sábado, 29 de julio de 2017

ESTRATEGIA EN NORMALES APUNTA A CREAR UN NUEVO MEXICANO: INDIVIDUALISTA Y COMPETITIVO

EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE,
DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Nada tiene que ver con las aspiraciones humanistas que les dieron origen
Estrategia en normales apunta a crear un nuevo mexicano: individualista y competitivo
Se retoma el modelo educativo aprender a aprender de forma descontextualizada: docentes
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Hermelinda Miguel López, estudiante de la escuela normal Vanguardia, de Tamazulapan, Oaxaca, da clases como apoyo y parte de su práctica en la primaria del pobladoFoto Marco Peláez
Laura Poy Solano. La Jornada. 23 de julio de 2017, p. 30
Con la Estrategia para el Fortalecimiento de las Normales elaborada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) se avanza en hacer de la formación inicial de docentes un mecanismo para generar técnicos de la enseñanza con habilidades de planificación y secuenciación pedagógica, afirmaron profesores de escuelas del país (n. del. e. Atención: en la Escuela Nacional Preparatoria van por el mismo estilo)
Se trata, afirmaron, de una estrategia perfectamente bien planeada y acorde con la implementación de la reforma educativa, que busca la formación de un nuevo mexicano: individualista, competitivo y flexible.
Catedráticos de la Benemérita Escuela Normal de Maestros (BENM), de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen” (BENV) y de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) destacaron que con esta estrategia se impulsa un proyecto tecnocrático y neoliberal en la educación, que nada tiene que ver con las aspiraciones humanistas y de transformación de la realidad que dieron origen a las normales (n. del e. lo mismo sucede en la ENP).
Denunciaron que pese al discurso oficial de una gran participación de la comunidad de normalistas en este rediseño, se trató en realidad de reuniones a nivel de cúpulas directivas, las cuales son impuestas, en la mayoría de los casos, por los gobiernos estatales, pues hasta la fecha, afirmaron, no se ha dado a conocer un documento oficial que sustente los planteamientos pedagógicos, didácticos, académicos y presupuestales de esta nueva estrategia (n. del e. En la ENP se han llevado a cabo los SADE -seminarios de análisis de la enseñanza- controlados por las autoridades, estas ponen los temas, los contenidos, la  realización y sacan sus propias conclusiones de dichos sade, dejando de fuera la verdadera participación de los académicos).
Oswaldo Antonio González y Luis Bello, profesores de la BENV, destacaron que en los seis ejes generales que ha dado a conocer la SEP para establecer el nuevo currículo en las normales, se fomenta la formación de técnicos de la educación, que dominen los contenidos de planes y programas de estudio y los puedan implementar en un sistema secuencial de aprendizajes(n. del e. en la ENP se quieren implementar como estrategia de enseñanza las secuencias didácticas y se deje de fuera otras estrategias didácticas).
Sin embargo, destacaron que hay un discurso vacío en muchos de los planteamientos, tanto en el énfasis del conocimiento profundo de las disciplinas que impartirán los docentes, como en la educación indígena e intercultural, la enseñanza del inglés, y la vinculación con universidades y centros de investigación, porque las normales no buscan ser facultades de pedagogía ni los planteamientos responden a las necesidades educativas, históricas y culturales que les dieron origen.
En entrevista por separado, Marcelino Guerra, profesor-investigador de la UPN, destacó que la estrategia es parte de la reconfiguración del sistema educativo nacional, un proceso que va más allá de este sexenio, y que seguramente continuará si no logramos abrir un verdadero debate sobre la educación que buscamos impulsar en México y el maestro que queremos formar, desde una visión totalmente distinta.
Se coloca en el centro del modelo educativo y normalista la enseñanza por competencias  el aprender a aprender, pero totalmente descontextualizado de aquello que se buscaba impulsar desde antes de la década de los 80 del siglo pasado, y que estaba asociado a una búsqueda de permitir que el alumno hiciera frente a los cambios sociales, históricos, e incluso climáticos, desde una perspectiva crítica, no tecnocrática, como se pretende actualmente. (n. del e. Y no es casualidad que en la ENP se esté llevando a cabo la modificación de los programas de las materias bajo este criterio de la enseñanza por competencias, recomendación dada por la OCDE -Organización para la Cooperación y el Desarrolllo Económico),
Por su parte, Juan Manuel Rendón, ex director de la BENM, Óscar Cortés, Guadalupe Ayala y Cenobio Popoca, profesores de esa casa de estudios, destacaron que también se busca imponer una mirada homogenizante sobre las normales, sin importar si son urbanas, rurales, indígenas o interculturales. Todas van con el mismo patrón, el cual no se adapta a las realidades distintas que enfrenta el normalismo.
La SEP, aseguraron, tiene un discurso esquizofrénico con respecto a las normales, porque primero no importaban, luego se dijo que había que convertirlas en escuelas de turismo e inglés, y ahora son el corazón de la reforma educativa.
Destacaron que con la modificación a planes y programas de estudio de la educación normal se profundizará el perfil de un técnico de la enseñanza que estará muy pocos años en el sistema y que se dedicará a instrumentar contenidos sin cuestionar nada.
Educación y simulación
Bernardo Bátiz V. Opinión. La Jornada, 24 de julio de 2017.
No es fácil saber cuál de las dos reformas estructurales, la energética o la educativa, ha causado más daño; una arrebata bienes materiales que manejados con honradez podrían servir para que la población tuviera lo necesario para vivir con lo suficiente y hasta con cierta holgura, la otra arrebata el futuro, condenando a niños y jóvenes a la dependencia, la falta de preparación, el conformismo y la sumisión.
La SEP simula grandes avances en programas mediáticos en los que gasta millones de pesos y mientras el titular aparece varias veces a la semana en televisión y en las primeras páginas de los periódicos rodeado de niños, el pueblo de México, en esta materia, se enfrenta a un futuro nebuloso y equívoco. Inútilmente se trata de convencer a la opinión pública de que esta reforma, la de Peña Nieto y Aurelio Nuño, será la panacea para que en un futuro siempre impreciso, estemos todos al cien en educación y seamos competitivos.
Lo cierto es que no hay bases para confiar en esos alardes de optimismo futurista y la verdad se abre paso por dos caminos:
Uno, la resistencia de la CNTE que no se rinde y procura informar la verdad a la población y,
Dos, menos conocido y más oculto, que es la experiencia directa de alumnos y padres de familia que viven día a día la realidad y perciben que vamos hacia un futuro dependiente del exterior y a una mediocridad generalizada. 
Estamos ante un fracaso; lo que debe ser una verdadera educación, formadora de niños y jóvenes informados cabalmente de su entorno, conocedores de su historia y ubicados en el mundo que los rodea, alumnos formados con valores del espíritu y convicciones de solidaridad y amor a la patria no se ve por parte alguna y la pretendida reforma ni informa ni menos forma a los estudiantes.
Su finalidad, más allá de la simulación, es someter a los maestros, que son por su formación líderes de sus comunidades y espíritus libres y abiertos, y eludir la gratuidad y la universalidad de la educación que garantiza el artículo tercero. Este precepto, que debiera ser conocido por todos, todavía ordena (no se han atrevido a cambiar esto): Todo individuo tiene derecho a recibir educación y toda la educación que el Estado imparta será gratuita.
Estos derechos son los que la reforma pretende escamotear; rechaza a millones de aspirantes a la educación media y superior y obliga a que el costo de la educación primaria y secundaria en planteles públicos sea cubierto por los padres de familia y la comunidad.
Mientras la SEP gasta cantidades enormes en publicidad, giras y eventos ostentosos, los padres de familia y en especial las madres, tienen que escamotear algo de su economía doméstica para pagar útiles escolares y libros y hasta escobas y cubetas, por que la SEP se concreta a aportar los inmuebles que ya existen, más no da mantenimiento ni proporciona a los educandos nada de lo que requieren en una escuela digna y completa; hasta el papel del baño tiene que salir de las cuotas de los padres y de los pequeños negocios que con grandes sacrificios emprenden maestros y padres.
El descuido es generalizado; de vez en cuando los medios de comunicación nos muestran ejemplos extremos. La secundaria 51 Carlos Benítez Delorme de la delegación Benito Juárez de la Ciudad de México, cuya historia triste he seguido, fue derruida en 2011 con intenciones obscuras y desde entonces, los alumnos toman clases en barracas improvisadas y sin servicios elementales, la reconstrucción, gracias al empuje de los padres de familia, va avanzando lentamente, pero aún faltan 40 millones para concluir la reconstrucción, menos de lo que cuestan unos minutos de presencia del secretario ante la televisión.
En otro rumbo también de la capital, en el Centro Histórico, la escuela Miguel Serrano, en las Calles de Cuba, sufrió un daño que habría sido muy fácil reparar a tiempo si se diera al edificio un mantenimiento mínimo; los medios informaron que se colapsó el techo por la humedad y se derrumbó con unos tinacos incluidos sobre un salón de clases, afortunadamente en hora de receso. Hay muchos ejemplos más.
Mientras la SEP presume de sus reformas, evaluación de maestros –bien tachada de punitiva–, escuelas al cien y nuevos programas, la realidad nos muestra que vamos por mal camino y que es indispensable volver al estado solidario y educador que impulsaron José Vasconcelos, Moisés Sáenz y tantos otros. Nuestros niños y jóvenes deben de aprender sin costo para sus familias, historia, geografía, lengua nacional y civismo; deben formarse en el arte, el deporte y la curiosidad por el saber; debemos abandonar el proyecto que pretende entrenarlos para la docilidad y la uniformidad.
Un reciente libro con datos duros, cifras y razonamientos, El fraude de la reforma educativa, de Manuel Bartlett y Luis G. Benvides enfrenta la simulación y la propaganda y hace evidente la intención equivocada y nada patriótica de la malhadada reforma.



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