DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Encuentro
Nacional Universitario para construir la Unidad Popular
(19
y 20 de mayo 2017)
Ponencia
Colectiva
“Empobrecimiento
de los programas de la ENP: educación y crisis civilizatoria”
por
Académic@sPrepa 5-UNAM
Un
poco de contexto:
Estamos
enfrentando una crisis civilizatoria que abarca todos los ámbitos de la
sociedad humana: bajo crecimiento económico, desigualdad social, desempleo, violencia,
todo ello, resultado de la gran
concentración económica por una minoría privilegiada mundial cuyas
consecuencias están a la vista: la precarización del trabajo, la deshumanización de la tecnología y la
mercantilización del mundo. Las clases dominantes modernas —la burguesía— han
convertido todo en mercancía: la ciencia, el sexo, los deportes, la cultura y,
por lo tanto, la educación, cuyo objetivo ha dejado de ser formar seres humanos
y ciudadanos comprometidos con el desarrollo de la nación.
Los embates a la educación pública en
nuestro país a partir de la década de los 80
con la imposición del modelo neoliberal han sido numerosos y, aunque no
han logrado cumplir totalmente su objetivo, parte de la oligarquía mexicana han estado
presionando al Estado o lo que queda del Estado para que destine fondos
públicos a centros privados y a que reduzca presupuestos a la educación
pública, llevando a cabo en los hechos la
privatización, en particular, de la educación superior.
Se argumenta que estamos frente a una
nueva realidad, la nueva realidad es la
globalización capitalista del mundo tanto económica como cultural, se imponen
formas de organización social que
afectan la economía de las naciones y la definición de sus prioridades, por lo
que todos los procesos económicos productivos, políticos, ideológicos y
socioculturales habrán de sujetarse a
las exigencias del mercado internacional y del mundo actual, es decir, al control hegemónico de los intereses de la
burguesía internacional.
El Estado mexicano se ha subordinado
incondicionalmente a los lineamientos
neoliberales marcado por el capitalismo norteamericano en su etapa
globalizadora. En este contexto, la educación debe ser un negocio, la burguesía
financiera ha convertido al mundo en un mercado y como tal debe tratarse, por
lo que las metas conservadoras de los que instrumentan las políticas públicas
educativas son reducir la formación universitaria y fortalecer la de carácter
técnico, así como la construcción de individualidades con mentalidad de
empresarios sin ningún compromiso social, se olvidan que la educación es una actividad
profundamente humana y colectiva.
En este contexto de crisis civilizatoria,
resulta muy grave que las modificaciones a los planes y programas de estudio realizados
en la ENP (Plan de desarrollo institucional 2010-2014 y 2014- 2018) respondan
a esta deshumanización de la educación y sirvan directamente a los intereses del mercado de un
sistema depredador. Por lo que el ataque más directo va dirigido a las
humanidades y a las ciencias sociales.
La política neoliberal ha penetrado a las universidades públicas, con la
preocupante amenaza de que estas grandes instituciones públicas, educativas y
culturales se conviertan en empresas de negocios con un costo político y
cultural enorme para la nación y para la
construcción de la ciudadanía, pues ello conlleva la pérdida de los más altos
valores culturales, democráticos, de pluralidad, discusión, tolerancia, etc.
Las primeras víctimas de esta política
neoliberal somos los maestros y estudiantes. Como si estuviéramos en el oscurantismo
medieval no se nos tomó en cuenta para elaborar los nuevos programas, ni
siquiera se nos incluyó en una discusión académica, pues los programas ya se
habían elaborado (lo más probable por organismos internacionales) cuando se
dieron a conocer. A los profesores de la
ENP se nos ocultó todo esto, nos
convirtieron en simples ejecutores, aplicadores de programas que empobrecen
significativamente los conocimientos. Somos tratados como súbditos
pertenecientes al siglo XIII, donde la consigna era “Nacieron para callar y
obedecer”, o en otras palabras, se nos dijo a los profesores de la ENP: “Éste
es el nuevo programa lo aplican y se callan”. La opinión de los maestros, en
una Universidad supuestamente plural, no tiene validez.
El grave riesgo del enfoque basado en
secuencias didácticas y de las modificaciones a los programas es uniformar la
educación, limitar la imaginación del profesor y su capacidad de experimentación
en el aula. Así lo afirma ,Ángel Díaz Barriga cuando dice “El retorno del aula
al docente , como un espacio de recreación pedagógica, es un elemento que han
dejado completamente de lado las actuales políticas educativas signadas más por
su eficientismo (“excelencia académica) y el por el concepto de calidad en la
educación”.
A continuación se expondrán algunos
ejemplos de este preocupante empobrecimiento de los programas de Historia III y
Lengua española en la ENP:
Con respecto a los contenidos del programa
de Historia Universal III, éste prácticamente fue desmantelado al ser eliminados contenidos trascendentales. En
la asignatura de Historia, el contenido tiene un peso decisivo. Sin embargo, se elimina la primera unidad
donde se enseña al alumno la importancia del estudio del pasado. La historia es
una ciencia holística, nos da una visión de conjunto de la evolución de la
humanidad, nos enseña a conocernos como seres sociales, como seres gregarios,
nos enseña que no podemos sobrevivir
aislados. Toda la construcción civilizatoria
que hemos hecho como humanidad la hemos realizado entre todos
y todas las generaciones que nos han precedido han aportado sus
conocimientos. Somos seres históricos,
somos producto del pasado; el presente es sólo un momento en la larga evolución
humana en la cual nos hemos transformado.
Esta conciencia histórica es la que el
alumno debe adquirir, entender que los
saberes de la humanidad son aporte de la
comunidad. Los saberes que forman todo el patrimonio material y espiritual de
la humanidad han sido construidos por
muchas generaciones, por ello, nuestros estudiantes deben comprender que
son parte de un esfuerzo colectivo.
La asignatura de Historia en nuestro bachillerato, debería enseñarle a los jóvenes
cómo a través de la dimensión del tiempo nos hemos transformado desde los
hombres del paleolítico hasta los hombres de la era nuclear. La ciencia de la
historia no sólo está formada por información, sino que necesita análisis y teorías explicativas que le den sentido,
comprensión y significado de la conducta humana, necesitamos de la reflexión y
de la crítica. Todo esto desaparece del programa, lo cual confirma que el
objetivo de las modificaciones es reducir los conocimientos teóricos y limitar
al maestro de historia a ser simplemente cronista o relator de la evolución humana.
El
estudio de la historia es un fin en sí mismo, pero en este remedo de programa,
el conocimiento histórico deja de ser un fin y se convierte en un medio y si es
un medio puede prescindirse de él.
El estudio de la historia debería
tener fines éticos, es decir,
formativos, sus contenidos no tendrían que ser desechables. No obstante,
el nuevo programa responde a una nueva comprensión de la realidad social, que
reproduce la globalización capitalista que quiere formar consumidores y no
ciudadanos comprometidos con la nación y con el planeta, que es la única casa
que tenemos.
Otro ejemplo, entre muchos, es la
asignatura de Lengua española
En la presentación de este nuevo
programa se menciona que se tiene como propósito “que el alumno desarrolle el
pensamiento crítico y la competencia comunicativa… (p.2).”
Nos queremos detener en la intención de
desarrollar el “pensamiento crítico” del estudiante, cito: “como un ciudadano
consciente tolerante, analítico y activo ante los fenómenos, los problemas
sociales y naturales de su entorno y del mundo”. (p.3), con lo que por supuesto
estamos de acuerdo, pero que en la
realidad se han convertido en objetivos
poco viables en nuestra realidad
educativa mexicana. Porque predomina la educación procedimental, utilitaria, de
competencias y no la humanista. De
manera irresponsable y con falta de visión de lo universitario, desde los
órganos de planeación de nuestro bachillerato no hay interés por reflexionar y
defender las humanidades ni por formar profesores humanistas. No hay
seminarios, encuentros, cursos, etc. para pensar en torno a estos temas.
En este sentido, nos preocupa que esta propuesta no esté
sustentada en una filosofía de la educación (o al menos no se advierte, pues no
se menciona en la bibliografía) que nos oriente en el sentido de preguntarnos
si es viable en la realidad educativa mexicana formar estudiantes críticos.
En el contexto que describimos más arriba, nos preguntamos: ¿el profesor de
la ENP y el sistema de la ENP están
preparados para formar estudiantes y
profesores críticos?
Nos parece que
no, pues es una enorme contradicción que se mencione como un propósito central
de este programa desarrollar el pensamiento crítico de los
estudiantes si en la realidad de nuestro
bachillerato y de nuestra universidad no hay espacios para ejercer la crítica y
la autocrítica.
En cuanto a desarrollar en los estudiantes la competencia comunicativa, nuestra crítica es al abuso que se ha hecho de las
llamadas competencias, precisamente, por no estar claro el enfoque filosófico
de la educación.
Defendemos a capa y espada la permanencia del texto literario, por ello nos parece negativo que se quiera abarcar otros
tipos de textos (icónico o hace algún tiempo el periodístico, siempre en
detrimento del literario) y darle tantas horas en el nuevo programa (cuidado
con sólo seguir modas), cuando no se ha explorado lo suficiente la lectura de
los clásicos en nuestro bachillerato. Es grave que también se simplifique la complejidad del texto poético al darle
menos horas y colocarlo en la misma unidad del dramático.
Somos un país de no lectores, situación que no se menciona por
ningún lado en el programa. Parece que se parte
de una realidad de país de primer mundo y no de la realidad
mexicana.
En
Brasil y en Colombia, la cultura y la
lectura han jugado un papel fundamental para revertir la violencia que tiene su
origen en la inequidad social. Podríamos aprender de estos ejemplos para
entender que en México, el derecho a la lectura tiene implicaciones sociales de
grandes dimensiones porque podría contribuir
a revertir esta crisis que padecemos. Como
advertimos lo que está en juego en la
educación es de una trascendencia enorme.
En este sentido se expresa
el maestro Hugo Aboites, cuando dice: “Es claro que estamos hoy en un
momento en que se distinguen y contraponen dos grandes propuestas educativas:
la de la globalización privatizadora y
comercial y la que busca tener un carácter civilizatorio y social” . Nuestra resistencia y
nuestra lucha es, por supuesto, por
llevar a cabo una educación con valores civilizatorios y sociales
Propuestas concretas en el aspecto de la lectura en la asignatura de lengua española son las
siguientes:
1.-
Que se incorpore una introducción al
programa sobre la lectura, con temas como: ¿Qué es la lectura? ¿Qué es un
lector? , La historia de vida lectora del estudiante, ¿Por qué no se lee en
México? , Lectura y educación universitaria, Estrategias de lectura, Literatura
y subliteratura, etc. Todo esto con el objetivo de sensibilizar y crear
lectores conscientes, críticos y creativos.
2.-
Sugerencia de lectura para los profesores: las obras del especialista en
lectura en México Juan Domingo Arguelles
3.
Que el profesor de literatura tenga una esmerada formación (desarrolle habilidades) como promotor de la lectura. Para ello
requerimos tomar cursos, talleres como los que impartieron los maestros de la
Universidad de Granada: el Dr. Juan Mata Anaya y la Mtra. Andrea Villarrubia
Delgado. (Seminario comprensión de literatura
en 2013 en el instituto de investigaciones filológicas UNAM). La
lectura, como dice María Andruetto, puede ser la otra revolución.
Propuestas de resistencia, organización y lucha de l@s
profesor@s para construirse como sujetos sociales de transformación.
Finalmente, plantearemos algunas
propuestas que hemos llevado a cabo en nuestra prepa, como estrategias de
resistencia, organización y lucha para construirnos como sujetos de
transformación social que pensamos es
importante compartir, pensamos que es fundamental reflexionar cotidianamente en
torno al papel del maestr@ para lograr un plano organizativo desde tres
niveles: laboral, académico y pedagógico.
Los pasos recomendables son 1) Informarse.
La información es importante y determinante para llevar a cabo un proceso de
toma de decisiones, que permita posteriormente generar un proceso de toma de
conciencia. Así es importante informarse en dos niveles: a) local: situación de
la problemática de la propia escuela) y general o global (contexto
universitario y nacional que concierne y afecta a l@s académic@s. El silencio y la apatía son cómplices de
injusticias, represión y atropellos y, por lo tanto, del sometimiento y control
de los profesores aislados. Por ello hay que alzar la voz, llamar la atención sobre
lo que sucede y alertar a tiempo a l@s compañer@s de los riesgos que se pueden
correr. La información se puede generar y difundir por diversos medios: (de
compañero a compañero, a través de carteles, volantes, periódicos murales,
pizarrones, blogs. El blog de prepa 5 es: prepa5maestros.blogspot.mx
2) El siguiente paso es organizarse. Es importante organizarse para participar en el
proceso de construcción de sujetos colectivos. L@s profesor@ debemos repensar
nuestro quehacer (compartir lecturas, investigación pedagógica, experiencias
docentes, realizar ciclos de conferencias multidisciplinarias, crear espacios
de reflexión alternativos a los seminarios de enseñanza institucionales, y reivindicar el proceso de la labor docente para rescatar la dignidad del profesor como
trabajador de la educación y de la cultura.
Al organizarse como sujetos
colectivos, l@s maestr@s inician un proceso de comprensión de que existe una
conciencia de clase, que nos identifica
y aglutina como comunidad, pues todos somos académicos por encima de cualquier
otra circunstancia. La organización como sujetos sociales nos permitirá estar
en mejores condiciones para defendernos de atropellos y para estar mejor
preparados para tomar decisiones y llevar a cabo acciones colectivas.
La organización, asimismo debe generarse al interior de nuestros
planteles y al exterior con otros grupos, organizaciones universitarias,
magisteriales y sociales, pues la solidaridad
genera lazos de participación.
3) El paso siguiente que cierra y abre este
proceso es la participación. Es un
compromiso ético participar en la lucha por nuestros derechos : derecho a la
libertad de cátedra, derecho a la libre expresión, derecho a la libre reunión, derecho a la
libre manifestación de las ideas, derecho de petición, derecho a mejores
condiciones de trabajo, derecho a un salario digno, derecho a un tiempo
remunerado para dedicarlo a nuestra permanente capacitación, derecho a
participar de las decisiones que conciernen y afectan el ingreso, estabilidad,
permanencia, promoción y profesionalización del empleo.
Por
último, la lucha de los profesores como
sujetos sociales, por ende, jamás debe
ser aislada o individualista, debemos asumir la conciencia solidaria y
colectiva, pues si tocan a uno en sus
derechos nos tocan a todos.