sábado, 11 de agosto de 2018

DISCRIMINACIÓN EN MÉXICO

EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE,


DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Discriminación en México
Miguel Concha. La Jornada. Opinión, sábado 11 de agosto de 2018

El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación presentó el lunes pasado la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis 2017) que realizó conjuntamente, entre agosto y octubre de 2017, con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y la Universidad Nacional Autónoma de México. Para determinar si se sintieron discriminadas por al menos una de las características o rasgos de dicho fenómeno, entre agosto de 2016 y el mismo mes de 2017 se consultó a personas adultas de 39 mil 101 viviendas. La Jornada informó cabalmente de sus principales resultados en dos estupendas notas del 7 de agosto (p. 30), y la Rayuela de ese mismo día expresó su profundo significado: La encuesta nacional sobre discriminación es para ponerse a llorar. La Enadis reveló, en efecto, que la discriminación existe y opera en todo el cuerpo social, y que alcanza a todos los ámbitos institucionales (familias, comunidades, escuelas, centros de trabajo, iglesias e instituciones gubernamentales).
En consecuencia tiene un impacto cotidiano, múltiple y acumulativo en el ejercicio de derechos, goce de libertades y acceso a recursos, bienes y servicios. Permite, además, conocer y entender la magnitud de los prejuicios en nuestro país, y cómo éstos se concretan en conductas individuales y prácticas institucionales que impiden la igualdad. El dato es contundente, una de cada cinco personas reportó haber sido discriminada en el año pasado y a una de cada cinco le negaron un derecho en los recientes cinco años. Los datos de la Enadis revelan, en particular, la desigualdad para mujeres en México, personas trans, adultos mayores, jóvenes, indígenas, personas con discapacidad, homosexuales, extranjeros y quienes profesan alguna religión no mayoritaria. Y gracias a esta encuesta tenemos evidencia empírica de cómo la discriminación se agudiza cuando se acumulan características o identidades de grupos que han sido históricamente discriminados. Por ejemplo, casi cuatro de cada 10 personas con discapacidad, que son hablantes de una lengua indígena y viven en una zona rural, no saben leer ni escribir (36 por ciento). Cifra que es 13 veces mayor a la de la población en general (3.3 por ciento). Además, mientras una de cada cinco personas va a la universidad (21.9 por ciento) sólo tres de cada 100 mujeres hablantes de alguna lengua indígena y que viven en zonas rurales (3.3 por ciento), cursan esos grados. Y al menos una de cada cuatro mujeres reporta que se le ha negado algún derecho. Cifra que aumenta a casi el doble cuando se trata de indígenas trabajadoras del hogar.
La encuesta hace visible también la manera como opera la discriminación, con base en los datos que arroja. En primer lugar, la manera como se reproducen constantemente prejuicios y estereotipos sobre grandes grupos de personas. En segundo, las actitudes, prácticas y normas que excluyen. Y, finalmente, cómo esas prácticas institucionales tienen efectos concretos sobre los derechos y el acceso a recursos, bienes y servicios.
Este ciclo del prejuicio, la práctica y el efecto de la discriminación ocurre con las personas por su apariencia física, género, edad, pertenencia étnica, orientación sexual y otras características.
La encuesta también revela que las prácticas de discriminación tienen un efecto sobre el ejercicio de los derechos, por ejemplo, nueve de cada 10 personas hablantes de alguna lengua indígena que trabajan, no tienen contrato laboral ni prestaciones médicas. La investigación también permite observar los efectos sociales de la discriminación y, en particular, el racismo, pues hay por ejemplo una sobrerrepresentación de las personas de tono de piel más oscuro en el estrato socioeconómico bajo, y una sobrerrepresentación de las personas de tono de piel más claro en el estrato socioeconómico alto.
La valiosa información estadística de la Enadis constituye un aporte crucial para comprender y superar una de las grandes fracturas de la sociedad mexicana: la discriminación. Se trata de un estudio amplio y robusto que nos ofrece la descripción más completa y sistemática producida hasta ahora en México sobre las nociones, experiencias, prácticas y efectos de la discriminación. Situación que conduce a la limitación y anulación de derechos y oportunidades de millones de mexicanos, y que, en última instancia, tiene efectos concretos en el desarrollo y en la calidad de la vida democrática de nuestro país. Pero, sobre todo, la Enadis s un poderoso llamado a la acción, ya que la discriminación que no se atiende se convierte en erosión social, en desigualdad y violencia. La Enadis nos convoca a todos, a las instituciones públicas y privadas, y a la sociedad en general, a conocer estos datos y a crear soluciones para construir una nación de iguales que vive libremente su diversidad.
Presentaron la Enadis 2017
Uno de cada cinco mexicanos ha sufrido discriminación: encuesta
Género, color de piel, orientación sexual o clase social, entre los motivos
Emir Olivares Alonso. La Jornada. Martes 7 de agosto de 2018, p. 30
En el país, uno de cada cinco mexicanos (20.2 por ciento) de 18 años o más ha sufrido algún tipo de discriminación. Los motivos son la manera de vestir, el color de piel, la forma de hablar, el peso, la estatura, las creencias religiosas, la edad, la orientación sexual, la clase social y el lugar donde vive.

Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2017 muestran que las entidades con mayores cifras de discriminación son Puebla, donde 28.4 de su población reportó haber vivido exclusión; Colima, 25.6 por ciento; Guerrero, 25.1; Oaxaca, 24.9; Morelos, 24.4; estado de México, 24, y Ciudad de México, 23.7 por ciento.

Entre las causas más frecuentes padecidas por discriminación se encontró que 51.3 por ciento de mujeres y 56.5 por ciento de hombres indicó la apariencia; 32.2 por ciento de ellas y 24.8 de los varones, creencias religiosas; 25.9 y 26.9, respectivamente, la edad; 17.7 y 21.7, el lugar donde vive; 16.7 y 27.7, la manera de hablar; 16 por ciento de mujeres y 19.7 de hombres, la clase social, y 3.7 y 2.8, su orientación sexual, respectivamente.

Un par de datos que llaman la atención es que 29.5 por ciento de las mujeres denunció haber sido víctima por estigma de género; entre los varones el porcentanje por este motivo es de apenas 5.4; mientras, 30.1 por ciento de la población homosexual reportó haber sido discriminada en alguna ocasión, contra 19.8 por ciento de la heterosexual.

La encuesta se llevó a cabo entre el 21 de agosto y el 13 de octubre del año pasado en más de 39 mil viviendas del país, donde se entrevistó a más de 100 mil personas. Fue realizada de manera conjunta por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), la Universidad Nacional Autónoma de México y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Los resultados, se dijo, deben ser la base para contrarrestar este fenómeno como parte de la agenda política de los próximos años.


Casi uno de cada cuatro mexicanos (23.3 por ciento) señaló que de forma directa o indirecta, en los cinco años pasados se le negó de manera injustificada algún derecho, pues a 53 por ciento de mujeres y 35.3 de hombres se les impidió recibir apoyos de programas sociales; 45.9 y 39.4, respectivamente, no accedió a atención médica o medicamentos; a 11.3 de ellas y 24.3 de los varones se les negó un crédito para vivienda, préstamo o tarjeta; mientras a 3.7 de mujeres y 9.8 por ciento de hombres se les impidió la entrada o permanencia en algún negocio, centro comercial o banco.

La Enadis 2017 advierte que los sectores más discriminados en el país son: los discapacitados, con 25.1 por ciento; los indígenas, 20.3; los profesantes de una religión distinta a la mayoritaria, 20 por ciento; las mujeres, 17.6; los jóvenes, 16.3, y los adultos mayores de 60 años, 16.1 por ciento.

Al reportar sobre los grupos de población que consideran que sus derechos se respetan poco o nada los números son: 57.1 por ciento de trabajadoras del hogar; 49.3 de indígenas, 48.1 de discapacitados, 44.9 de adultos mayores de 60 años, 44 por ciento de mujeres, 36 por ciento de jóvenes, 26.9 de quienes tienen una religión diferente a la católica, y 22.5 por ciento de niños. De estos últimos, 60.2 por ciento declaró sentir miedo cuando está cerca de la policía.

En la presentación de la Enadis 2017, Alexandra Haas, presidenta del Conapred, aseveró que la discriminación no sólo se siente o escucha, sino que se vive en la interacción social e institucional.





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