miércoles, 27 de septiembre de 2017

AÚN NO SE DEBEN REANUDAR CLASES EN LA UNAM

EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE, 
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Piden revisar instalaciones de
 la prepa 1 Gabino Barreda
La Jornada. El Correo Ilustrado, martes 26 de septiembre de 2017.
Solicitamos urgentemente al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, que ordene revisar con ingenieros especializados las instalaciones de la preparatoria número uno Gabino Barreda, ante los severos daños sufridos en el reciente terremoto del 19 de septiembre, y que ponen en peligro la vida de maestros, estudiantes y trabajadores ante el inminente inicio de clases.
José Lavanderos por Abogados para la Justicia y los Derechos Humanos
Carta al rector de la UNAM
La Jornada. El Correo Ilustrado, martes 26 de septiembre de 2017.
 Rector Enrique Graue, no se equivoque otra vez; tal vez las instalaciones físicas de nuestra alma mater estén listas para operar, bajo una óptica puramente material y eficientista; sin embargo, quienes forman la esencia viva de universidad no lo están.
No lo están por la sencilla razón de que en las calles están volcados estudiantes, maestros y trabajadores universitarios en las labores de rescate, apoyo y solidaridad para con nuestros conciudadanos.
No puede haber un regreso a clases, como si viviéramos una normalidad a todas luces inexistente.
No puede llamarse a los estudiantes a que regresen a las aulas ni forzar a los maestros y trabajadores a normalizar sus actividades, cuando hoy, más que nunca, el corazón noble e indómito de los universitarios está en los centros de acopio, en las edificaciones derrumbadas y en las que, permaneciendo de pie, sufren daños de diversa índoles y magnitud.
No, el llamado debe ser a redoblar los esfuerzos y mantener a la UNAM como centro neurálgico de apoyo e intervención en la comunidad, como ha sido siempre. Cuando termine la primera fase de la emergencia, las instituciones gubernamentales habrán concluido su parte, pero viene lo más arduo, que es el apoyo físico, técnico y psicológico a las personas damnificadas y la universidad, rector, será un pilar en la vuelta a la normalidad, si es que eso puede existir.
Alfredo Macías Narro, orgulloso egresado de la Facultad de Arquitectura
Aún no se deben reanudar 
clases en la UNAM, opinan
La Jornada. El Correo Ilustrado, lunes 25 de septiembre de 2017.
Rector Enrique Graue Wiechers: ¡Aún no es momento de regresar a clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)! Deseamos transmitir nuestra postura respecto de las decisiones unilaterales de la Rectoría y directivos de todos los planteles, de regresar a clases y a las labores académicas sin consultar a la comunidad universitaria. México enfrenta momentos críticos derivados de los recientes sismos que afectaron las zonas centro y sur-sureste del país. Es de su conocimiento la magnitud de la tragedia respecto del estado de emergencia que se vive.
Después de ver la situación que prevalece, los abajo firmantes consideramos que no estamos en las condiciones adecuadas para retomar nuestras actividades cotidianas y ser indiferentes ante esta tragedia. Las autoridades universitarias han realizado un diagnóstico del estado actual de las instalaciones de la UNAM, pero, ¿acaso han realizado un diagnóstico de cuántos universitarios(as) tienen algún familiar herido, desaparecido o fallecido tras el sismo del 19 de septiembre?, ¿cuántos han sido desalojados o han perdido su patrimonio de forma parcial o total?, ¿cuántos de nuestros hogares se encuentran inhabilitados o aún faltan por ser diagnosticados por Protección Civil? o ¿cuántos universitarios se encuentran en brigadas de apoyo y rescate en zonas de desastre dentro y fuera de la ciudad?
En estos días las y los jóvenes, estudiantes, amas de casa, docentes, obreras y obreros y trabajadores en general, hemos demostrado nuestra capacidad de organización, compromiso y solidaridad ante situaciones tan desconcertantes como son los fenómenos naturales.
La comunidad universitaria está jugando un papel fundamental en la contingencia. Jóvenes estudiantes de todos los niveles colaboran en la recepción, distribución y entrega de víveres a la población afectada; en la remoción de escombros, censo de viviendas y edificios en riesgo; contención de personas con crisis nerviosas y atención sicológica; atención médica básica y promoción de la salud.
Cremos que las medidas unilaterales lo único que generarán es el abandono masivo de apoyo en los albergues y centros de acopio, la reducción de las brigadas universitarias, el rompimiento de los lazos de cohesión social que se están generando mediante la solidaridad en las calles y, en suma, la desmovilización social. Frente a ello no podemos permanecer inertes.
De reanudar las clases, ¿quién estará a cargo de las labores de apoyo, de los centros de acopio y de los albergues? ¿Acaso la Marina?, ¿el Ejército?, ¿la Policía Federal? Tengamos presente que en estos días ha quedado demostrado que a los gobiernos federal y estatales no les interesa en demasía la situación que padece nuestra ciudad y los demás estados del país, esto está comprobado cuando observamos la forma en cómo se apropian de los víveres, de los centros de acopio, de las herramientas de trabajo y, por si fuera poco, cómo obstaculizan los trabajos de rescate y apoyo. Desde nuestra perspectiva, antes que plantearnos el regreso a clases, debemos replantearnos el sentido del propósito esencial de nuestra universidad:
Artículo 3, Estatuto General de la UNAM: El propósito esencial de la universidad será estar íntegramente al servicio del país y de la humanidad, con un sentido ético y de servicio social, superando constantemente cualquier interés individual. Si no es el pueblo y sus jóvenes ¿quiénes reconstruirán este país? #NadieALasAulas #TodxsALasCalles. Por mi raza hablará el espíritu ¡El pueblo a la universidad y la universidad al pueblo!
Académicos, profesores y estudiantes de licenciatura, maestría y doctorado de la UNAM: José Luis García Hernández, Martín López Gallegos, Walter J. Ángel Jiménez, Polette Rivero Villaverde, Laura Nieto Sanabria, Lucía Ramírez Ugalde, Arianne Reséndiz y 234 firmas más



A la Comunidad de la Facultad de Economía
Al pueblo de México.
Ante la devastación neoliberal y el desastre generado por los sismos de los días 7 y 19 de septiembre en el país, los estudiantes y profesores de la Facultad de Economía de la UNAM, manifestamos nuestra decisión de mantener la solidaridad y acciones de apoyo a las comunidades afectadas, para lo cual acordamos:
  • Posponer el reinicio de clases y solicitar al Consejo Técnico la reprogramación del calendario escolar, extendiendo al menos por dos semanas el fin del semestre escolar. Profesores y estudiantes compartimos la preocupación por reiniciar nuestras actividades académicas lo más pronto posible, sin embargo consideramos que en estos momentos no hay condiciones para ello, pues mermaría las acciones de solidaridad y generaría una condición de posible afectación  para aquellos que quieran mantener su participación solidaria.
  • Mantener abierta la Facultad para la organización del acopio de víveres, de ropa, tiendas de campaña, materiales de curación, etcétera, y para la organización de las brigadas, tanto en la Ciudad de México, como para otros estados de la República, como Morelos y Puebla.
  • Realizar en la Facultad de Economía  actividades de análisis y estudio sobre las condiciones imperantes en la condición de emergencia del país, sobre temas que nos permitan entender las causas del desastre natural y la devastación económica y social que vivimos, así como los problemas para la reconstrucción, y elaborar algunas propuestas.
  • Emitir el siguiente pronunciamiento:
A la comunidad  de la Facultad de Economía.
A la comunidad Universitaria
Al pueblo de México.
El país vive una condición de emergencia ante el desastre generado por los sismos de los días 7 y 19 de septiembre y por la degradación de nuestra vida social y política y la enorme vulnerabilidad económica producto de la imposición de una reproducción del capitalismo mexicano, en donde impera el despojo sistemático de la riqueza generada por los trabajadores y las trabajadoras , una concentración irracional de la riqueza , un ejercicio del poder autoritario, de creciente militarización de la vida nacional y el descrédito de las Instituciones del Estado Mexicano.
Ante la tragedia, fue la juventud mexicana, en su mayoría estudiantes,  la que de manera inmediata y multitudinaria acudió al rescate de los heridos y desaparecidos bajo los escombros, la que organizó el acopio de víveres, la que exigió que la policía , el ejército y la marina en vez de contener y controlar,  dejara participar a los rescatistas ,la que se opuso a la demolición de edificios colapsados para asegurar que ya no había sobrevivientes y para que se realicen los peritajes necesarios a fin de encontrar las causas de los desplomes de edificios y en su caso pedir el castigo a los culpables de negligencia o actos de corrupción, fueron las y los jóvenes los que denunciaron el uso faccioso y clientelar por parte de instancias del gobierno federal y de gobiernos locales de los víveres y materiales que la población donó.
Desde la Facultad de Economía  promovemos la solidaridad directa de las organizaciones, y grupos ciudadanos y que se establezcan los mecanismos de relación directa con las comunidades y los damnificados impulsando la recepción colectiva y la organización de los afectados para la ayuda inmediata y las tareas de la reconstrucción.
Rechazamos el intento de las autoridades gubernamentales y universitarias de querer aparentar una condición de normalidad apremiando al reinicio de clases. También rechazamos el afán de querer controlar las expresiones solidarias de la sociedad, saben que han sido rebasados por la participación popular, de ahí su interés de canalizar toda la ayuda y las brigadas por las "vías institucionales".
La reconstrucción obliga a un cambio radical en la forma de acumulación depredadora, de subordinación a la economía estadounidense que precariza el empleo, genera millones de pobres, acumula una devastación de los recursos naturales de nuestro país y facilita las afectaciones por los desastres naturales.
Exigimos que dejen de ser deducibles de impuestos las aportaciones que los grandes millonarios de este país ofrecen para la reconstrucción, y que se instrumente una política progresiva en el pago de impuestos. Además urge una reasignación de los presupuestos públicos, utilizando mayores recursos para la reconstrucción que los que se usan para garantizar los pagos de la deuda pública, se pueden usar los remanentes del Banco de México para levantar las casas y edificios derrumbados. También es una necesidad  que gobierno, empresarios y legisladores transparenten el flujo de las donaciones, el apoyo popular a los damnificados, que se informe sobre los apoyos internacionales recibidos y su destino.

La sociedad, las comunidades deben ser partícipes de las definiciones para todo el proceso de reconstrucción de viviendas, de escuelas y de Hospitales. Es la única garantía de impedir que se impongan proyectos que no correspondan a las necesidades de las comunidades, e incluso que se generen actos de corrupción.
Hoy, los universitarios sabemos que tenemos una obligación ética, con el pueblo de México, que es el que paga nuestra educación. Mantenemos nuestro compromiso de contribuir en las brigadas de ayuda, pero también manifestamos nuestra disposición a ayudar en la reconstrucción de las zonas afectadas y de todo el país aportando nuestro conocimiento y acciones. Llamamos a profesores y estudiantes de todas las Facultades de la UNAM y de otras Instituciones,  a formar grupos multidisciplinarios para la reconstrucción con sentido social, respetando el entorno de cada una de las zonas devastadas.
Recuperar los vínculos de los universitarios, profesores, estudiantes trabajadores administrativos e incluso autoridades, hoy es factible, si recuperamos el sentido de una participación democrática en la toma de decisiones.
Por mi Raza hablará el espíritu.
El pueblo a la Universidad, la Universidad al pueblo

25 de septiembre de 2017
Asamblea de la Facultad de Economía de la UNAM




No hay comentarios:

Publicar un comentario