EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE,
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Ver más abajo: Plan de Acción del MAES
Nada tiene que ver con las aspiraciones humanistas que les dieron origen
técnicos de la enseñanza con habilidades de planificación y secuenciación pedagógica, afirmaron profesores de escuelas del país (n. del. e. Atención: en la Escuela Nacional Preparatoria van por el mismo estilo)
perfectamente bien planeada y acorde con la implementación de la reforma educativa, que busca la formación de un nuevo mexicano: individualista, competitivo y flexible.
tecnocrático y neoliberal en la educación, que nada tiene que ver con las aspiraciones humanistas y de transformación de la realidad que dieron origen a las normales(n. del e. lo mismo sucede en la ENP).
gran participación de la comunidad de normalistas en este rediseño, se trató en realidad de reuniones a nivel de cúpulas directivas, las cuales son impuestas, en la mayoría de los casos, por los gobiernos estatales, pues hasta la fecha, afirmaron,
no se ha dado a conocer un documento oficial que sustente los planteamientos pedagógicos, didácticos, académicos y presupuestales de esta nueva estrategia(n. del e. En la ENP se han llevado a cabo los SADE -seminarios de análisis de la enseñanza- controlados por las autoridades, estas ponen los temas, los contenidos, la realización y sacan sus propias conclusiones de dichos sade, dejando de fuera la verdadera participación de los académicos).
técnicos de la educación, que dominen los contenidos de planes y programas de estudio y los puedan implementar en un sistema secuencial de aprendizajes(n. del e. en la ENP se quieren implementar como estrategia de enseñanza las secuencias didácticas y se deje de fuera otras estrategias didácticas).
hay un discurso vacío en muchos de los planteamientos, tanto en el énfasis del conocimiento profundo de las disciplinas que impartirán los docentes, como en la educación indígena e intercultural, la enseñanza del inglés, y la vinculación con universidades y centros de investigación, porque las normales no buscan ser facultades de pedagogía ni los planteamientos responden a las necesidades educativas, históricas y culturales que les dieron origen.
reconfiguración del sistema educativo nacional, un proceso que va más allá de este sexenio, y que seguramente continuará si no logramos abrir un verdadero debate sobre la educación que buscamos impulsar en México y el maestro que queremos formar, desde una visión totalmente distinta.
aprender a aprender, pero totalmente descontextualizado de aquello que se buscaba impulsar desde antes de la década de los 80 del siglo pasado, y que estaba asociado a una búsqueda de permitir que el alumno hiciera frente a los cambios sociales, históricos, e incluso climáticos, desde una perspectiva crítica, no tecnocrática, como se pretende actualmente. (n. del e. Y no es casualidad que en la ENP se esté llevando a cabo la modificación de los programas de las materias bajo este criterio de la enseñanza por competencias, recomendación dada por la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrolllo Económico),
mirada homogenizante sobre las normales, sin importar si son urbanas, rurales, indígenas o interculturales. Todas van con el mismo patrón, el cual no se adapta a las realidades distintas que enfrenta el normalismo.
discurso esquizofrénico con respecto a las normales, porque primero no importaban, luego se dijo que había que convertirlas en escuelas de turismo e inglés, y ahora son el corazón de la reforma educativa.
se profundizará el perfil de un técnico de la enseñanza que estará muy pocos años en el sistema y que se dedicará a instrumentar contenidos sin cuestionar nada.
al cienen educación y seamos
competitivos.
Todo individuo tiene derecho a recibir educacióny
toda la educación que el Estado imparta será gratuita.
no pasé el examen,
no me preparé) y para que estos jóvenes ya de por sí enfrentados a una situación de poca educación y menos empleo, no caigan en la cuenta de que ellos no son los culpables sino la dramática falta de espacios y la falta de responsabilidad de quienes están a cargo de prácticamente todos los niveles de gobierno y, por inacción, también de quienes tenemos un cargo directivo en las instituciones. En el fondo, la insistencia en desechar la palabra que diga la verdad (
rechazados) es una manera de ocultar la bien organizada exclusión de cientos de miles, del derecho a la educación.
los mejores, y hablar con la verdad a los rechazados. Decirles claramente que no se admite a más porque no hay ni una política de apoyo ni suficientes recursos públicos por parte del Estado, y que el rechazo no es debido a que algunos jóvenes son valiosos y otros no. Pero también es posible bajar de su pedestal al examen de selección –especialmente diseñado para la exclusión– y sustituirlo por procedimientos que disminuyan el peso y el costo de la ideología del mérito. Establecer, además, medidas que ofrezcan mayores facilidades de ingreso a grupos especialmente agraviados: las mujeres y madres solteras de origen popular; indígenas; personas con discapacidad; hijos de trabajadores de las propias instituciones, y los jóvenes provenientes de sistemas públicos de educación media superior (Colbach, Cetis, Conalep). Igualmente, revisar el presupuesto de las universidades para eliminar gastos suntuarios o de menor utilidad, suprimir subvenciones a empresas y gobiernos, y dedicar esos recursos a las labores de docencia. En alguna institución, con sólo suprimir el bono anual al personal de confianza, podrían contratarse 100 profesores más de tiempo completo. Finalmente, pueden hacerse más fluidos los mecanismos de ingreso diferido que durante lustros y gracias a las luchas de los rechazados (n. del e. ver el caso del MAES), han mostrado su eficacia.
invitar a estas casas de estudio para acudir a la mesa de negociación con el MAES.