueblos en resistencia ante el despojo violento de la tierra, los bosques, el agua, los bienes comunales y todo lo que es amenazado por los megaproyectos de los dueños del dinero.
Se trata, en definitiva, de la defensa de un modo de vivir y de ser, de relacionarse con la madre tierra, amenazada por los proyectos mineros e hidrocarburíficos; por las grandes corporaciones de la energía en sus modalidades hidráulica, eólica y solar; por la privatización del agua y por nuevas obras de infraestructura en las llamadas zonas económicas especiales (ZEE), que, con epicentro en el istmo de Tehuantepec, abrirán una nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial sobre territorios donde sobreviven formas de propiedad comunal y ejidal de la tierra.
Por decisión de la asamblea, una indígena nahua, médica tradicional y herbolaria, María de Jesús Patricio (Marichuy), de 54 años y oriunda de Tuxpan, Jalisco, será la vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.
Según la perspectiva racista y clasista de algunos tránsfugas de la izquierda clientelar, electorera y parlamentarista, que consideran que los indígenas no deben irrumpir en los espacios considerados exclusivos de una clase política amafiada, la unidad de las izquierdas sólo se puede lograr sumándose de manera subalterna y acrítica a un partido político. Quienes calificaron la iniciativa indígena de divisionista pueden estar tranquilos: no se puede dividir lo que no existe en el ámbito parlamentario. Además, Marichuy no recorrerá el país a la caza de votos, porque la lucha del CNI y el EZLN no es por el poder; no pretenden competir con los partidos y sus políticos, sino que la indignación, la resistencia y la rebeldía figuren en las boletas electorales de 2018.
La vocería de esta mujer que es todo un referente en Tuxpan entre nahuas mestizos, estará dedicada a llamar a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse con autonomía para enfrentar a al capitalismo militarizado sin caer en lo electorero; a impulsar una autonomía que tenga como ejes la educación, la justicia y el autogobierno. Su campaña buscará visibilizar y denunciar el dolor y el olvido de los pueblos originarios, y crear y multiplicar formas dignas de resistencia al mal gobierno −cuyo ejército y policías cohabitan o son cómplices del narcoparamilitarismo− y sus patrones, los dueños de las grandes corporaciones, que en su ofensiva depredadora asesinan, desaparecen, esclavizan, despojan, saquean, destruyen y contaminan.
La iniciativa de una candidatura independiente, que desde octubre pasado fue discutida en el seno de 43 pueblos originarios de 523 comunidades de 25 estados del país, deriva de un pensamiento colectivo, de una práctica histórica de los pueblos y naciones indígenas que han utilizado distintas estrategias de lucha para asegurar su continuidad y autonomía.
Al margen de la partidocracia dominante, esos sujetos políticos invisibilizados, negados históricamente en su capacidad de decisión, de hacer política y de pensar un proyecto incluyente, impulsan hoy una alternativa al sistema de representación hegemónico, deslegitimado y en crisis. Buscan construir un nuevo horizonte emancipatorio y cimentar un poder de los de abajo y a la izquierda, con una candidatura que cuestiona el monopolio de la política y de la representación de la sociedad por los profesionales de los partidos electoralistas institucionalizados.
Intentarán profundizar un movimiento nacional para enfrentar de manera pacífica a la clase capitalista trasnacional con sus injustas estructuras de explotación y dominación, pero a la vez, en el contexto de múltiples violencias de Estado signadas por la corrupción, la impunidad y la simulación −como herramientas para la recolonización de territorios−, la propuesta busca abrir un camino a la paz. El problema, pues, no es votar o no, el problema es el capitalismo. Y frente a la cultura de muerte del capital, el camino planteado es el de la resistencia organizada.
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El Concejo Indígena, Marichuy y 2018
Carlos Fazio
E
n tiempos prelectorales y a la sombra de sendos fraudes de Estado en los recientes comicios para elegir gobernador en Coahuila y el estado de México, el reloj del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marca la hora de los pueblos en resistencia. La hora de la lucha anticapitalista, abajo y a la izquierda, como forma de seguir construyendo la vida que se hace palabra, aprendizaje y acuerdos colectivos ante tanta muerte, represión y despojo de territorios y recursos; ante tanta destrucción y barbarie.
Se busca desmontar desde abajo el poder impuesto por los de arriba, y para ello, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), reunida en abril en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dio los primeros pasos para profundizar el tejido de una organización colectiva a escala nacional de naciones, tribus y pueblos originarios en rebeldía; a la manera de un autogobierno reunido en un solo concejo, que de forma coordinada represente todas las luchas y resistencias que se oponen a la ofensiva capitalista privatizadora que ha militarizado y paramilitarizado los territorios donde ellos habitan.
En la asamblea participaron mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas y 230 delegados del EZLN, y como muestra de madurez y de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, decidieron crear un concejo como forma colectiva de gobierno; de democracia directa y protagónica de los pueblos. El Concejo Indígena encarna un proyecto de organización democrática, horizontal y asamblearia en la que todas y todos discutan y decidan, alternativo, por tanto, al cascarón vacío de la democracia liberal representativa, que en nuestros días exhibe en México el agotamiento de la vía electoral.
A corto y mediano plazos, el concejo busca frenar la guerra de tipo contrainsurgente del capitalismo expansionista, criminal y militarizado, y preservar la vida de los pueblos en resistencia ante el despojo violento de la tierra, los bosques, el agua, los bienes comunales y todo lo que es amenazado por los megaproyectos de los dueños del dinero.
Se trata, en definitiva, de la defensa de un modo de vivir y de ser, de relacionarse con la madre tierra, amenazada por los proyectos mineros e hidrocarburíficos; por las grandes corporaciones de la energía en sus modalidades hidráulica, eólica y solar; por la privatización del agua y por nuevas obras de infraestructura en las llamadas zonas económicas especiales (ZEE), que, con epicentro en el istmo de Tehuantepec, abrirán una nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial sobre territorios donde sobreviven formas de propiedad comunal y ejidal de la tierra.
Por decisión de la asamblea, una indígena nahua, médica tradicional y herbolaria, María de Jesús Patricio (Marichuy), de 54 años y oriunda de Tuxpan, Jalisco, será la vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.
Según la perspectiva racista y clasista de algunos tránsfugas de la izquierda clientelar, electorera y parlamentarista, que consideran que los indígenas no deben irrumpir en los espacios considerados exclusivos de una clase política amafiada, la unidad de las izquierdas sólo se puede lograr sumándose de manera subalterna y acrítica a un partido político. Quienes calificaron la iniciativa indígena de divisionista pueden estar tranquilos: no se puede dividir lo que no existe en el ámbito parlamentario. Además, Marichuy no recorrerá el país a la caza de votos, porque la lucha del CNI y el EZLN no es por el poder; no pretenden competir con los partidos y sus políticos, sino que la indignación, la resistencia y la rebeldía figuren en las boletas electorales de 2018.
La vocería de esta mujer que es todo un referente en Tuxpan entre nahuas mestizos, estará dedicada a llamar a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse con autonomía para enfrentar a al capitalismo militarizado sin caer en lo electorero; a impulsar una autonomía que tenga como ejes la educación, la justicia y el autogobierno. Su campaña buscará visibilizar y denunciar el dolor y el olvido de los pueblos originarios, y crear y multiplicar formas dignas de resistencia al mal gobierno −cuyo ejército y policías cohabitan o son cómplices del narcoparamilitarismo− y sus patrones, los dueños de las grandes corporaciones, que en su ofensiva depredadora asesinan, desaparecen, esclavizan, despojan, saquean, destruyen y contaminan.
La iniciativa de una candidatura independiente, que desde octubre pasado fue discutida en el seno de 43 pueblos originarios de 523 comunidades de 25 estados del país, deriva de un pensamiento colectivo, de una práctica histórica de los pueblos y naciones indígenas que han utilizado distintas estrategias de lucha para asegurar su continuidad y autonomía.
Al margen de la partidocracia dominante, esos sujetos políticos invisibilizados, negados históricamente en su capacidad de decisión, de hacer política y de pensar un proyecto incluyente, impulsan hoy una alternativa al sistema de representación hegemónico, deslegitimado y en crisis. Buscan construir un nuevo horizonte emancipatorio y cimentar un poder de los de abajo y a la izquierda, con una candidatura que cuestiona el monopolio de la política y de la representación de la sociedad por los profesionales de los partidos electoralistas institucionalizados.
Intentarán profundizar un movimiento nacional para enfrentar de manera pacífica a la clase capitalista trasnacional con sus injustas estructuras de explotación y dominación, pero a la vez, en el contexto de múltiples violencias de Estado signadas por la corrupción, la impunidad y la simulación −como herramientas para la recolonización de territorios−, la propuesta busca abrir un camino a la paz. El problema, pues, no es votar o no, el problema es el capitalismo. Y frente a la cultura de muerte del capital, el camino planteado es el de la resistencia organizada.
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El Concejo Indígena, Marichuy y 2018
Carlos Fazio
E
n tiempos prelectorales y a la sombra de sendos fraudes de Estado en los recientes comicios para elegir gobernador en Coahuila y el estado de México, el reloj del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marca la hora de los pueblos en resistencia. La hora de la lucha anticapitalista, abajo y a la izquierda, como forma de seguir construyendo la vida que se hace palabra, aprendizaje y acuerdos colectivos ante tanta muerte, represión y despojo de territorios y recursos; ante tanta destrucción y barbarie.
Se busca desmontar desde abajo el poder impuesto por los de arriba, y para ello, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), reunida en abril en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dio los primeros pasos para profundizar el tejido de una organización colectiva a escala nacional de naciones, tribus y pueblos originarios en rebeldía; a la manera de un autogobierno reunido en un solo concejo, que de forma coordinada represente todas las luchas y resistencias que se oponen a la ofensiva capitalista privatizadora que ha militarizado y paramilitarizado los territorios donde ellos habitan.
En la asamblea participaron mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas y 230 delegados del EZLN, y como muestra de madurez y de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, decidieron crear un concejo como forma colectiva de gobierno; de democracia directa y protagónica de los pueblos. El Concejo Indígena encarna un proyecto de organización democrática, horizontal y asamblearia en la que todas y todos discutan y decidan, alternativo, por tanto, al cascarón vacío de la democracia liberal representativa, que en nuestros días exhibe en México el agotamiento de la vía electoral.
A corto y mediano plazos, el concejo busca frenar la guerra de tipo contrainsurgente del capitalismo expansionista, criminal y militarizado, y preservar la vida de los pueblos en resistencia ante el despojo violento de la tierra, los bosques, el agua, los bienes comunales y todo lo que es amenazado por los megaproyectos de los dueños del dinero.
Se trata, en definitiva, de la defensa de un modo de vivir y de ser, de relacionarse con la madre tierra, amenazada por los proyectos mineros e hidrocarburíficos; por las grandes corporaciones de la energía en sus modalidades hidráulica, eólica y solar; por la privatización del agua y por nuevas obras de infraestructura en las llamadas zonas económicas especiales (ZEE), que, con epicentro en el istmo de Tehuantepec, abrirán una nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial sobre territorios donde sobreviven formas de propiedad comunal y ejidal de la tierra.
Por decisión de la asamblea, una indígena nahua, médica tradicional y herbolaria, María de Jesús Patricio (Marichuy), de 54 años y oriunda de Tuxpan, Jalisco, será la vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.
Según la perspectiva racista y clasista de algunos tránsfugas de la izquierda clientelar, electorera y parlamentarista, que consideran que los indígenas no deben irrumpir en los espacios considerados exclusivos de una clase política amafiada, la unidad de las izquierdas sólo se puede lograr sumándose de manera subalterna y acrítica a un partido político. Quienes calificaron la iniciativa indígena de divisionista pueden estar tranquilos: no se puede dividir lo que no existe en el ámbito parlamentario. Además, Marichuy no recorrerá el país a la caza de votos, porque la lucha del CNI y el EZLN no es por el poder; no pretenden competir con los partidos y sus políticos, sino que la indignación, la resistencia y la rebeldía figuren en las boletas electorales de 2018.
La vocería de esta mujer que es todo un referente en Tuxpan entre nahuas mestizos, estará dedicada a llamar a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse con autonomía para enfrentar a al capitalismo militarizado sin caer en lo electorero; a impulsar una autonomía que tenga como ejes la educación, la justicia y el autogobierno. Su campaña buscará visibilizar y denunciar el dolor y el olvido de los pueblos originarios, y crear y multiplicar formas dignas de resistencia al mal gobierno −cuyo ejército y policías cohabitan o son cómplices del narcoparamilitarismo− y sus patrones, los dueños de las grandes corporaciones, que en su ofensiva depredadora asesinan, desaparecen, esclavizan, despojan, saquean, destruyen y contaminan.
La iniciativa de una candidatura independiente, que desde octubre pasado fue discutida en el seno de 43 pueblos originarios de 523 comunidades de 25 estados del país, deriva de un pensamiento colectivo, de una práctica histórica de los pueblos y naciones indígenas que han utilizado distintas estrategias de lucha para asegurar su continuidad y autonomía.
Al margen de la partidocracia dominante, esos sujetos políticos invisibilizados, negados históricamente en su capacidad de decisión, de hacer política y de pensar un proyecto incluyente, impulsan hoy una alternativa al sistema de representación hegemónico, deslegitimado y en crisis. Buscan construir un nuevo horizonte emancipatorio y cimentar un poder de los de abajo y a la izquierda, con una candidatura que cuestiona el monopolio de la política y de la representación de la sociedad por los profesionales de los partidos electoralistas institucionalizados.
Intentarán profundizar un movimiento nacional para enfrentar de manera pacífica a la clase capitalista trasnacional con sus injustas estructuras de explotación y dominación, pero a la vez, en el contexto de múltiples violencias de Estado signadas por la corrupción, la impunidad y la simulación −como herramientas para la recolonización de territorios−, la propuesta busca abrir un camino a la paz. El problema, pues, no es votar o no, el problema es el capitalismo. Y frente a la cultura de muerte del capital, el camino planteado es el de la resistencia organizada.
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El Concejo Indígena, Marichuy y 2018
Carlos Fazio
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n tiempos prelectorales y a la sombra de sendos fraudes de Estado en los recientes comicios para elegir gobernador en Coahuila y el estado de México, el reloj del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marca la hora de los pueblos en resistencia. La hora de la lucha anticapitalista, abajo y a la izquierda, como forma de seguir construyendo la vida que se hace palabra, aprendizaje y acuerdos colectivos ante tanta muerte, represión y despojo de territorios y recursos; ante tanta destrucción y barbarie.
Se busca desmontar desde abajo el poder impuesto por los de arriba, y para ello, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), reunida en abril en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dio los primeros pasos para profundizar el tejido de una organización colectiva a escala nacional de naciones, tribus y pueblos originarios en rebeldía; a la manera de un autogobierno reunido en un solo concejo, que de forma coordinada represente todas las luchas y resistencias que se oponen a la ofensiva capitalista privatizadora que ha militarizado y paramilitarizado los territorios donde ellos habitan.
En la asamblea participaron mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas y 230 delegados del EZLN, y como muestra de madurez y de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, decidieron crear un concejo como forma colectiva de gobierno; de democracia directa y protagónica de los pueblos. El Concejo Indígena encarna un proyecto de organización democrática, horizontal y asamblearia en la que todas y todos discutan y decidan, alternativo, por tanto, al cascarón vacío de la democracia liberal representativa, que en nuestros días exhibe en México el agotamiento de la vía electoral.
A corto y mediano plazos, el concejo busca frenar la guerra de tipo contrainsurgente del capitalismo expansionista, criminal y militarizado, y preservar la vida de los pueblos en resistencia ante el despojo violento de la tierra, los bosques, el agua, los bienes comunales y todo lo que es amenazado por los megaproyectos de los dueños del dinero.
Se trata, en definitiva, de la defensa de un modo de vivir y de ser, de relacionarse con la madre tierra, amenazada por los proyectos mineros e hidrocarburíficos; por las grandes corporaciones de la energía en sus modalidades hidráulica, eólica y solar; por la privatización del agua y por nuevas obras de infraestructura en las llamadas zonas económicas especiales (ZEE), que, con epicentro en el istmo de Tehuantepec, abrirán una nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial sobre territorios donde sobreviven formas de propiedad comunal y ejidal de la tierra.
Por decisión de la asamblea, una indígena nahua, médica tradicional y herbolaria, María de Jesús Patricio (Marichuy), de 54 años y oriunda de Tuxpan, Jalisco, será la vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.
Según la perspectiva racista y clasista de algunos tránsfugas de la izquierda clientelar, electorera y parlamentarista, que consideran que los indígenas no deben irrumpir en los espacios considerados exclusivos de una clase política amafiada, la unidad de las izquierdas sólo se puede lograr sumándose de manera subalterna y acrítica a un partido político. Quienes calificaron la iniciativa indígena de divisionista pueden estar tranquilos: no se puede dividir lo que no existe en el ámbito parlamentario. Además, Marichuy no recorrerá el país a la caza de votos, porque la lucha del CNI y el EZLN no es por el poder; no pretenden competir con los partidos y sus políticos, sino que la indignación, la resistencia y la rebeldía figuren en las boletas electorales de 2018.
La vocería de esta mujer que es todo un referente en Tuxpan entre nahuas mestizos, estará dedicada a llamar a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse con autonomía para enfrentar a al capitalismo militarizado sin caer en lo electorero; a impulsar una autonomía que tenga como ejes la educación, la justicia y el autogobierno. Su campaña buscará visibilizar y denunciar el dolor y el olvido de los pueblos originarios, y crear y multiplicar formas dignas de resistencia al mal gobierno −cuyo ejército y policías cohabitan o son cómplices del narcoparamilitarismo− y sus patrones, los dueños de las grandes corporaciones, que en su ofensiva depredadora asesinan, desaparecen, esclavizan, despojan, saquean, destruyen y contaminan.
La iniciativa de una candidatura independiente, que desde octubre pasado fue discutida en el seno de 43 pueblos originarios de 523 comunidades de 25 estados del país, deriva de un pensamiento colectivo, de una práctica histórica de los pueblos y naciones indígenas que han utilizado distintas estrategias de lucha para asegurar su continuidad y autonomía.
Al margen de la partidocracia dominante, esos sujetos políticos invisibilizados, negados históricamente en su capacidad de decisión, de hacer política y de pensar un proyecto incluyente, impulsan hoy una alternativa al sistema de representación hegemónico, deslegitimado y en crisis. Buscan construir un nuevo horizonte emancipatorio y cimentar un poder de los de abajo y a la izquierda, con una candidatura que cuestiona el monopolio de la política y de la representación de la sociedad por los profesionales de los partidos electoralistas institucionalizados.
Intentarán profundizar un movimiento nacional para enfrentar de manera pacífica a la clase capitalista trasnacional con sus injustas estructuras de explotación y dominación, pero a la vez, en el contexto de múltiples violencias de Estado signadas por la corrupción, la impunidad y la simulación −como herramientas para la recolonización de territorios−, la propuesta busca abrir un camino a la paz. El problema, pues, no es votar o no, el problema es el capitalismo. Y frente a la cultura de muerte del capital, el camino planteado es el de la resistencia organizada.
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El Concejo Indígena, Marichuy y 2018
Carlos Fazio
E
n tiempos prelectorales y a la sombra de sendos fraudes de Estado en los recientes comicios para elegir gobernador en Coahuila y el estado de México, el reloj del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marca la hora de los pueblos en resistencia. La hora de la lucha anticapitalista, abajo y a la izquierda, como forma de seguir construyendo la vida que se hace palabra, aprendizaje y acuerdos colectivos ante tanta muerte, represión y despojo de territorios y recursos; ante tanta destrucción y barbarie.
Se busca desmontar desde abajo el poder impuesto por los de arriba, y para ello, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), reunida en abril en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dio los primeros pasos para profundizar el tejido de una organización colectiva a escala nacional de naciones, tribus y pueblos originarios en rebeldía; a la manera de un autogobierno reunido en un solo concejo, que de forma coordinada represente todas las luchas y resistencias que se oponen a la ofensiva capitalista privatizadora que ha militarizado y paramilitarizado los territorios donde ellos habitan.
En la asamblea participaron mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas y 230 delegados del EZLN, y como muestra de madurez y de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, decidieron crear un concejo como forma colectiva de gobierno; de democracia directa y protagónica de los pueblos. El Concejo Indígena encarna un proyecto de organización democrática, horizontal y asamblearia en la que todas y todos discutan y decidan, alternativo, por tanto, al cascarón vacío de la democracia liberal representativa, que en nuestros días exhibe en México el agotamiento de la vía electoral.
A corto y mediano plazos, el concejo busca frenar la guerra de tipo contrainsurgente del capitalismo expansionista, criminal y militarizado, y preservar la vida de los pueblos en resistencia ante el despojo violento de la tierra, los bosques, el agua, los bienes comunales y todo lo que es amenazado por los megaproyectos de los dueños del dinero.
Se trata, en definitiva, de la defensa de un modo de vivir y de ser, de relacionarse con la madre tierra, amenazada por los proyectos mineros e hidrocarburíficos; por las grandes corporaciones de la energía en sus modalidades hidráulica, eólica y solar; por la privatización del agua y por nuevas obras de infraestructura en las llamadas zonas económicas especiales (ZEE), que, con epicentro en el istmo de Tehuantepec, abrirán una nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial sobre territorios donde sobreviven formas de propiedad comunal y ejidal de la tierra.
Por decisión de la asamblea, una indígena nahua, médica tradicional y herbolaria, María de Jesús Patricio (Marichuy), de 54 años y oriunda de Tuxpan, Jalisco, será la vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.
Según la perspectiva racista y clasista de algunos tránsfugas de la izquierda clientelar, electorera y parlamentarista, que consideran que los indígenas no deben irrumpir en los espacios considerados exclusivos de una clase política amafiada, la unidad de las izquierdas sólo se puede lograr sumándose de manera subalterna y acrítica a un partido político. Quienes calificaron la iniciativa indígena de divisionista pueden estar tranquilos: no se puede dividir lo que no existe en el ámbito parlamentario. Además, Marichuy no recorrerá el país a la caza de votos, porque la lucha del CNI y el EZLN no es por el poder; no pretenden competir con los partidos y sus políticos, sino que la indignación, la resistencia y la rebeldía figuren en las boletas electorales de 2018.
La vocería de esta mujer que es todo un referente en Tuxpan entre nahuas mestizos, estará dedicada a llamar a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse con autonomía para enfrentar a al capitalismo militarizado sin caer en lo electorero; a impulsar una autonomía que tenga como ejes la educación, la justicia y el autogobierno. Su campaña buscará visibilizar y denunciar el dolor y el olvido de los pueblos originarios, y crear y multiplicar formas dignas de resistencia al mal gobierno −cuyo ejército y policías cohabitan o son cómplices del narcoparamilitarismo− y sus patrones, los dueños de las grandes corporaciones, que en su ofensiva depredadora asesinan, desaparecen, esclavizan, despojan, saquean, destruyen y contaminan.
La iniciativa de una candidatura independiente, que desde octubre pasado fue discutida en el seno de 43 pueblos originarios de 523 comunidades de 25 estados del país, deriva de un pensamiento colectivo, de una práctica histórica de los pueblos y naciones indígenas que han utilizado distintas estrategias de lucha para asegurar su continuidad y autonomía.
Al margen de la partidocracia dominante, esos sujetos políticos invisibilizados, negados históricamente en su capacidad de decisión, de hacer política y de pensar un proyecto incluyente, impulsan hoy una alternativa al sistema de representación hegemónico, deslegitimado y en crisis. Buscan construir un nuevo horizonte emancipatorio y cimentar un poder de los de abajo y a la izquierda, con una candidatura que cuestiona el monopolio de la política y de la representación de la sociedad por los profesionales de los partidos electoralistas institucionalizados.
Intentarán profundizar un movimiento nacional para enfrentar de manera pacífica a la clase capitalista trasnacional con sus injustas estructuras de explotación y dominación, pero a la vez, en el contexto de múltiples violencias de Estado signadas por la corrupción, la impunidad y la simulación −como herramientas para la recolonización de territorios−, la propuesta busca abrir un camino a la paz. El problema, pues, no es votar o no, el problema es el capitalismo. Y frente a la cultura de muerte del capital, el camino planteado es el de la resistencia organizada.
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El Concejo Indígena, Marichuy y 2018
Carlos Fazio
E
n tiempos prelectorales y a la sombra de sendos fraudes de Estado en los recientes comicios para elegir gobernador en Coahuila y el estado de México, el reloj del Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) marca la hora de los pueblos en resistencia. La hora de la lucha anticapitalista, abajo y a la izquierda, como forma de seguir construyendo la vida que se hace palabra, aprendizaje y acuerdos colectivos ante tanta muerte, represión y despojo de territorios y recursos; ante tanta destrucción y barbarie.
Se busca desmontar desde abajo el poder impuesto por los de arriba, y para ello, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), reunida en abril en la Universidad de la Tierra, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, dio los primeros pasos para profundizar el tejido de una organización colectiva a escala nacional de naciones, tribus y pueblos originarios en rebeldía; a la manera de un autogobierno reunido en un solo concejo, que de forma coordinada represente todas las luchas y resistencias que se oponen a la ofensiva capitalista privatizadora que ha militarizado y paramilitarizado los territorios donde ellos habitan.
En la asamblea participaron mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas y 230 delegados del EZLN, y como muestra de madurez y de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, decidieron crear un concejo como forma colectiva de gobierno; de democracia directa y protagónica de los pueblos. El Concejo Indígena encarna un proyecto de organización democrática, horizontal y asamblearia en la que todas y todos discutan y decidan, alternativo, por tanto, al cascarón vacío de la democracia liberal representativa, que en nuestros días exhibe en México el agotamiento de la vía electoral.
A corto y mediano plazos, el concejo busca frenar la guerra de tipo contrainsurgente del capitalismo expansionista, criminal y militarizado, y preservar la vida de los pueblos en resistencia ante el despojo violento de la tierra, los bosques, el agua, los bienes comunales y todo lo que es amenazado por los megaproyectos de los dueños del dinero.
Se trata, en definitiva, de la defensa de un modo de vivir y de ser, de relacionarse con la madre tierra, amenazada por los proyectos mineros e hidrocarburíficos; por las grandes corporaciones de la energía en sus modalidades hidráulica, eólica y solar; por la privatización del agua y por nuevas obras de infraestructura en las llamadas zonas económicas especiales (ZEE), que, con epicentro en el istmo de Tehuantepec, abrirán una nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial sobre territorios donde sobreviven formas de propiedad comunal y ejidal de la tierra.
Por decisión de la asamblea, una indígena nahua, médica tradicional y herbolaria, María de Jesús Patricio (Marichuy), de 54 años y oriunda de Tuxpan, Jalisco, será la vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.
Según la perspectiva racista y clasista de algunos tránsfugas de la izquierda clientelar, electorera y parlamentarista, que consideran que los indígenas no deben irrumpir en los espacios considerados exclusivos de una clase política amafiada, la unidad de las izquierdas sólo se puede lograr sumándose de manera subalterna y acrítica a un partido político. Quienes calificaron la iniciativa indígena de divisionista pueden estar tranquilos: no se puede dividir lo que no existe en el ámbito parlamentario. Además, Marichuy no recorrerá el país a la caza de votos, porque la lucha del CNI y el EZLN no es por el poder; no pretenden competir con los partidos y sus políticos, sino que la indignación, la resistencia y la rebeldía figuren en las boletas electorales de 2018.
La vocería de esta mujer que es todo un referente en Tuxpan entre nahuas mestizos, estará dedicada a llamar a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarse con autonomía para enfrentar a al capitalismo militarizado sin caer en lo electorero; a impulsar una autonomía que tenga como ejes la educación, la justicia y el autogobierno. Su campaña buscará visibilizar y denunciar el dolor y el olvido de los pueblos originarios, y crear y multiplicar formas dignas de resistencia al mal gobierno −cuyo ejército y policías cohabitan o son cómplices del narcoparamilitarismo− y sus patrones, los dueños de las grandes corporaciones, que en su ofensiva depredadora asesinan, desaparecen, esclavizan, despojan, saquean, destruyen y contaminan.
La iniciativa de una candidatura independiente, que desde octubre pasado fue discutida en el seno de 43 pueblos originarios de 523 comunidades de 25 estados del país, deriva de un pensamiento colectivo, de una práctica histórica de los pueblos y naciones indígenas que han utilizado distintas estrategias de lucha para asegurar su continuidad y autonomía.
Al margen de la partidocracia dominante, esos sujetos políticos invisibilizados, negados históricamente en su capacidad de decisión, de hacer política y de pensar un proyecto incluyente, impulsan hoy una alternativa al sistema de representación hegemónico, deslegitimado y en crisis. Buscan construir un nuevo horizonte emancipatorio y cimentar un poder de los de abajo y a la izquierda, con una candidatura que cuestiona el monopolio de la política y de la representación de la sociedad por los profesionales de los partidos electoralistas institucionalizados.
Intentarán profundizar un movimiento nacional para enfrentar de manera pacífica a la clase capitalista trasnacional con sus injustas estructuras de explotación y dominación, pero a la vez, en el contexto de múltiples violencias de Estado signadas por la corrupción, la impunidad y la simulación −como herramientas para la recolonización de territorios−, la propuesta busca abrir un camino a la paz. El problema, pues, no es votar o no, el problema es el capitalismo. Y frente a la cultura de muerte del capital, el camino planteado es el de la resistencia organizada.
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Llegó la hora

Gilberto López y Rivas. La Jornada. Opinión, 16 de junio de 2017.

Como siempre, pasó desapercibido en los grandes medios de comunicación y particularmente entre la clase política, el importante comunicado del Congreso Nacional Indígena Ejército Zapatista de Liberación Nacional (CNI–EZLN), Llegó la hora, del 28 de mayo pasado. Inmersos en las elecciones de Estado, tan predecibles en sus resultados fraudulentos, como la frustración de quienes votan de buena fe, confiados en que ahora sí, se podrá al menos una alternancia, tanto los medios como los políticos, ignoran o invisibilizan lo referente a las resistencias e iniciativas políticas de los pueblos indígenas. El autismo y egocentrismo de la clase política va a la par de la obsecuencia ante el poder de los analistas mediáticos.
En su documento, el CNI–EZLN da a conocer la amplia representación de pueblos, comunidades, naciones y tribus indígenas presentes en la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno: Apache, Amuzgo, Chatino, Chichimeca, Chinanteco, Chol, Chontal de Oaxaca, Chontal de Tabasco, Coca, Cuicateco, Mestizo, Hñähñü, Ñathö, Ñuhhü, Ikoots, Kumiai, Lakota, Mam, Matlazinca, Maya, Mayo, Mazahua, Mazateco, Me`phaa, Mixe, Mixe-Popoluca, Mixteco, Mochó, Nahua o Mexicano, Nayeri, Popoluca, Purépecha, Q´anjob´al, Rarámuri, Tének, Tepehua, Tlahuica, Tohono Odham, Tojolabal, Totonaco, Triqui, Tseltal, Tsotsil, Wixárika, Xi´iuy, Yaqui, Binniza, Zoque, Akimel O´otham y Comkaac.
El documento describe a profundidad la guerra capitalista de espectro completo contra los pueblos en todo el territorio nacional, y el momento de violencia, miedo, luto y rabia que se vive, desde que: “la clase política se ha empecinado en hacer del Estado una corporación que vende la tierra que es de los pueblos originarios, campesinos, urbanos, que vende a las personas como si fueran una mercancía que se mata y se entierra como materia prima de los cárteles de la droga, para venderlas a las empresas capitalistas que los exploten hasta que enfermen o mueran, de venderlas en partes para el mercado ilegal de órganos. El dolor de los familiares de desaparecidos y su decisión de encontrarlos a pesar de que los gobiernos estén empecinados en que no los encuentren, pues junto con ellos, también va apareciendo la pudrición que manda en este país. Ese es el destino que los de arriba construyen para nosotros, atenidos a que la destrucción del tejido social, de lo que nos hace sabernos pueblos, naciones, tribus, barrios, colonias, incluso familias, nos mantenga aislados y solos en nuestro desconsuelo, mientras consolidan la apropiación de territorios enteros, en las montañas, en los valles, en las costas, en las ciudades”.
Al contrario de la clase política que participa en los procesos electorales como si éstos se llevaran a cabo en un cantón suizo, el comunicado destaca: la destrucción que hemos no sólo denunciado, sino enfrentado durante 20 años y que evoluciona en la mayor parte del país en una abierta guerra emprendida por corporaciones criminales, que actúan en una descarada complicidad con todos los órganos del mal gobierno, con todos los partidos políticos e instituciones. Todos ellos configuran el poder de arriba y son causa de repugnancia para millones de mexicanos de los campos y las ciudades. En medio de esa repugnancia nos siguen diciendo que votemos, que creamos en el poder de arriba, que sigan dibujando e imponiendo nuestro destino. En ese rumbo, sólo vemos guerra que crece y en el horizonte está la muerte y la destrucción de nuestras tierras, nuestras familias, nuestra vida; está la certeza absoluta que esto se pondrá peor, mucho peor, para todos, para todas.

Reiteran que sólo en la resistencia y la rebeldía hemos encontrado los caminos posibles donde podamos seguir viviendo, que en ellas están las claves no sólo para sobrevivir la guerra del dinero contra la humanidad y contra nuestra Madre Tierra, sino para renacernos junto con cada semilla que sembremos, con cada sueño y con cada esperanza que se va materializando en grandes regiones en formas autónomas de seguridad, de comunicación, de gobiernos propios de protección y defensa de los territorios. Por lo tanto no hay más camino posible que el que se va andando mero abajo, pues arriba no es nuestro camino, es el de ellos y les estorbamos.

El CNI–EZLN ha decidido “no esperar el desastre que indudablemente nos traen los sicarios capitalistas que gobiernan, sino pasar a la ofensiva y hacer esa esperanza un Concejo Indígena de Gobierno para México, que apueste a la vida desde abajo y a la izquierda anticapitalista, que sea laico y que responda a los siete principios del mandar obedeciendo como nuestra garantía moral (…) pretendemos arrebatarles el destino que nos han quitado y desgraciado, pretendemos desmontar ese poder podrido que está matando a nuestros pueblos y la Madre Tierra y las únicas grietas que hemos encontrado y que han ido liberando conciencias y territorios, dando consuelos y esperanza están en la resistencia y la rebeldía.”

El CNI–EZLN hace un llamado a organizarnos en todos los rincones del país, para reunir los elementos necesarios para que el Concejo Indígena de Gobierno y nuestra vocera sea registrada como candidata independiente a la presidencia de este país y si, echarles a perder su fiesta basada en nuestra muerte y hacer la propia, basada en la dignidad, la organización y la construcción de un nuevo país y de un nuevo mundo.

Convocan a todos los sectores de la sociedad a estar atentos a los pasos que vaya acordando y definiendo el Concejo Indígena de Gobierno a través de nuestra vocera a no rendirnos, no vendernos, no desviarnos ni descansar para ir tallando la flecha que portará la ofensiva de todos los pueblos indígenas y no indígenas, organizados y no organizados para apuntarla al verdadero enemigo

Es claro que ha llegado la hora de construir poder desde abajo y a la izquierda. Un poder que mande obedeciendo a partir de sus siete principios: Servir y no servirse, representar y no suplantar, construir y no destruir, obedecer y no mandar, proponer y no imponer, convencer y no vencer, bajar y no subir.

Otro botón de muestra

Guillermo Almeyra. La Jornada. Opinión, 11 de junio de 2017


El fraude era previsible y había sido previsto y, si el PRI recurrió a él en el estado de México, es absurdo creer que no lo hará en 2018 si acaso llegamos a las elecciones presidenciales.
Es pues posible y necesario no ceder la conquista del voto y utilizar las elecciones pero, a condición de no ilusionarse con la vía electoral y de utilizarla, en cambio, como una ocasión para elevar el nivel de organización y la conciencia de los trabajadores-electores tal como propone el CGI-EZLN.
Ahora bien, este nivel es bajísimo ya que por tercera elección consecutiva el número de abstenciones y votos nulos o en blanco superó al de los votantes, de modo que el PRI, con fraude y todo, con su casi 33 por ciento no representa en realidad sino 16 por ciento de la población y Morena menos, a pesar de su campaña.
A eso se suma que el voto a todos los partidos es un voto, en el mejor de los casos, de apoyo al sistema capitalista al que algunos proponen moralizar (Morena) o, en buena medida, un voto clientelista por partidos cuyos programas no son considerados seriamente al momento de sufragar. Ese México ignorante, desorganizado es la base real de Peña Nieto y del PRI.
No sirve de nada acusar de fraude a la oligarquía, dispuesta a aferrarse al poder de todos los modos legales e ilegales posible. ¿Qué creen los acusadores? ¿Creían acaso que enfrentan a un puñado de Carmelitas Descalzas? ¿No basta con los crímenes de Estado, con la corrupción descarada en las gobernaciones y en el poder central?
Lo que hay que discutir es cómo intervenir en la crisis de disolución del Estado capitalista, cómo educar en la lucha a los que se desinforman y desorientan con la televisión de las grandes empresas proimperialistas.
La abstención tan grande es, sobre todo, la suma de la indiferencia y apatía, de la rabia y el asco impotentes, del atraso político, de la desorientación. Esa es la capa de plomo que hay que hacer saltar.
En uno de los estados con mayor número de indígenas, el CGI-EZLN no dio ni siquiera una orientación general de votos y en una campaña muy importante no participó. ¿Creen que la crisis va a esperar continuamente hasta que estén políticamente listos?¿O que basta con agitar y organizar (¿en torno a qué?) sin hacer circular ideas, objetivos, posiciones anticapitalistas para nuclear a los indígenas, los trabajadores de todo tipo, los estudiantes avanzados, contra el gran capital?
Quienes luchan contra la oligarquía son una minoría, la mayor parte de los cuales espera el triunfo de Morena y, una minoría de esa minoría está con la candidatura de Marichuy (vocera del  Concejo Indigena de Gobierno) o con las organizaciones clasistas revolucionarias. ¿No llegó acaso el momento de unir en un solo frente a indigenistas, zapatistas, ecologistas, revolucionarios anticapitalistas? ¿No puede ser este frente el núcleo activo y pensante de una real campaña anticapitalista, clara, profunda, ligada a los intereses de la mayoría?


En Morena hay decenas de miles de luchadores que participan en los movimientos sociales, que tratan de reflexionar, que no están de acuerdo con cada una de las posiciones, cada vez más derechistas, de López Obrador. ¿Cómo influir sobre ellos y ayudarles a pasar de la esperanza en un caudillo a su independencia política basada en la adopción del pensamiento crítico?

No hay otra vía que los llamados fraternos, la eliminación del sectarismo y la confianza en su capacidad de comprensión y de evolución. Pero sólo la organización de luchas en común –como la de Anuee, o la lucha contra el gasolinazo o el rechazo a la infame contrarreforma educativa– puede abatir prejuicios y resquemores, crear las bases para que todos, en todas las organizaciones, comprendan qué es lo que deben superar para concentrar las fuerzas contra el común enemigo imperialista o capitalista nacional.

Los intereses de los indígenas son sagrados. Pero la mayoría de los mexicanos no son indígenas y éstos son, en su mayoría, también artesanos, campesinos, obreros y entre ellos hay estudiantes. Además de los derechos de cada etnia indígena es necesario dar soluciones a cada problema que tiene la población nacional: energía, derechos humanos, educación, necesidad de eliminar la militarización, supresión de las reformas a la Ley Federal del Trabajo, autodefensa, justicia, seguro social universal.

Todos estos puntos podrían confluir en la necesidad de convocar una Asamblea Constituyente que establezca quién y cómo debe gobernar el país.

En lugar que correr solamente hacia un nuevo y masivo fraude electoral en 2018, la enorme masa honesta que quiere en Morena un cambio social real, sin abandonar la campaña electoral debería hacer hincapié en las luchas sociales, políticas e ideológicas o sea en lo que es fundamental para fragmentar el frente burgués y para encontrar aliados en otros sectores de los trabajadores.

El capitalismo se asienta en las cabezas de los que explota. A esas cabezas hay que dirigirse, en la teoría y en la práctica, con brigadas de concientización comuna por comuna y organizando la lucha por las necesidades y las prioridades que la población indique como fundamentales.

Raúl Zibecchi, en su artículo en La Jornada, tiene razón en lo que respecta a la involución política provocada en la izquierda por el electoralismo, pero no muestra cómo superarla. Leopoldo Marechal decía que de los laberintos se sale por arriba. Eso es lo que hay que hacer, para salir de este brete.
Y retembló
Gustavo Esteva. La Jornada. Opinión, lunes 5 de junio de 2017.
Acaba de inaugurarse un nuevo régimen de relaciones políticas.La asamblea del Congreso Nacional Indígena (CNI) se propuso el 28 de mayo, en San Cristóbal de las Casas, desmantelar pacíficamente el régimen dominante y hacerlo mediante el ejercicio del poder desde la dignidad organizada en su Concejo Indígena Nacional. Al levantarse pacífica, serena, valientemente, crearon un nuevo gobierno que se ocupa ya, y se ocupará cada vez más, de armonizar sueños y normas de convivencia, de concertar empeños colectivos y de transformar los conflictos con un sentido de justicia. No se basa en relaciones de subordinación ni en aparatos, como el régimen que desmantelará. Es ante todo un ejercicio de libertad en la convivencia y democracia radical a todas las escalas, desde las familias y las comunidades, los municipios, las regiones, las tribus, los pueblos y los barrios, hasta el Concejo Indígena de Gobierno que se formó en San Cristóbal. Se realiza mediante la aplicación coherente y sencilla de los siete acuerdos del mandar obedeciendo. Por eso al crearlo no se oyeron promesas electorales ni se discutieron maneras de ordeñar las arcas públicas…

Como la vocera del concejo se registrará como candidata independiente a la Presidencia de la República en 2018 se quiere reducir la iniciativa al marco existente: se habría nombrado una competidora más por la zanahoria del poder podrido. El CNI y los delegados aclararon una y otra vez que no se lanzan a la caza de votos, para conquistar esos aparatos y darles un uso diferente al que le dan los grupos mafiosos que los operan autoritariamente. No se trata de ir por ellos, para ocuparlos. Tampoco se trata de crear una especie de gobierno paralelo, que sea como sombra o satélite del que opera arriba. Se trata de enfrentar a ese gobierno, a esos criminales. No tienen ya legitimidad que quitarles, pero aún tienen acólitos, seguidores, adeptos y adictos, lo mismo que recursos legales y operativos. Se trata de socavar la existencia y operación de todo eso, empezando por desmantelar sus aparatos paso a paso, uno a uno, haciéndolos innecesarios. No se hará en el vacío, sino aquí, en medio del lodo y de la mierda. Se desafía al régimen existente en su propio territorio, con sus propias reglas. Aquí, en esta realidad insoportable, la innovación es un gesto radical y audaz de transformación, en que se hará valer en la práctica política un concejo de gobierno que las leyes todavía no admiten.

Los académicos no podrán acomodar esta innovación en sus categorías y en los marcos existentes. Escapa a todos ellos. Implica construir un gobierno y ejercer el poder político sin tomar la vía de las armas ni la de las urnas, sin golpes de Estado o de mano, sin manotazos. No será fácil ni rápido desmantelar lo que queda del régimen que se cae violenta y caóticamente a pedazos, causando inmenso daño. Tampoco lo será aprender, todas y todos, a gobernar-nos desde abajo, es decir, a conducir nosotros mismos nuestras vidas. Pero en eso estamos, empezando por despertar a los dormidos, demostrando en la práctica, en los hechos, el sentido, la naturaleza y el contenido de esta nueva manera de actuar colectivamente, sin coerción física o electoral.
 
Llamamos todavía gobierno, en todas partes del mundo, a lo que hacen grupos mafiosos al servicio del capital, cuando manejan instituciones viciadas, tratan de imponer su voluntad por las buenas o las malas, organizan el despojo y administran la injusticia. Llamamos aún democracia, en el mundo entero, a un régimen despótico, racista y sexista, que construye súbditos vestidos de ciudadanos con base en la ilusión del voto. Todavía se llama estado de derecho, en todas partes, a un régimen en que las leyes se usan para establecer la ilegalidad y garantizar la impunidad.

Esta es la experiencia reiterada de los pueblos indios. ¡Basta ya!, dijeron a todo eso al inventar una alternativa. Por eso el ánimo en San Cristóbal, entre los mil 482 delegados, concejales e invitados, resultaba tan paradójico como lo que estaban haciendo: era un ánimo festivo, que estallaba de alegría a cada pretexto, por el entusiasmo de conseguir lo que parecía inalcanzable; pero era también ánimo solemne, por la hondura y trascendencia del acontecimiento histórico en el que tomaban parte, y por la conciencia clara de los riesgos y responsabilidades de la inmensa tarea que asumían.

Repaso estas notas, aún inmersas en ese ánimo, y me doy cuenta que pueden parecer exageración ilusoria y voluntarista: estarían sosteniendo que ya existe lo que apenas se empieza a construir, afirmarían que se creó lo que aún parece poco más que un proyecto, un sueño, una posibilidad. ¿Cómo mostrar que es real, que ya ocurrió, que el nuevo régimen ya está ahí? ¿Cómo compartir el hecho de que ha empezado ya, aunque sea todavía frágil e incompleto, lo que al final de cuentas no es sino la proyección creadora y contemporánea, a escala sin precedente, de lo que han practicado por siglos quienes lo hicieron?

La lucha es la que va a hablar, dijeron una y otra vez; entramos a terreno desconocido… que se conocerá en el camino. Al trazar el mapa de los dolores y hermanar las resistencias, estarán construyendo, desde abajo, contra el capital y todas sus formas políticas, los sujetos sociales de la transformación que desmontarán el sistema podrido. Por lo pronto, aprenden de sus hermanos mayores, los zapatistas, que hace décadas saben hacerlo…
Un rayo de luz
Guillermo Almeyra. La Jornada. Opinión, domingo 4 de junio de 2017.
La decisión del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) de dirigir colectivamente la movilización indígena y popular contra el poder oligárquico y de nombrar a María de Jesús Patricio Martínez (Marichuy) como su vocera, así como la declaración de ésta diciendo que el CIG utilizará la campaña electoral para organizar y no meramente para conseguir votos aportan un rayo de luz al sombrío panorama nacional.

Después de Rosario Ibarra de Piedra, quien fue la primera candidata en unas elecciones presidenciales mexicanas, Marichuy es símbolo de las mujeres populares y de los indígenas y no sólo, como Rosario, de un puñado de madres valientes en busca de sus hijos desaparecidos y de una organización revolucionaria anticapitalista –el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT)–, políticamente muy importante, pero minoritaria; esta candidatura cuenta además con el apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Tanto éste como el CIG hasta ahora declararon ser anticapitalistas, pero no expusieron un programa que dé forma y objetivos al anticapitalismo en México y, por tanto, la campaña de organización popular, indígena y de los trabajadores corre todavía con los pies atados.

Además, de las declaraciones de Marichuy de que no quiere ganar el gobierno de México sino organizar, podría desprenderse la intención de presentar una candidatura simbólica y virtual, no registrada, como fue en su momento la muy importante de Valentín Campa, candidato del Partido Comunista Mexicano y del PRT, trotskista.

Esta posibilidad hace correr el riesgo de una contraposición, por un lado, entre el desarrollo de la conciencia y la organización y, por otro, la recolección de más de 800 mil firmas que avalen a Marichuy y la utilización revolucionaria del proceso electoral. Los partidos defensores del sistema capitalista de explotación y opresión, en efecto, sólo buscan votos para ocupar posiciones institucionales, pero los revolucionarios, por el contrario, utilizan siempre todos los instrumentos y todos los campos, incluso los elegidos por los explotadores, como si fuera posible ganar poder por esa vía.
Además, en el caso de una candidatura simbólica, de propaganda, los votos que se pudieran obtener no serían registrados y aparecerían simplemente mezclados con otros como votos nulos, perdiendo así peso simbólico.

Ni el CIG ni el EZLN han aclarado hasta ahora si centrarán su acción política solamente sobre las legítimas demandas de las diversas etnias indígenas o si, por el contrario, se orientan hacia la concientización y la organización de los oprimidos en todo el país –lo cual les obligaría a formular propuestas concretas para situaciones y problemas muy disímiles y a cotejarse con otros hombres y mujeres en lucha pertenecientes a organizaciones diferentes y con posiciones políticas diversas. No está claro, en una palabra, si Marichuy espera contar con la movilización y el apoyo de las organizaciones y movimientos de muy diverso tipo que luchan hoy en las calles y plazas contra el gobierno capitalista o si se dirige sólo a las bases de apoyo tradicionales del EZLN, que son importantes, pero minoritarias.

El programa revolucionario es lo que podría atraer a muchos que piensan abstenerse o votar en blanco porque ven la candidatura de Morena como una tabla de salvación para el capitalismo en crisis económica, política y moral o, incluso, a otros muchos que no son seguidores ciegos de Andrés Manuel López Obrador, pero piensan que una victoria de Morena podría crear mejores condiciones para revertir todas las reformas reaccionarias implantadas por PRI-PAN-PRD y responder mejor a la ofensiva imperialista y a la brutalidad de Donald Trump.

Los símbolos, en política, son muy importantes, pero no bastan. No es suficiente presentar una vocera indígena. Ni el sexo ni el carácter étnico son garantía suficiente: es necesario proponer ideas anticapitalistas, objetivos de lucha, una organización horizontal y democrática en la que todos discutan y decidan.
Los puntos del programa podrían incluir:

1.– Reconocimiento pleno de los derechos y reivindicaciones indígenas.
2.– Aumento general de salarios y jubilaciones, para crear un vasto mercado interno. Igualdad salarial entre ambos sexos.
3.– Seguridad social y atención sanitaria para todos, controlada por los derechohabientes.
4.– Anulación inmediata de las leyes y decretos antipopulares y reaccionarios (en especial de la reforma a la Ley Federal del Trabajo y de la ley energética o de la ley de enseñanza).

5.– Auditoría a la deuda externa. Anulación de todos los acuerdos lesivos para México (Tratado de Libre Comercio de América del Norte y otros).

6.– Retorno de los militares a los cuarteles. Su remplazo por policías comunitarias y milicias populares y dotación a las mismas de armas modernas.

7.– Estatización de los bancos para evitar el lavado de dinero, frenar la evasión de capitales y estimular el crédito.
8.– Plan nacional de creación de empleos elaborado comunidad por comunidad, colonia por colonia en asambleas que evalúen los recursos disponibles, las necesidades y las prioridades.
9.– Fin inmediato de la gran minería depredadora y expulsora de campesinos.
10.– Tribunales populares para juzgar los asesinatos de mujeres, la trata, el narcotráfico.

11.– Control de periodistas y usuarios sobre los medios de información que apoyan ideológicamente al sistema.
12.– Separación total entre el Estado laico y las diversas religiones.
13.– Política internacional independiente y antimperialista.
Propongo que el CIG ponga a discusión estos puntos u otros similares y defina el carácter de su campaña de organización.

almeyraguillermo@gmail.com

  María de Jesús Patricio, la vocera del CIG

Luis Hernández Navarro. La Jornada. Opinión, martes 30 de mayo de 2017.
María de Jesús Patricio es indígena nahua. Nació en el municipio de Tuxpan (tierra de conejos), Jalisco, en 1963. Cumplirá el próximo diciembre 54 años de edad. Es madre de tres hijos. Es médica tradicional y herbolaria. Ha ganado distintos reconocimientos por su labor en defensa de los pueblos originarios. Ahora es también vocera del Concejo Indígena de Gobierno y candidata a la Presidencia de la República.

A María de Jesús sus amigos y compañeros la llaman de cariño Marichuy. Su compromiso con la lucha indígena local y nacional viene de muchos años atrás. Asistió como representante de su comunidad al Foro Nacional Indígena realizado en San Cristóbal en enero de 1996, a convocatoria zapatista. En octubre de 1996 formó parte del presídium de la asamblea fundacional del Congreso Nacional Indígena (CNI) y dio lectura a la declaración final del naciente organismo. En marzo de 2001, respondió brillantemente a las preguntas formuladas por los legisladores en la Cámara de Diputados, cuando el EZLN ocupó la tribuna para defender los acuerdos de San Andrés.

“Sabemos –dijo en aquella ocasión a los diputados– que el movimiento nacional indígena no nace en 1994. El movimiento nacional indígena tiene años, simplemente que hasta ahora, después de 1994, fue cuando se sacude México y muchos que ni sabían que existían los indígenas voltearon a ver.”

Muy pocas personas (hombres y mujeres) tienen el pulso de lo que sucede con la lucha de los pueblos originarios que ella posee. Su conocimiento de lo que acontece en las entrañas de las comunidades es profundo y reflexivo. Es de primera mano. Proviene, tanto de su compromiso con la reconstitución de su pueblo, como de su participación a lo largo de más de dos décadas en encuentros, foros, seminarios, comparticiones y congresos por todo México. Adicionalmente, ha elaborado un documentado diagnóstico de lo que acontece en el país.

Fue durante su participación en el Foro Nacional Indígena de San Cristóbal que descubrió que los habitantes de su comunidad no eran los únicos pobres y que otras comunidades originarias padecían los mismos problemas que la suya. De inmediato se adhirió a la causa indígena, en la que encontró su lugar y su misión de vida.

No fue exclusivamente una decisión individual, sino parte del sentir de todo un pueblo. Cuando el subcomandante Marcos visitó Tuxpan, en marzo de 2006, el representante de los ancianos del municipio, Félix Vázquez Ceballos, le dijo a los zapatistas: Desde 1994, año en que se levantaron contra el gobierno, las comunidades nahuas de Tuxpan hemos acompañado su paso, pues hemos entendido que su lucha es la lucha de todos los pueblos indígenas.

María de Jesús recuerda que, cuando nació, en Tuxpan sólo había luz y empedrado en el centro del municipio, y las casas eran de adobe y teja. Acarreaba el agua en botes colocados en extremos de un palo (Revista Tukari, https://goo.gl/0sd0Kq).

Los nahuas de Tuxpan, despojados de sus tierras, habían sido arrinconados, empobrecidos y oficialmente desaparecidos de los censos, ante el embate combinado de ganaderos, madereros, empresas mineras y programas gubernamentales. Y la enseñanza de su lengua desterrada de las aulas y los programas educativos.

Sin embargo, a pesar de esa agresiva ofensiva neocolonial en su contra, su identidad indígena resistió los embates del nuevo colonialismo. Contra la corriente, desde los entresijos de su cultura, los nahuas de Tuxpan emprendieron su reconstitución como pueblo. María de Jesús se involucró de lleno en este renacimiento.

Marichuy dirige la Casa de Salud Calli tecolhuacateca tochan, espacio para el ejercicio y desarrollo de la medicina indígena tradicional. Herramienta privilegiada en la reconstitución de los pueblos, esta terapia permite conservar y transmitir los conocimientos adquiridos durante años por los antepasados. “Se enfoca –según la médica Patricio– no sólo en curar un mal particular, sino un mal de la comunidad”.

Su vocación como médica tradicional le nació desde pequeña, cuando observaba cómo las mujeres mayores, entre ellas mis tías y mi abuela, curaban a los enfermos de susto, espanto, aduendado, bilis, debilidad o canícula. Mi tía Catarina, por ejemplo, hacía las limpias con plantas y preparaba ungüentos que esparcía por todo el cuerpo de los enfermos (Revista Tukari, https://goo.gl/0sd0Kq). Su tata y su tía fueron sus maestros.

El ejercicio de la medicina tradicional forma parte de un proyecto de resistencia y emancipación más amplio. “La Casa de Salud –afirma María de Jesús– nos ha llevado a la defensa de la medicina tradicional, los territorios indígenas y la madre tierra desde la perspectiva anticapitalista, de la lucha libertaria de los pueblos indígenas, circunstancia que nos ha hecho promotores activos del CNI, de los foros y encuentros en defensa de la medicina tradicional y de la alianza estratégica entre el movimiento indígena civil y el EZLN”. (https://goo.gl/d6M3eT)

Marichuy ha reflexionado desde hace muchos años sobre la cuestión de la mujer indígena y su liberación. En su intervención en el seminario Los muros del capital, las grietas de la izquierda, documentó las dos caras de la condición femenina: de un lado –dijo– el país está pensado sin la mujer, y las mujeres son las siempre oprimidas y excluidas, del otro –aseguró– son quienes encabezan hoy las resistencias.

Para ella, desmontar el capitalismo camina de la mano en el combate contra el machismo. Por eso ve en la propuesta del CNI-EZLN de que el Concejo Indígena de Gobierno (CIG) tenga a una mujer, de abajo, indígena y anticapitalista, como vocera y candidata independiente a la Presidencia de México, la vía para luchar simultáneamente contra el machismo y la hidra capitalista.

Este 28 de mayo, la plenaria del CNI, integrada por 693 delegados, 71 concejales, 230 delegados zapatistas y 492 invitados, decidió que esa mujer que va a hacer historia como vocera y candidata del CIG, que no busca votos, sino defender la vida, es ni más ni menos que ella: María de Jesús Patricio.

Twitter: @lhan55
Concejo Indígena de Gobierno
Magdalena Gómez. La Jornada. Opinión, martes 30 de mayo de 2017.

El pasado fin de semana se realizó en el Cideci de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la asamblea constitutiva del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) del Congreso Nacional Indígena (CNI). Contó con la participación de mil 252 representantes de pueblos y comunidades indígenas, 230 delegados zapatistas, un total de mil 482 asistentes. Con ello culminó una primera fase del proceso que se abrió en el quinto congreso del CNI el pasado octubre en torno a la propuesta, que fue ampliamente consultada y aprobada por los pueblos, de crear un Concejo Indígena de Gobierno y nombrar una vocera que participara como candidata independiente a la Presidencia de la República en 2018.
Importa recordar que tras el anuncio de la referida propuesta se desató una embestida racista que pronto se trasmutó en la estrategia de omitir toda referencia a la misma. A ella se sumaron diversos personajes de la izquierda institucional. Estos días se rompió parcialmente el silencio y se mostró que resulta difícil cuestionar la mirada hegemónica electoral. La nota central sobre la referida asamblea fue el nombramiento de una candidata indígena, antes que la relevancia de la creación del CIG, ninguna referencia a los resolutivos que se dieron a conocer en la fase abierta a los medios sobre los propósitos del concejo, su organización y la forma de vincularse con los sectores sociales del país. La amplia y madura discusión sobre estos temas fue el corazón de la asamblea, su corolario fue el nombramiento como vocera a la figura histórica del CNI perteneciente al pueblo náhuatl del sur de Jalisco María de Jesús Patricio Martínez, quien, se destacó, representará la voz de los pueblos originarios del CIG en el proceso electoral de 2018. Nombraron una vocera y todos los medios lo tradujeron como candidata. Y no es cuestión meramente formal, al omitir al CIG pretenden eludir al proyecto organizativo autonómico y anticapitalista. Por otra parte, pese a que la sesión inaugural y la final fueron abiertas a los medios, ninguno refirió el cuidado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) de ocupar un lugar atrás del auditorio, ni en la participación puntual del subcomandante Moisés exigiendo verdad y justicia para Ayotzinapa, y manifestando apoyo y solidaridad con el pueblo wirrárika, y la muy simbólica y silenciosa presencia del subcomandante Galeano acompañado de la niña Defensa Zapatista con su mensaje: No tengan miedo y el de Pedrito sigan adelante y no se rindan. La relación del EZLN con los pueblos indígenas y el CNI es sólida, y es de profundo respeto. Es obvio que relación hay, por ello, el consejo provisional del CNI cuando dio a conocer que su propuesta de vocera era la compañera Marichuy pidió su opinión al EZLN y la comandanta Miriam seguida de un grupo de comandantas ingresó y pidió permiso para hablar con ella a solas y conversar como siente su corazón y regresó para informar que acompañaban dicha propuesta, la cual fue avalada por unanimidad en la asamblea. No hay duda de que María de Jesús Patricio expresa con creces el perfil que decidió el CNI. Sus palabras, fuertes y pausadas, me recordaron las que pronunció en San Lázaro otro día 28, aquél en marzo de 2001: “La tierra y el territorio tienen para nuestros pueblos un significado especial, para nosotros la tierra es nuestra madre, de ella nace y crece todo lo que nos da vida; en ella respira y tiene vida cada arroyo, cada roca, cada cerro. Por tener vida y ser fuente de vida, la tierra tiene un significado especial y sagrado para nosotros. La madre tierra nos alimenta, de ella recibimos el aire que respiramos, el sol que nos ilumina, la luz para el trabajo, la oscuridad para el descanso y el sueño. De ella recibimos la primera visión y el primer respiro al nacer. A ella regresaremos al final de nuestros pasos por este mundo… No concebimos que nuestras tierras y territorios sean como un objeto cualquiera, que puede ser vendida y comprada como cualquier mercancía”.

La asamblea indígena que creó el CIG es muestra del potencial de los pueblos indígenas, de su madurez, de la amplitud de sus agendas, de la conciencia que tienen sobre la necesidad de la unidad, de romper cadenas que les inmovilizan como los llamados apoyos económicos oficiales que ningún partido cuestiona, porque se benefician de ello. Muchas de sus propuestas no son de realización inmediata, pero son su faro, su horizonte emancipatorio. Los principios no son moda pasajera; por ello Marichuy, la vocera del CIG, recuperando las voces de la asamblea, reafirmó que este es un proyecto por la vida, por la organización, por la reconstitución de los pueblos; no es para llevar votos; llamemos a la sociedad civil; unamos esfuerzos; es paso necesario si queremos que sigamos existiendo. Aquí estamos presentes quienes van a estar al frente son los 71 concejales, hombres y mujeres del CIG. Yo seré la vocera, indicó.
Ni más ni menos
Fue designada vocera del Concejo Indígena de Gobierno
María de Jesús Patricio, candidata de CNI-EZLN a la presidencia

‘‘Les vamos a echar a perder su fiesta basada en nuestra muerte’’, dicen 
(Ver más abajo comunicado completo del ezln: "QUE RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA" y otros artículos para tener más elementos para la discusión política con miras al proceso electoral de 2018).
Foto
‘‘Buscaremos la dignidad, la organización y la construcción de un nuevo país’’, sostuvo ayer el CNI. En la imagen, la aspirante independiente a la presidencia de la República, María de Jesús Patricio MartínezFoto Víctor Camacho
Elio Henríquez. Corresponsal. La Jornada. Lunes 29 de mayo de 2017, p. 5


San Cristóbal de las Casas, Chis.


El Congreso Nacional Indígena (CNI) y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) eligieron a María de Jesús Patricio Martínez como vocera del Concejo Indígena de Gobierno (CIG) de México, y candidata independiente para las elecciones presidenciales de 2018.


Al dar a conocer el nombre de la candidata, después de dos días de asamblea en los que participaron mil 482 delegados, concejales y observadores de todo el país, se afirmó que ‘‘por acuerdo de nuestra asamblea constitutiva del CIG decidimos nombrar como vocera a nuestra compañera María de Jesús Patricio Martínez, del pueblo nahua, cuyo nombre buscaremos que aparezca en las boletas electorales para la presidencia de México en 2018’’.


En un comunicado, el EZLN y el CNI llamaron a ‘‘organizarnos en todos los rincones del país para reunir los elementos necesarios para que el Concejo Indígena de Gobierno y nuestra vocera sea registrada como candidata independiente a la presidencia de este país, y sí echarles a perder su fiesta basada en nuestra muerte y hacer la propia basada en la dignidad, la organización y la construcción de un nuevo país y un nuevo mundo’’.


Manifestaron que ‘‘ninguna delimitación de nuestros pueblos, ninguna determinación ni ejercicio de autonomía, ninguna esperanza hecha realidad ha respondido a los tiempos y formas electoreras que los poderosos llaman democracia, por lo que sólo pretendemos arrebatarles el destino que nos han quitado y desgraciado; pretendemos desmontar ese poder podrido que está matando a nuestros pueblos y la madre tierra’’.



Reiteraron que no buscan ‘‘administrar el poder podrido sino desmontarlo desde las grietas que sabemos somos capaces. Confiamos en la dignidad y honestidad de los que luchan: maestros, estudiantes campesinos, obreros, jornaleros, y queremos que se profundice la grieta que cada uno de ellos ha ido labrando, desmontando en lo chiquito y grande el poder de arriba’’.
Sostuvieron que ‘‘las organizaciones criminales que actúan en descarada complicidad con todos los órganos del gobierno, partidos políticos e instituciones, configura el poder de arriba y son causa de repugnancia para millones de mexicanos en el campo y la ciudad’’.
Añadieron que ‘‘nos siguen diciendo que votemos, que creamos en el poder de arriba que siguen dibujando e imponiendo nuestro destino’’, pero ‘‘en ese rumbo sólo vemos yerba que crece y en el horizonte está la muerte y destrucción de nuestras tierras, familias y vidas’’.

Marichuy, heredera de Ramona


Juan Carlos G. Partida. Corresponsal. La Jornada. Lunes 29 de mayo de 2017, p. 5

María de Jesús Patricio Martínez  (Marichy) fundó y actualmente dirige la Calli Tecolhocuateca Tochan, la Casa de los Antepasados, ubicada en el centro de Tuxpan, Jalisco, que, aliada con la Universidad de Guadalajara (UdeG), mantiene viva la medicina tradicional y la lengua nahua en el sur del estado.

Patricio Martínez, de 57 años de edad y madre de tres hijos, atiende a enfermos de Tuxpan y rancherías circundantes en un dispensario de medicina alternativa que inició en 1992. Marichuy, como es conocida, adscrita a la Unidad de Atención a Comunidades Indígenas (UACI) de la UdeG desde 1997, es un referente en Tuxpan, entre los nahuas y la población mestiza.

Hasta hace unos días, ofrecía terapias alternativas con medicina tradicional indígena, homeopatía, herbolaria e iridología. Sus compañeros en la UACI recuerdan que a la par de la herbolaria y sus exitosas terapias, Marichuy inició jornadas para preservar la lengua originaria.

‘‘Fue muy cercana al empoderamiento de las mujeres indígenas, tradicionalmente relegadas, con visitas constantes no sólo a las comunidades y ejidos de Tuxpan, sino al municipio de Cuautitlán de García Barragán, en el ejido Ayotitlán, que tiene el núcleo nahua más habitado por la etnia’’, dijo Jaime Hernández, quien trabajó en la UACI como abogado de comunidades nahuas.
El ayuntamiento de Tuxpan, de donde es originaria, entregó a Marichuy el año pasado un premio al mérito en las áreas de ciencia y cultura, por su trabajo comunitario.
Fue de las primeras en sumarse al levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en 1994, y en promover en Tuxpan organismos indígenas y campesinos filiales del Congreso Nacional Indígena (CNI), a cuyas asambleas regionales, nacionales e internacionales suele acudir.

Logró que en la UACI se implementaran programas de relatorías y memorias logísticas de las actividades del CNI, para tener un registro histórico. Se le considera heredera del liderazgo de la comandanta Ramona dentro de la estructura del CNI.

Marichuy, candidata indígena
Disrupción, desde CIG y EZLN...
Julio Hernández López. La Jornada. Astillero, lunes 29 de mayo de 2017



A María de Jesús Patricio Martínez le dicen Marichuy. Nació en la comunidad nahua de Tuxpan, Jalisco, el 23 de diciembre de 1963 y ha dedicado buena parte de su vida a preservar y a aplicar la medicina tradicional y herbolaria. Desde ayer es la vocera y candidata independiente a la Presidencia de la República por parte del Concejo Indígena de Gobierno (CIG), en el que participan representantes de decenas de pueblos indígenas y mandos militares y bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Marichuy... fue electa este domingo en una sesión realizada en territorio zapatista de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, a partir de una convocatoria emitida durante un congreso nacional indígena que se realizó en los últimos días del año pasado y principios del presente. Es decir, a nadie debería sorprender el cumplimiento de un proceso anunciado, pero, aun así, la candidata, y la decisión de esas organizaciones de hacerse presentes en los comicios de 2018, constituyen una disrupción, es decir, una rotura o interrupción brusca de un curso electoral que es determinado, con sus altibajos, por los partidos y los candidatos tradicionales, en una especie de aceptación matizada de las reglas de un juego cíclico. Sin obsesión por el triunfo formal derivado de las urnas, deseosa sobre todo de dar más visibilidad a la realidad de los indígenas mexicanos y de quienes como ellos luchan en otras partes del país, esta candidatura presidencial independiente contrasta de manera natural con los esfuerzos que se nuclean en Morena, con Andrés Manuel López Obrador como candidato por tercera ocasión, quien exhorta a otros competidores a unirse en torno a su figura. No son solamente diferencias de forma, sino de fondo, de estrategia para alcanzar un cambio trascendental y profundo. La campaña de Marichuy transcurrirá, además, en escenarios populares e indígenas cada vez más golpeados por la violencia de los grupos del crimen organizado y por la voracidad corrupta, cada vez más desatada e inocultable, de segmentos políticos y gubernamentales que afectan la riqueza natural de los pueblos y están provocando formas de protesta popular inusitada en varios lugares. De la revista Tukari, espacio de comunicación intercultural, publicada por la Universidad de Guadalajara, se toman referencias autobiográficas de la ahora candidata Patricio Martínez, en edición de 2010: Recuerdo que durante mucho tiempo sólo hubo luz y empedrado en el primer cuadro de mi pueblo; las casas eran de adobe y teja, y se tenían que hacer largas filas para surtir el agua que emanaba únicamente de tres llaves. En ese entonces tenía que cargar el agua con dos botes colocados a los extremos de un palo fijado a mi espalda, y cuando era de noche y necesitaba hacer algún mandado, prendía un ocote para divisar el camino, si es que la luna no lo iluminaba (https://goo.gl/6GKpDz ). Por un problema familiar que no encontraba solución en la medicina tradicional, se asomó a los métodos de los curanderos locales: Una curandera me dijo que si yo decidía curar, no debía lucrar con mis saberes, pues la luz que me protege se extinguiría, y no podría hacerlo de nuevo. La tía Luz me orientaba sobre las limpias y las curaciones de ojo, susto y empacho, y poco a poco fui ganando la confianza de quienes acudían conmigo a aliviarse. Además, mi conocimiento se fue enriqueciendo mientras impartía talleres sobre plantas medicinales en la comunidad y en la sierra de Manantlán.....

Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero


  COMUNICADO (COMPLETO) DEL EZLN: "QUE RETIEMBLE EN SUS CENTROS LA TIERRA"
QUE RETIEMBLE EN 
SUS CENTROS LA TIERRA  
A los pueblos del mundo
A los medios libres de comunicación
A la Sexta Nacional e Internacional

Convocados por la conmemoración del 20 aniversario del Congreso Nacional Indígena y de  la viva resistencia de los pueblos, naciones y tribus originarios de este país México, de las lenguas amuzgo, binni-zaá, chinanteco, chol, chontal de Oaxaca, coca, náyeri, cuicateco, kumiai, lacandón, matlazinca, maya, mayo, mazahua, mazateco, mixe, mixteco, nahua, ñahñu, ñathô, popoluca, purépecha, rarámuri, tlapaneco, tojolabal, totonaco, triqui, tzeltal, tsotsil, wixárika, yaqui, zoque, chontal de Tabasco y hermanos aymara, catalán, mam, nasa, quiché y tacaná     decimos  con firmeza que nuestra lucha es abajo y a la izquierda, que somos anticapitalistas y que se ha llegado el tiempo de los pueblos, de hacer vibrar este país con el latir ancestral del corazón de nuestra madre tierra.


Es así que nos reunimos a celebrar la vida en el Quinto Congreso Nacional Indígena que tuvo lugar del 9 al 14 de octubre de 2016 en el CIDECI-UNITIERRA, Chiapas, desde donde nuevamente nos damos cuenta de la agudización del despojo y la represión que no han parado en 524 años en que los poderosos iniciaron una guerra que tiene como fin exterminar a los que de la tierra somos y que como sus hijos no hemos permitido su destrucción y muerte para beneficiar a la ambición capitalista que no conoce fin, más que la destrucción misma. La resistencia por seguir construyendo la vida hoy se hace palabra, aprendizaje y acuerdos.


En nuestros pueblos nos construimos cada día en las resistencias por detener la tempestad y ofensiva capitalista que no cesa sino que se vuelve cada día más agresiva y se ha convertido en una amenaza civilizatoria no sólo para los pueblos indígenas y campesinos sino para los pueblos de las ciudades que deben también crear formas dignas y rebeldes para no ser asesinados, despojados, contaminados, enfermados, esclavizados, secuestrados o desaparecidos. Desde nuestras asambleas comunitarias hemos decidido, ejercido y construido nuestro destino desde tiempos inmemoriales, por lo que mantener nuestras formas de organización y defensa de nuestra vida colectiva es posible únicamente desde la rebeldía ante los malos gobiernos, sus empresas y su delincuencia organizada.


Denunciamos que:
  1. Al Pueblo Coca, Jalisco, el empresario Guillermo Moreno Ibarra invadió 12 hectáreas de bosque en el paraje conocido como El Pandillo en contubernio con las instituciones agrarias, usando la criminalización de los que luchan que llevó a que 10 comuneros estuvieran sujetos a juicios por 4 años. El mal gobierno está invadiendo la isla de Mezcala que es tierra sagrada comunal, al mismo tiempo que desconoce al pueblo coca en la legislación indígena estatal con el objetivo de borrarlos de la historia.
  2. Los Pueblos Otomí Ñhañu, Ñathö, Hui hú, y Matlatzinca del Estado de México y Michoacán están siendo agredidos a través de la imposición del mega proyecto de construcción de la autopista privada Toluca – Naucalpan y el tren interurbano, destruyendo casas y lugares sagrados, compran conciencias y amañan las asambleas comunales con presencia policiaca, además de los tramposos censos de comuneros que suplantan la voz de todo un pueblo, privatización y despojo de agua y territorio en el volcán Xinantécatl, conocido como el Nevado de Toluca, al que los malos gobiernos quitan la protección que ellos mismos le dieron para entregarlos a empresas turísticas. Se sabe que detrás de todos estos proyectos está el interés por el despojo del agua y de la vida de la región. En la zona de Michoacán se le niega la identidad al pueblo otomí mientras un grupo de gendarmería ha entrado a la región para cuidar los cerros prohibiendo a los indígenas subir y cortar madera.
  3. A los pueblos originarios residentes en la Ciudad de México se les despoja de los territorios que han conquistado para ganarse la vida trabajando, robándoles sus mercancías y usando fuerza policiaca. Se les desprecia y reprime por usar su ropa y su lengua, además de que se les criminaliza acusándoles de vender droga.
  4. El territorio del Pueblo Chontal de Oaxaca es invadido por concesiones mineras que desmantelan los terrenos comunales, lo que afectará a 5 comunidades, su gente y recursos naturales.
  5. En el Pueblo Maya Peninsular de Campeche, Yucatán y Quintana Roo hay despojo de tierras para la siembra de soya transgénica y palma africana, la contaminación de los acuíferos por agroquímicos, la construcción de parques eólicos, parques solares, desarrollos eco turístico y empresas inmobiliarias. Asimismo están en resistencia contra las altas tarifas de la luz eléctrica que han traído hostigamientos y órdenes de aprehensión. En Calakmul, Campeche 5 comunidades son despojadas por la imposición de áreas naturales protegidas, pago por servicios ambientales y captura de carbono, en Candelaria, Campeche persiste la lucha por la certeza en la tenencia de la tierra. En los 3 estados se da una fuerte criminalización a quienes defienden el territorio y los recursos naturales.
  6. Al Pueblo Maya de Chiapas, tzotzil, tzeltal, tojolabal, chol y lacandón, se les continúa despojando de sus territorios para la privatización de los recursos naturales, lo que ha traído encarcelamientos y asesinatos de quienes defienden el derecho a permanecer en su territorio, se les discrimina y reprime constantemente cuando se defienden y se organizan para seguir construyendo su autonomía, aumentando las violaciones a los derechos humanos a cargo de fuerzas policiacas. Existen campañas de fragmentación y división dentro de las organizaciones, así como asesinatos de compañeros que han defendido su territorio y recursos naturales en San Sebastián Bachajón. Los malos gobiernos siguen tratando de destruir la organización de las comunidades bases de apoyo del EZLN y nublar la esperanza que de ellas emana y que ofrece una luz a todo el mundo.
  7. El pueblo Mazateco de Oaxaca ha sido invadido por propiedades privadas, donde explotan el territorio y la cultura para el turismo como el nombramiento de Huautla de Jiménez como “Pueblo Mágico” para hacer legal el despojo y la comercialización de saberes ancestrales, acompañado de concesiones mineras y exploración de espeleólogos extranjeros en las grutas existentes. Lo que imponen mediante un creciente hostigamiento por parte del narcotráfico y militarización del territorio. Los feminicidios y violaciones a las mujeres en la región van en aumento siempre con la complicidad omisa de los malos gobiernos.
  8. A los Pueblos Nahua y Totonaca de Veracruz y Puebla se enfrentan a las fumigaciones aéreas que producen enfermedades a nuestros pueblos. Hay exploración y explotación de minería e hidrocarburos a través del fracking y se encuentran en peligro 8 cuencas a causa de nuevos proyectos que contaminan los ríos.
  9. Los pueblos nahua y Popoluca del sur de Veracruz enfrentan el asedio de la delincuencia organizada y sufren los riesgos de la destrucción territorial y desaparición como pueblo por la amenaza de la minería, de los eólicos y sobre todo de la explotación de hidrocarburos mediante el fracking.
  10. El Pueblo Nahua, que se encuentra en los estados de Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Estado de México, Jalisco, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y Ciudad de México, enfrenta una constante lucha por contener el avance del llamado  Proyecto Integral Morelos, que comprende gaseoductos, acueductos y termoeléctrica. Los malos gobiernos deseando detener la resistencia y comunicación de los pueblos intenta despojar de la radio comunitaria de Amiltzingo, Morelos. Asimismo la construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México y las obras complementarias amenazan los territorios circundantes al lago de Texcoco y la Cuenca del Valle de México, principalmente Atenco, Texcoco y Chimalhuacán. Mientras que en Michoacán el pueblo nahua enfrenta el saqueo de los  recursos naturales y minerales por parte de sicarios acompañados por policía o ejército y la militarización y paramilitarización de sus territorios. Tratar de detener esta guerra ha costado el asesinato, persecución, encarcelamiento y hostigamiento a líderes comunitarios.
  11. El Pueblo Zoque de Oaxaca y Chiapas enfrenta la invasión por concesiones mineras y supuestas propiedades privadas en tierras comunales en la región de los Chimalapas; asimismo tres hidroeléctricas y la extracción de hidrocarburos mediante fracking. Hay corredores ganaderos y en consecuencia tala excesiva de los bosques para pastizales, también se están cultivando semillas transgénicas. Al mismo tiempo existen zoques migrantes en varios estados del país reconstituyendo su organización colectiva.
  12. El Pueblo Amuzgo de Guerrero enfrenta el despojo del agua del río San Pedro para zonas residenciales y el abastecimiento de la ciudad de Ometepec. Su radio comunitaria ha sido objeto de una constante persecución y hostigamiento.
  13. El Pueblo Rarámuri de Chihuahua sufre la pérdida de áreas de cultivo por la construcción de carreteras, el aeropuerto en Creel y por el gaseoducto que viene de Estados Unidos a Chihuahua, además de existir mineros japoneses y de represas y turismo.
  14. El Pueblo Wixárika de Jalisco, Nayarit y Durango se enfrenta a la destrucción y privatización de sus lugares sagrados de los que dependen todos sus tejidos sociales, políticos y familiares, el despojo de sus tierras comunales a favor de caciques, valiéndose de las indefiniciones limítrofes entre estados de la República y campañas de división orquestadas desde los malos gobiernos.
  15. El Pueblo Kumiai de Baja California sigue luchando por la reconstitución de sus territorios ancestrales, contra invasiones por particulares, la privatización de sus lugares sagrados y la invasión de los territorios por gaseoductos y autopistas.
  16. El Pueblo Purépecha de Michoacán tiene el problema de deforestación, ejercida desde la complicidad entre los malos gobiernos con los grupos narcoparamilitares que saquean los bosques y la madera. Para ellos la organización de debajo de las comunidades es un obstáculo para el saqueo.
  17. En el pueblo Triqui de Oaxaca la presencia de los partidos políticos, empresas mineras, paramilitares y malos gobiernos fomentan la desintegración de los tejidos comunitarios para el saqueo de los recursos naturales
  18. Al Pueblo Chinanteco de Oaxaca le destruyen sus formas de organización comunitaria con el reparto agrario, la imposición de pagos por servicios ambientales, la captura de carbono y el ecoturismo. La proyección de una autopista de 4 carriles atraviesa el territorio y lo divide. En los ríos Cajono y Usila los malos gobiernos tienen proyectadas tres represas que afectará a pueblos chinantecos y zapotecos. Hay concesiones mineras y la exploración de pozos petroleros.
  19. El Pueblo Náyeri de Nayarit enfrenta la invasión y destrucción de sus territorios sagrados en el sitio denominado Muxa Tena en el Río San Pedro mediante el proyecto hidroeléctrico Las Cruces.
  20. El Pueblo Yaqui de Sonora mantiene la lucha sagrada en contra del gaseoducto que atravesará su territorio y en defensa de las aguas del Río Yaqui que los malos gobiernos deciden llevar a la ciudad de Hermosillo, Sonora, aún en contra de sentencias judiciales y recursos internacionales que han dejado demostrada su razón legal y legítima, valiéndose de la criminalización y hostigamiento de autoridades y voceros de la tribu Yaqui.
  21. Los Pueblos Binizzá e Ikoot se organizan y articulan para contener el avance de los proyectos eólicos, mineros, hidroeléctricos, presas, gaseoductos y en especial la zona llamada Zona Económica Especial del Istmo de Tehuantepec y de infraestructura que amenazan el territorio y la autonomía de los pueblos en el Istmo de Tehuantepec, quienes son calificados como talibanes del medio ambiente y talibanes del derecho indígena como las palabras expresadas por la Asociación Mexicana de Energía al referirse a la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco.
  22. El Pueblo Mixteco de Oaxaca sufre el despojo de su territorio agrario, afectando con ello sus usos y costumbres mediante amenazas, muertes y encarcelamientos que buscan callar las voces de los inconformes, promoviendo grupos paramilitares armados por los malos gobiernos, como es el caso de San Juan Mixtepec, Oaxaca.
  23. Los pueblos Mixteco, Tlapaneco, y Nahua de la montaña y costa de Guerrero enfrentan la imposición de megaproyectos mineros apoyados por el narcotráfico, sus paramilitares y los malos gobiernos, que se disputan los territorios de los pueblos originarios.
  24. El mal gobierno mexicano sigue mintiendo y tratando de ocultar su descomposición y responsabilidad absoluta en la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero
  25. El Estado mantiene secuestrados a los compañeros Pedro Sánchez Berriozábal, Rómulo Arias Míreles, Teófilo Pérez González, Dominga González Martínez, Lorenzo Sánchez Berriozábal y Marco Antonio Pérez González de la comunidad Nahua de San Pedro Tlanixco en el Estado de México, al compañero zapoteco de la región Loxicha Álvaro Sebastián, a los compañeros Emilio Jiménez Gómez y Esteban Gómez Jiménez presos de la comunidad de Bachajón, Chiapas, a los compañeros Pablo López Álvarez y manteniendo en el exilio de Raúl Gatica García y Juan Nicolás López del Consejo Indígena y Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón. Recientemente un juez de consigna dictó sentencia de 33 años de prisión al compañero Luis Fernando Sotelo por exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, a los compañeros Samuel Ramírez Gálvez, Gonzalo Molina González y Arturo Campos Herrera de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias- PC. Asimismo mantiene cientos de presos indígenas y no indígenas en todo el país por defender sus territorios y exigir justicia.
  26. En el pueblo Mayo el territorio ancestral está siendo amenazado por proyectos carreteros para unir Topolobampo con el estado de Texas, Estados Unidos; al mismo tiempo que se configuran ambiciosos proyectos turísticos en la Barranca del Cobre.
  27. La nación Dakota está viendo invadido y destruido su territorio sagrado por gaseoductos y oleoductos, por lo que mantiene un plantón permanente para proteger lo que es suyo.

Por todo lo anterior reiteramos que el cuidado de la vida y de la dignidad, es decir la resistencia y la rebeldía desde abajo y a la izquierda, es nuestra obligación a la que sólo podemos responder de forma colectiva. La rebeldía pues, la construimos desde nuestras pequeñas asambleas en localidades que se conjuntan en grandes asambleas comunales, ejidales, en juntas de buen gobierno  y en acuerdos como pueblos que nos unen bajo una identidad. En el compartir, aprender y construir de los que somos el Congreso Nacional Indígena nos vemos y sentimos en nuestros dolores, descontento y en nuestros fundamentos  ancestrales.
Para defender lo que somos, nuestro caminar y aprendizaje se han consolidado en el fortalecimiento en los espacios colectivos para tomar decisiones, recurriendo a recursos jurídicos nacionales e internacionales, acciones de resistencia civil pacífica, haciendo a un lado los partidos políticos que sólo han generado muerte, corrupción y compra de dignidades, se han hecho alianzas con diversos sectores de la sociedad civil, haciendo medios propios de comunicación, policías comunitarias y autodefensas, asambleas y concejos populares, cooperativas, el ejercicio y defensa de la medicina tradicional, el ejercicio y defensa de la agricultura tradicional y ecológica, los rituales y ceremonias propias para pagar a la madre tierra y seguir caminando con ella y en ella, la siembra y defensa de las semillas nativas, foros, campañas de difusión y actividades político culturales.

Ése es el poder de abajo que nos ha mantenido vivos y es por ello que conmemorar la resistencia y rebeldía es también ratificar nuestra decisión de seguir vivos construyendo la esperanza de un futuro posible únicamente sobre las ruinas del capitalismo.
Considerando que la ofensiva en contra de los pueblos no cesará sino que pretenden hacerla  crecer hasta haber acabado con el último rastro de lo que somos como pueblos del campo y la ciudad, portadores de profundos descontentos que brotan también en nuevas, diversas y creativas formas de resistencias y de rebeldías es que este Quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de nuestros pueblos para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción.

Ante todo lo anterior, nos declaramos en asamblea permanente y consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este Quinto CNI para nombrar un concejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del CNI como candidata independiente que contienda a nombre del Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el proceso electoral del año 2018 para la presidencia de este país.
Ratificamos que nuestra lucha no es por el poder, no lo buscamos; sino que llamaremos a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarnos para detener esta destrucción, fortalecernos en nuestras resistencias y rebeldías, es decir en la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio. De construir la paz y la justicia rehilándonos desde abajo, desde donde somos lo que somos.

Es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación por y para todas y todos, de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor.
Por último anunciamos la creación de la página oficial del CNI en la dirección www.congresonacionalindigena.org

Desde el CIDECI-UNITIERRA, Chiapas, octubre de 2016
Por la Reconstitución Integral de Nuestros Pueblos
Nunca Más un México sin Nosotros
Congreso Nacional Indígena
Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación para todas y todos
Lanzarán EZLN y CNI candidata indígena independiente para 2018

La lucha no es por el poder, sino para detener la destrucción de las comunidades, afirman

(ver más arriba:Fue designada vocera del Concejo Indígena de Gobierno. María de Jesús Patricio, candidata de CNI-EZLN a la presidencia.‘‘Les vamos a echar a perder su fiesta basada en nuestra muerte’’, dicen. La Jornada, lunes 29 de mayo de 2017)

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El quinto Congreso Nacional Indígena concluyó ayer con la asistencia de representantes de más de 30 pueblos originarios e integrantes de la comandancia general del EZLNFoto Daliri Oropeza
Elio Henríquez Corresponsal.Periódico La Jornada. Sábado 15 de octubre de 2016, p. 3
San Cristóbal de Las Casas, Chis.
El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI) acordaron realizar una consulta en los pueblos y comunidades para elegir a una indígena de candidata independiente a la Presidencia de la República en los comicios de 2018, según explicaron en un comunicado conjunto.
Es el tiempo de la dignidad rebelde, de construir una nueva nación por y para todas y todos, de fortalecer el poder de abajo y a la izquierda anticapitalista, de que paguen los culpables por el dolor de los pueblos de este México multicolor, afirmaron.
Ratificaron que su lucha no es por el poder, sino que llamarán a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarnos para detener esta destrucción, fortalecernos en nuestras resistencias y rebeldías, es decir, en la defensa de la vida de cada persona, cada familia, colectivo, comunidad o barrio.
El acuerdo de realizar la consulta fue tomado durante el quinto Congreso Nacional Indígena, que comenzó el 9 de octubre y concluyó ayer en esta ciudad, con la asistencia de representantes de más de 30 pueblos originarios de México e integrantes de la comandancia general del EZLN, entre ellos los subcomandantes Galeano (antes Marcos) y Moisés.
El EZLN y el CNI informaron que a partir de ayer se declararon en asamblea permanente para consultar el acuerdo en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos, al tiempo que crearon la página oficial del CNI en la dirección www.congresonacionalindigena.org
El quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de nuestros pueblos para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción, subrayaron en el comunicado titulado Que retiemble en sus centros la tierra.
Manifestaron que el acuerdo fue tomado considerando que la ofensiva en contra de los pueblos no cesará, sino que pretenden hacerla crecer hasta haber acabado con el último rastro de lo que somos como pueblos del campo y la ciudad.
Dijeron que el acuerdo de realizar la consulta para nombrar un consejo indígena y postular a una indígena de candidata se tomó considerando que el EZLN y el CNI son portadores de profundos descontentos que brotan también en nuevas, diversas y creativas formas de resistencias y de rebeldías. La abanderada contendería en su nombre (n. del e. ver más arriba:
Fue designada vocera del Concejo Indígena de Gobierno. María de Jesús Patricio, candidata de CNI-EZLN a la presidencia. ‘‘Les vamos a echar a perder su fiesta basada en nuestra muerte’’, dicen. La Jornada, lunes 29 de mayo de 2017).
Los delegados del Congreso Nacional Indígena y los miembros de la comandancia general del EZLN se reunieron en las instalaciones del Centro Indígena de Capacitación Integral (Cideci-Unitierra), con sede en esta ciudad, convocados por la conmemoración del 20 aniversario del CNI y de la viva resistencia de los pueblos, naciones y tribus de México.
Nos reunimos a celebrar la vida en el quinto Congreso Nacional Indígena (y) nuevamente nos damos cuenta de la agudización del despojo y la represión que no han parado en 524 años en que los poderosos iniciaron una guerra que tiene como fin exterminar a los que de la tierra somos y que como sus hijos no hemos permitido su destrucción y muerte para beneficiar a la ambición capitalista que no conoce fin, más que la destrucción misma, expresaron.
En nuestros pueblos nos construimos cada día en las resistencias por detener la tempestad y ofensiva capitalista que no cesa, sino que se vuelve cada día más agresiva y se ha convertido en una amenaza civilizatoria no sólo para los pueblos indígenas y campesinos, sino para los pueblos de las ciudades que deben también crear formas dignas y rebeldes para no ser asesinados, despojados, contaminados, enfermados, esclavizados, secuestrados o desaparecidos.
Al mismo tiempo denunciaron que en diferentes estados del país los pueblos originarios enfrentan cada más la invasión y el despojo de territorios para la privatización de los recursos naturales, la explotación minera, construcción de presas hidroeléctricas y para proyectos carreteros, entre otros fines.
Entre estos casos citaron el del “pueblo nahua –que se encuentra en el estado de México, Puebla, Tlaxcala, Veracruz, Morelos, Jalisco, Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí y la Ciudad de México–, que enfrenta una constante lucha por contener el avance del llamado Proyecto Integral Morelos, que comprende gasoductos, acueductos y una termoeléctrica”.

Nuevo aeropuerto, una amenaza
Afirmaron que la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México y las obras complementarias amenazan los territorios circundantes al lago de Texcoco y la cuenca del Valle de México, principalmente Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, mientras en Michoacán el pueblo nahua enfrenta el saqueo de los recursos naturales y minerales por parte de sicarios acompañados por policía o Ejército y la militarización y paramilitarización de sus territorios.

Aseguraron que los pueblos otomí nhañu, nathö, hui hú y matlatzinca del estado de México y Michoacán están siendo agredidos a través de la imposición del megaproyecto de construcción de la autopista privada Toluca-Naucalpan y el tren interurbano, destruyendo casas y lugares sagrados; compran conciencias y amañan las asambleas comunales con presencia policiaca, además de los tramposos censos de comuneros que suplantan la voz de todo un pueblo, privatización y despojo de agua y territorio en el volcán Xinantécatl, conocido como el Nevado de Toluca, al que los malos gobiernos quitan la protección que ellos mismos le dieron para entregarlos a empresas turísticas.
Se sabe, dijeron, “que detrás de todos estos proyectos está el interés por el despojo del agua y de la vida de la región.

Sostuvieron que tratar de detener esta guerra ha costado el asesinato, persecución, encarcelamiento y hostigamiento a líderes comunitarios.
Reiteraron que el cuidado de la vida y de la dignidad, es decir la resistencia y la rebeldía desde abajo y a la izquierda, es nuestra obligación a la que sólo podemos responder de forma colectiva. La rebeldía, pues, la construimos desde nuestras pequeñas asambleas en localidades que se conjuntan en grandes asambleas comunales, ejidales, en juntas de buen gobierno y en acuerdos como pueblos que nos unen bajo una identidad.
EZLN Y CNI: apuesta organizativa muy audaz
Magdalena Gómez. La Jornada. Opinión., martes 18 de octubre de 2016

(Ver más abajo:El EZLN, el CNI y las elecciones Luis Hernández Navarro. La Jornada. Opinón, martes 18 de octubre de 2016)
Reconozco que resulta lugar común calificar de audaz el proyecto organizativo que acordaron y anunciaron el pasado 14 de octubre el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el Congreso Nacional Indígena (CNI) en el contexto del quinto Congreso Nacional Indígena y la conmemoración del vigésimo aniversario del CNI. En especial tratándose del EZLN, ¿qué mayor audacia?: justo el día en que entraba en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) le asestó al salinismo la sorpresa de una organización político-militar, de composición mayoritariamente indígena que le declaró la guerra al gobierno por la vía armada. Al estupor gubernamental le siguió el mensaje so­cial masivo en favor de la paz que obligó al cese unilate­ral al fuego decretado por Salinas de Gortari a escasos 12 días de iniciado el conflicto. El zapatismo supo escuchar y se sumó a una tregua que ya cumplió 22 años, tiempo en el cual, pese a múltiples provocaciones y agresiones, se ha sostenido. En el camino, el EZLN ha impulsado muy diversas iniciativas, unas más exitosas que otras, pero la más destacada y triunfante es la construcción de autonomías de hecho expresadas en las juntas de buen gobierno, derivada de ellas la escuelita zapatista y el seminario el pensamiento crítico y la hidra capitalista.
Me cuento entre quienes consideran que, si bien el capitalismo afecta por igual a obreros, campesinos, empleados, jóvenes, estudiantes, maestros entre otras y otros, es en el centro de los pueblos indígenas donde el zapatismo ha sembrado un parteaguas histórico. Desde ahí promueve una de las luchas más antisistémicas, cuestión que por cierto no es compartida por sectores que les han acompañado. Bien, pues el comunicado Que retiemble en sus centros la tierra, en efecto nos impacta y obliga a reflexionarlo y ello no resulta ciertamente sencillo. La inclinación inmediata es colocar la atención en la posible participación del EZLN y el CNI con una candidatura independiente encabezada por una mujer indígena y derivado de ello aparece como un viraje inexplicable, pues asumíamos que la opción electoral no estaba en el horizonte de esas fuerzas. Sin embargo, en el texto del comunicado hay elementos para salir de ese apuro, dirían las abuelas. Reiteran posturas indeclinables: decimos con firmeza que nuestra lucha es abajo y a la izquierda, que somos anticapitalistas y que se ha llegado el tiempo de los pueblos, de hacer vibrar este país con el latir ancestral del corazón de nuestra madre tierra. Y anuncian : “este quinto Congreso Nacional Indígena determinó iniciar una consulta en cada uno de nuestros pueblos para desmontar desde abajo el poder que arriba nos imponen y que nos ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción. Anuncian una consulta y su objeto, se declaran en asamblea permanente: consultaremos en cada una de nuestras geografías, territorios y rumbos el acuerdo de este quinto CNI para nombrar un concejo indígena de gobierno cuya palabra sea materializada por una mujer indígena, delegada del CNI como candidata independiente que contienda a nombre del Congreso Nacional Indígena y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en el proceso electoral del año 2018 para la Presidencia de este país.
Ese fue el acuerdo y los resultados de la consulta definirán su rumbo. Sin embargo, ya ciertos medios se apresuran a declarar como un hecho lo que se va a consultar y anuncian que el EZLN apuesta por la vía electoral, que dio un viraje y, como no pueden negar que tienen derecho a transitar por la vía electoral, ya hasta se preguntan y cuestionan, ¿por qué sectorial? Es decir, por qué indígena, y omiten decir por qué una mujer indígena.

Mi impresión es que la consulta de ese preciso acuerdo es el equivalente a su declaración inicial en 1994, de que tuvieron que taparse la cara para que los vieran. Hoy recurren a consultar sobre un tema en el que implícitamente, ideológicamente, tanto la clase política como los partidos políticos los consideran ajenos, es su cancha. ¿Cómo se atreven? Con toda esa parafernalia desatada, se movilizarán a lo largo y ancho del país para consultar, ya nos dirán cuál es la siguiente etapa.
Ignoro si los veremos apresurados cumpliendo con la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales para formar una asociación civil, darla de alta ante el Servicio de Administración Tributaria y abrir una cuenta bancaria para ese fin. Luego con la calidad de aspirante, reunir en 120 días más de 800 mil firmas de electores de por lo menos 17 entidades federativas. Si así fuera están en su derecho. Yo reafirmo el consejo de que nos apeguemos a su texto y con él por lo pronto me quedo: “Ratificamos que nuestra lucha no es por el poder, no lo buscamos; sino que llamaremos a los pueblos originarios y a la sociedad civil a organizarnos… construir la paz y la justicia rehilándonos desde abajo, desde donde somos lo que somos”.

Cuidado con asumir territorios vedados.


El EZLN, el CNI y las elecciones
Luis Hernández Navarro. La Jornada. Opinón, martes 18 de octubre de 2016

(Ver más arriba: EZLN Y CNI: apuesta organizativa muy audaz Magdalena Gómez. La Jornada. Opinión., martes 18 de octubre de 2016)
El EZLN y el CNI acordaron consultar, con pueblos y comunidades, la postulación de una mujer indígena como candidata a la Presidencia de la República en los comicios de 2018. La decisión ha levantado una enorme polémica. Unos ven en la determinación un giro de 180 grados en su línea de acción. Otros, su ingreso a la política. Algunos más, una maniobra en la formación de una coalición anti-Andrés Manuel López Obrador.
Estas tres opiniones son, además de equivocadas, prejuiciosas. Están basadas en la desinformación y en un esquema analítico que tiene como punto de partida: quien no está conmigo, está contra mí. Estos puntos de vista desconocen la historia y la trayectoria política, tanto del EZLN como de las organizaciones indígenas que forman parte del CNI.
Desde que el EZLN emergió a la vida pública no ha sido una fuerza abstencionista. No ha llamado a la abstención ni al boicot electoral, sino a organizarse y luchar. Y, al menos en una ocasión, promovió el voto por un candidato.

En los comicios presidenciales del 21 de agosto de 1994, llamó a votar contra el PRI, como parte de su lucha contra el sistema de partido de Estado y del presidencialismo. Es más, el 15 de mayo de ese año, en Guadalupe Tepeyac, las bases zapatistas y el subcomandante Marcos recibieron al candidato del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, y a su comitiva. Los rebeldes los saludaron y reconocieron que el entonces candidato los había escuchado con atención y respeto. De paso, criticaron al sol azteca.
Unos cuantos días después, mediante la Segunda Declaración de la Selva Lacandona, convocaron a una Convención Nacional Democrática de la que emane un gobierno provisional o de transición, sea mediante la renuncia del Ejecutivo federal o mediante la vía electoral. Este proceso –señalaron entonces– debería desembocar en la redacción de una nueva Carta Magna y en la realización de nuevas elecciones.

Al poco tiempo, el EZLN se sumó a la postulación del periodista Amado Avendaño como candidato de la sociedad civil a la gubernatura de Chiapas. Y, a raíz del fraude electoral que abortó su triunfo, lo reconoció como gobernador en rebeldía y lo trató como tal.
A finales de 2005 los zapatistas llamaron a organizar un gran movimiento nacional para transformar las relaciones sociales, elaborar un programa nacional de lucha y crear una nueva constitución política. En este marco, impulsaron la otra campaña, una iniciativa de política popular desde abajo y a la izquierda, independiente de los partidos políticos con registro, de corte anticapitalista.

Aunque la otra campaña nunca llamó a abstenerse ni a boicotear las elecciones, criticó acremente a los candidatos de los tres principales partidos políticos, incluido Andrés Manuel López Obrador. Cerca ya de las elecciones del 2 de julio de 2006, pasada ya la represión a San Salvador Atenco (3 y 4 de mayo de ese año) que cambió la dinámica de esta iniciativa política, en un acto en el cine Revolución de la Ciudad de México, el subcomandante Marcos se opuso personalmente a cuestionar a quienes pensaban sufragar. El que quiera votar, que vote, dijo allí.
A los zapatistas se les quiso responsabilizar del resultado final de los comicios de 2006 e incluso del fraude que le arrebató el triunfo en las urnas a Andrés Manuel López Obrador. Hace unos días, el dirigente de Morena denunció que en aquellas jornadas, el EZLN y la iglesia progresista habían orientado a no votar por él (cosa que nunca sucedió), ayudando indirectamente a robarle las elecciones. Desde entonces, el debate ha sido amargo e intenso. No ha dejado de serlo a pesar de que han transcurrido más de 10 años.

Durante años, la posición de los zapatistas no varió. Así lo refrendó el subcomandante Moisés, en el comunicado titulado Sobre las elecciones: organizarse, con fecha de abril de 2015. Allí advierte: “En estos días, como de por sí cada que hay esa cosa que llaman ‘proceso electoral’, escuchamos y miramos que salen con que el EZLN llama a la abstención, o sea que el EZLN dice que no hay que votar. Eso y otras tonterías dicen”.
Más adelante aclara la postura rebelde sobre la coyuntura electoral de ese año: Como zapatistas que somos no llamamos a no votar ni tampoco a votar. Como zapatistas que somos lo que hacemos, cada que se puede, es decirle a la gente que se organice para resistir, para luchar, para tener lo que se necesita.

El reciente documento conjunto del EZLN y el CNI, Retiemble en sus centros la tierra, representa un cambio de posición de los rebeldes. Pero no de 180 grados, porque nunca han sido abstencionistas.
Allí se llama a incursionar en una nueva forma de acción, que tiene como eje central la participación directa en la coyuntura electoral, como una forma de resistencia, organización y lucha. De colocar a los indígenas y a su problemática en el centro de la agenda política nacional. De hacer visibles las agresiones contra los pueblos originarios. De construir el poder de los de abajo. La decisión no significa el ingreso del EZLN a la lucha política. Los zapatistas siempre han estado allí. Nunca han dejado de hacer política desde que irrumpieron en la vida pública levantándose en armas en 1994. Se puede o no estar de acuerdo en la política que han hecho, pero reducir participación política a acción electoral en una coyuntura es una tontería.

Lo mismo puede decirse de las organizaciones que integran el CNI. La movilización de los purépechas de Cherán (una experiencia clave en el nuevo curso de la lucha indígena) por el reconocimiento de su autogobierno y autonomía es esencialmente política. También la experiencia de autodefensa náhuatl de Ostula, o la defensa de la comunidad otomí Xochicuautla de su territorio y recursos naturales.
Nadie tiene el monopolio de la representación política de la izquierda mexicana. Esa representación se gana día a día en la lucha. Acusar a los zapatistas y al CNI de hacerle el juego al gobierno porque pretenden participar electoralmente en 2018, al margen de los partidos políticos, es una muestra de prepotencia e intolerancia. A final de cuentas, será la sociedad mexicana en lo general y los pueblos indios en particular, los que decidirán si este camino es o no útil para transformar el país