EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE,
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Piden revisar instalaciones de
la prepa 1 Gabino Barreda
La Jornada. El Correo Ilustrado, martes 26 de septiembre de 2017.
Solicitamos urgentemente al rector de la Universidad
Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, que ordene revisar
con ingenieros especializados las instalaciones de la preparatoria
número uno Gabino Barreda, ante los severos daños sufridos en el
reciente terremoto del 19 de septiembre, y que ponen en peligro la vida
de maestros, estudiantes y trabajadores ante el inminente inicio de
clases.
José Lavanderos por Abogados para la Justicia y los Derechos Humanos
Carta al rector de la UNAM
La Jornada. El Correo Ilustrado, martes 26 de septiembre de 2017.
Rector Enrique Graue, no se equivoque otra vez; tal vez las instalaciones físicas de nuestra alma mater estén
listas para operar, bajo una óptica puramente material y eficientista;
sin embargo, quienes forman la esencia viva de universidad no lo están.
No lo están por la sencilla razón de que en las calles están volcados
estudiantes, maestros y trabajadores universitarios en las labores de
rescate, apoyo y solidaridad para con nuestros conciudadanos.
No puede haber un regreso a clases
, como si viviéramos una normalidad a todas luces inexistente.
No puede llamarse a los estudiantes a que regresen a las aulas ni forzar a los maestros y trabajadores a normalizar sus actividades
,
cuando hoy, más que nunca, el corazón noble e indómito de los
universitarios está en los centros de acopio, en las edificaciones
derrumbadas y en las que, permaneciendo de pie, sufren daños de diversa
índoles y magnitud.
No, el llamado debe ser a redoblar los esfuerzos y mantener a la UNAM
como centro neurálgico de apoyo e intervención en la comunidad, como ha
sido siempre. Cuando termine la primera fase de la emergencia, las
instituciones gubernamentales habrán concluido su parte, pero viene lo
más arduo, que es el apoyo físico, técnico y psicológico a las personas
damnificadas y la universidad, rector, será un pilar en la vuelta a la
normalidad, si es que eso puede existir.
Alfredo Macías Narro, orgulloso egresado de la Facultad de Arquitectura
Aún no se deben reanudar
clases en la UNAM, opinan
La Jornada. El Correo Ilustrado, lunes 25 de septiembre de 2017.
Rector Enrique Graue Wiechers: ¡Aún no es momento de
regresar a clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)!
Deseamos transmitir nuestra postura respecto de las decisiones
unilaterales de la Rectoría y directivos de todos los planteles, de
regresar a clases y a las labores académicas sin consultar a la
comunidad universitaria. México enfrenta momentos críticos derivados de
los recientes sismos que afectaron las zonas centro y sur-sureste del
país. Es de su conocimiento la magnitud de la tragedia respecto del
estado de emergencia que se vive.
Después de ver la situación que prevalece, los abajo firmantes
consideramos que no estamos en las condiciones adecuadas para retomar
nuestras actividades cotidianas y ser indiferentes ante esta tragedia.
Las autoridades universitarias han realizado un diagnóstico del estado
actual de las instalaciones de la UNAM, pero, ¿acaso han realizado un
diagnóstico de cuántos universitarios(as) tienen algún familiar herido,
desaparecido o fallecido tras el sismo del 19 de septiembre?, ¿cuántos
han sido desalojados o han perdido su patrimonio de forma parcial o
total?, ¿cuántos de nuestros hogares se encuentran inhabilitados o aún
faltan por ser diagnosticados por Protección Civil? o ¿cuántos
universitarios se encuentran en brigadas de apoyo y rescate en zonas de
desastre dentro y fuera de la ciudad?
En estos días las y los jóvenes, estudiantes, amas de casa, docentes,
obreras y obreros y trabajadores en general, hemos demostrado nuestra
capacidad de organización, compromiso y solidaridad ante situaciones tan
desconcertantes como son los fenómenos naturales.
La comunidad universitaria está jugando un papel fundamental en la
contingencia. Jóvenes estudiantes de todos los niveles colaboran en la
recepción, distribución y entrega de víveres a la población afectada; en
la remoción de escombros, censo de viviendas y edificios en riesgo;
contención de personas con crisis nerviosas y atención sicológica;
atención médica básica y promoción de la salud.
Cremos que las medidas unilaterales lo único que generarán es el
abandono masivo de apoyo en los albergues y centros de acopio, la
reducción de las brigadas universitarias, el rompimiento de los lazos de
cohesión social que se están generando mediante la solidaridad en las
calles y, en suma, la desmovilización social. Frente a ello no podemos
permanecer inertes.
De reanudar las clases, ¿quién estará a cargo de las labores de
apoyo, de los centros de acopio y de los albergues? ¿Acaso la Marina?,
¿el Ejército?, ¿la Policía Federal? Tengamos presente que en estos días
ha quedado demostrado que a los gobiernos federal y estatales no les
interesa en demasía la situación que padece nuestra ciudad y los demás
estados del país, esto está comprobado cuando observamos la forma en
cómo se apropian de los víveres, de los centros de acopio, de las
herramientas de trabajo y, por si fuera poco, cómo obstaculizan los
trabajos de rescate y apoyo. Desde nuestra perspectiva, antes que
plantearnos el regreso a clases, debemos replantearnos el sentido del
propósito esencial de nuestra universidad:
Artículo 3, Estatuto General de la UNAM: El propósito
esencial de la universidad será estar íntegramente al servicio del país y
de la humanidad, con un sentido ético y de servicio social, superando
constantemente cualquier interés individual
. Si no es el pueblo y
sus jóvenes ¿quiénes reconstruirán este país? #NadieALasAulas
#TodxsALasCalles. Por mi raza hablará el espíritu ¡El pueblo a la
universidad y la universidad al pueblo!
Académicos, profesores y estudiantes de licenciatura, maestría y
doctorado de la UNAM: José Luis García Hernández, Martín López Gallegos,
Walter J. Ángel Jiménez, Polette Rivero Villaverde, Laura Nieto
Sanabria, Lucía Ramírez Ugalde, Arianne Reséndiz y 234 firmas más
A la Comunidad de la
Facultad de Economía
Al pueblo de México.
Ante la devastación neoliberal y el desastre generado por los
sismos de los días 7 y 19 de septiembre en el país, los estudiantes y
profesores de la Facultad de Economía de la UNAM, manifestamos nuestra decisión
de mantener la solidaridad y acciones de apoyo a las comunidades afectadas,
para lo cual acordamos:
- Posponer el reinicio de clases y
solicitar al Consejo Técnico la reprogramación del calendario escolar,
extendiendo al menos por dos semanas el fin del semestre escolar.
Profesores y estudiantes compartimos la preocupación por reiniciar
nuestras actividades académicas lo más pronto posible, sin embargo
consideramos que en estos momentos no hay condiciones para ello, pues
mermaría las acciones de solidaridad y generaría una condición de posible
afectación para aquellos que
quieran mantener su participación solidaria.
- Mantener abierta la Facultad
para la organización del acopio de víveres, de ropa, tiendas de campaña,
materiales de curación, etcétera, y para la organización de las brigadas,
tanto en la Ciudad de México, como para otros estados de la República,
como Morelos y Puebla.
- Realizar en la Facultad de
Economía actividades de análisis y
estudio sobre las condiciones imperantes en la condición de emergencia del
país, sobre temas que nos permitan entender las causas del desastre
natural y la devastación económica y social que vivimos, así como los
problemas para la reconstrucción, y elaborar algunas propuestas.
- Emitir el siguiente pronunciamiento:
A la comunidad de la Facultad de Economía.
A la comunidad
Universitaria
Al pueblo de México.
El país vive una condición de emergencia ante el desastre
generado por los sismos de los días 7 y 19 de septiembre y por la degradación
de nuestra vida social y política y la enorme vulnerabilidad económica producto
de la imposición de una reproducción del capitalismo mexicano, en donde impera
el despojo sistemático de la riqueza generada por los trabajadores y las
trabajadoras , una concentración irracional de la riqueza , un ejercicio del
poder autoritario, de creciente militarización de la vida nacional y el
descrédito de las Instituciones del Estado Mexicano.
Ante la tragedia, fue la juventud mexicana, en su mayoría
estudiantes, la que de manera inmediata
y multitudinaria acudió al rescate de los heridos y desaparecidos bajo los
escombros, la que organizó el acopio de víveres, la que exigió que la policía ,
el ejército y la marina en vez de contener y controlar, dejara participar a los rescatistas ,la que
se opuso a la demolición de edificios colapsados para asegurar que ya no había
sobrevivientes y para que se realicen los peritajes necesarios a fin de
encontrar las causas de los desplomes de edificios y en su caso pedir el
castigo a los culpables de negligencia o actos de corrupción, fueron las y los
jóvenes los que denunciaron el uso faccioso y clientelar por parte de
instancias del gobierno federal y de gobiernos locales de los víveres y
materiales que la población donó.
Desde la Facultad de Economía
promovemos la solidaridad directa de las organizaciones, y grupos
ciudadanos y que se establezcan los mecanismos de relación directa con las
comunidades y los damnificados impulsando la recepción colectiva y la organización
de los afectados para la ayuda inmediata y las tareas de la reconstrucción.
Rechazamos el intento de las autoridades gubernamentales y
universitarias de querer aparentar una condición de normalidad apremiando al
reinicio de clases. También rechazamos el afán de querer controlar las expresiones
solidarias de la sociedad, saben que han sido rebasados por la participación
popular, de ahí su interés de canalizar toda la ayuda y las brigadas por las
"vías institucionales".
La reconstrucción obliga a un cambio radical en la forma de
acumulación depredadora, de subordinación a la economía estadounidense que
precariza el empleo, genera millones de pobres, acumula una devastación de los
recursos naturales de nuestro país y facilita las afectaciones por los
desastres naturales.
Exigimos que dejen de ser deducibles de impuestos las
aportaciones que los grandes millonarios de este país ofrecen para la
reconstrucción, y que se instrumente una política progresiva en el pago de
impuestos. Además urge una reasignación de los presupuestos públicos, utilizando
mayores recursos para la reconstrucción que los que se usan para garantizar los
pagos de la deuda pública, se pueden usar los remanentes del Banco de México
para levantar las casas y edificios derrumbados. También es una necesidad que gobierno, empresarios y legisladores
transparenten el flujo de las donaciones, el apoyo popular a los damnificados,
que se informe sobre los apoyos internacionales recibidos y su destino.
La sociedad, las comunidades deben ser partícipes de las
definiciones para todo el proceso de reconstrucción de viviendas, de escuelas y
de Hospitales. Es la única garantía de impedir que se impongan proyectos que no
correspondan a las necesidades de las comunidades, e incluso que se generen
actos de corrupción.
Hoy, los universitarios sabemos que tenemos una obligación
ética, con el pueblo de México, que es el que paga nuestra educación.
Mantenemos nuestro compromiso de contribuir en las brigadas de ayuda, pero
también manifestamos nuestra disposición a ayudar en la reconstrucción de las
zonas afectadas y de todo el país aportando nuestro conocimiento y acciones.
Llamamos a profesores y estudiantes de todas las Facultades de la UNAM y de
otras Instituciones, a formar grupos
multidisciplinarios para la reconstrucción con sentido social, respetando el
entorno de cada una de las zonas devastadas.
Recuperar los vínculos de los universitarios, profesores,
estudiantes trabajadores administrativos e incluso autoridades, hoy es
factible, si recuperamos el sentido de una participación democrática en la toma
de decisiones.
Por mi Raza hablará el
espíritu.
El pueblo a la
Universidad, la Universidad al pueblo
25 de septiembre de 2017
Asamblea de la Facultad
de Economía de la UNAM