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Gasolina extraterrestre
Tortilla cerca del dólar
Un mundo nos vigila
Tortilla cerca del dólar
Carlos Fernández-Vega. La Jornada. México SA, sábado 7 de enero de 2017
Por estar de vacaciones el inquilino de Los Pinos no tuvo tiempo de explicar en tiempo y forma el porqué del megagasolinazo, pero, ya descansado, lo hizo nueve días después y con toda claridad y contundencia, como siempre. Tras escuchar su
mensaje a la naciónlos enardecidos mexicanos quedaron satisfechos y en paz, pues entendieron que el precio de los combustibles no aumentó, sino que simplemente se
ajustó, y que la decisión no fue interna, sino que
viene del exterior, es decir,
un mundo nos vigila(Pedro Ferriz Santa Cruz dixit).
Pero no sólo les dijo eso. Les explicó que
tan sólo en el sexenio anterior (el de Felipe Calderón) se perdió casi un billón de pesos, es decir, un millón de millones, subsidiando la gasolina, y todo porque el gobierno de entonces no tuvo el valor de asumir
los costos políticosde reducir el subsidio a los combustibles.
Y qué bueno que lo aclaró: desde el calderonato el precio de las
gasolinas ha crecido de manera constante, pero no por la importación
masiva de combustibles, no por razones de saqueo fiscal, no por el
pingüe negocio privado, no por la decisión gubernamental de no construir
una sola refinería en los pasados 37 años ni de exprimir a Pemex, sino
porque nadie quiso asumir el
costo político.
Sin embargo a la hora de hacer las cuentas el referido billón de
pesos no aparece por ningún lado. Si se suma el subsidio registrado
desde los tiempos calderonistas y se le resta el saldo positivo,
entonces entre 2008 y 2017 (en este año lo que se estima captar por
impuestos a las gasolinas), el saldo negativo en el periodo se reduce a
55 mil millones de pesos, es decir, 5 mil 500 millones por año en
promedio.
Esta última cantidad resulta ser la mitad de lo que anualmente paga
el gobierno (vía IPAB-Fobaproa) por intereses devengados resultantes del
rescatebancario de 1995, es decir, no menos de 11 mil 500 millones de pesos por año. Y eso no
viene del exterior.
Entonces, ¿
qué hubieran hecho ustedes? (EPN dixit). ¿
Ajustarlos precios de los combustibles o
rescatara los banqueros? Por cierto, uno de los responsables de
quemaruna parte del billón de pesos referido por Peña Nieto fue su actual secretario de Hacienda, que también lo fue de Felipe Calderón. Durante el sexenio de éste, el precio de la gasolina Magna se incrementó cerca de 70 por ciento, el de la Premium alrededor de 50 y el del diésel más de 100, pero de nada sirvió porque no asumió el
costo político.
En otro orden, el Centro de Investigación en Economía y Negocios
(CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, hace su
primer aporte analítico del año. Va, pues.
Para México, el inicio de 2017 está marcado por un panorama
turbulento en materia económica. Eventos internos y externos han
provocado comportamientos desfavorables en algunas variables
macroeconómicas, situación que sin duda afectará en las perspectivas de
crecimiento para el año en curso.
A nivel nacional, el incremento en el precio de las gasolinas
afectará la evolución de la inflación durante los próximos meses, ya que
dicho combustible es utilizado como insumo en el proceso de producción
de ciertos bienes, además de que es uno de los componentes principales
para la transportación de muchos otros. Si bien el índice de precios del
productor ya presentaba incrementos significativos a finales del año
pasado como consecuencia del encarecimiento de las materias primas de
importación debido a la depreciación del tipo de cambio, los productores
habían absorbido gran parte de dichos incrementos. Sin embargo, dicha
estrategia resultará insostenible en los meses por venir ya que además
de hacer frente a combustibles más caros, las empresas también deberán
lidiar con tarifas eléctricas más elevadas. De esta forma, para mantener
una operación adecuada, es de esperar que los productores realicen un
ajuste en los precios de los bienes y servicios que ofrecen a los
consumidores.
Dichas condiciones económicas han contribuido al deterioro de
la confianza empresarial, la cual continúa sumida en una severa
depresión. Las manufacturas, la construcción y el comercio mostraron
variaciones negativas en sus indicadores de confianza durante diciembre
pasado (-3.3, -5.6 y -4.4 puntos, respectivamente), con lo cual
alcanzaron los niveles más bajos observados desde 2011. De hecho, uno de
elementos que conforma el indicador de confianza empresarial que ha
sufrido las variaciones negativas más significativas es aquel que mide
las opiniones en torno a la situación económica presente de nuestro
país.
Por otro lado, la balanza comercial de nuestro país durante noviembre
del año pasado exhibió un comportamiento favorable. Las exportaciones
totales presentaron un incremento de 11.1 por ciento, mientras las
importaciones totales aumentaron 5.1. No obstante, aún es prematuro
hablar de una recuperación del sector externo mexicano ya que, en primer
lugar, los resultados durante 2015 se ubicaron en terreno negativo, por
lo que las cifras observadas en 2016 tenían una base comparativa
inferior; en segundo lugar, el acumulado anual tanto de las
exportaciones como de las importaciones hasta noviembre del año pasado
todavía resulta desfavorable (-2.5 y -2.6 por ciento, respectivamente).
A nivel internacional, además de la decisión de Carrier en relación
con la cancelación de inversión en nuestro país en noviembre pasado, se
suma la determinación que Ford anunció hace unos días, lo que ha tenido
un impacto significativo en el tipo de cambio, lo cual se podría
traducir en una mayor presión sobre los niveles de inflación y provocar
con ello ajustes mayores a las tasas de interés elevando el costo de los
créditos en detrimento del consumo y la inversión.
De esta forma, nuestro país requiere de una estrategia emergente que
permita hacer frente a todos los obstáculos que plantea 2017. En ella se
debe contemplar la recuperación de la confianza empresarial mediante el
establecimiento de un clima de negocios adecuado que brinde seguridad
tanto a productores como a consumidores.
Las rebanadas del pastel
Tras el megagasolinazo, al seguimiento cotidiano
del tipo de cambio (ayer se pagaron hasta 21.80 pesitos por dólar)
habrá que incluir otros indicadores de relevancia, como el del precio de
los productos básicos. El de la tortilla, por ejemplo, pues el
kilogramo está muy cerca de alcanzar el nivel observado por nuestra
destrozada moneda nacional. Oficialmente es de 11 pesos, pero ayer en
Hermosillo, Sonora, se pagaron 19.17; en Mexicali, 17.57; en Acapulco,
17.25, y en La Paz, Nogales y Campeche, 17. Y puede ser de otra forma,
porque todo
Twitter: @cafevegaviene del exterior(EPN dixit), como el maíz (atención: en Iztapalapa el precio del gas domestico ha llegado a 324 pesos el tanque de 20 kilos).
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