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Un proceso que sumerge a la casa de estudios en un periodo de agitación extrema
Se prepara la Junta de Gobierno de la UNAM para elegir rector
En menos de dos meses emitirá la convocatoria para el relevo del doctor José Narro Robles
Abogados, ingenieros, científicos y médicos, gremios con mayor incidencia desde 1945
La Junta de Gobierno decidirá, tras una auscultación entre la comunidad
universitaria, quiénes son los candidatos que cuentan con los méritos
para ocupar la rectoríaFoto José Carlo González
Emir Olivares Alonso. Periódico La Jornada. Lunes 10 de agosto de 2015, p. 33
El relevo en la rectoría de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) sumerge varios meses a la casa de
estudios en un periodo de agitación extrema.
A partir de 1945, cuando la Ley Orgánica de la institución otorgó a
la Junta de Gobierno (JG) la facultad para designar al rector, han sido
cuatro los gremios con mayor peso para incidir en los procesos:
abogados, científicos, ingenieros y médicos.
En menos de dos meses la JG –integrada por 15 académicos
notables– emitirá la convocatoria, con lo que iniciará formalmente el proceso para relevar al rector Narro (que concluye el 16 de noviembre). Hasta ahora Rosaura Ruiz, directora de la Facultad de Ciencias, y Sergio Alcocer, ex subsecretario para América del Norte (candidato de EPN, n. del e.), han hecho pública su intención de contender por el cargo.
Pero, en los corrillos universitarios se habla de los directores de
las facultades de Filosofía y Letras (FFL), Gloria Villegas; de Medicina
(FM), Enrique Graue; y de Economía, Leonardo Lomelí; los ex directores
de las facultades de Ingeniería (FI), Gonzalo Guerrero, y de Estudios
Superiores Cuautitlán, Suemi Rodríguez. También son mencionados
integrantes del equipo de Narro: Eduardo Bárzana y José Trigo,
secretarios general y de desarrollo institucional; y los coordinadores
de la Investigación Científica, Carlos Arámburo, de Planeación, Héctor
Hernández, y de Posgrado, Juan Pedro Laclette. Otro posible contendiente
es el coordinador de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de
la Presidencia de la República, Francisco Bolívar Zapata.
No importa cuántos nombres sean mencionados, pues será la JG la que
–tras una auscultación entre la comunidad universitaria (que se reduce a meros observadores, si acaso pueden manifestar su punto de vista que por cierto no es tomado en cuenta, n. del e.)– decida quiénes
son los candidatos que
cuentan con los méritospara el cargo. En ocasiones hay aspirantes que desisten.
Quienes aparezcan en el listado de la JG serán citados para presentar
su proyecto, luego los 15 notables discutirán y votarán en sesión
cerrada hasta que alguno alcance 10 votos o más.
No basta cumplir con los requisitos de las normas universitarias: en
la decisión también influyen las relaciones y alianzas de los
aspirantes, antecedentes curriculares, especialidades adquiridas,
grados, premios y distinciones (Atención).
Historia sucinta de los procesos sucesorios desde 1984
En diciembre de 1984, casi al finalizar el primer periodo
del rector Octavio Rivero, quien podía relegirse, apareció un documento
firmado por 18 de los 21 directores de los centros universitarios,
criticando al rector al que consideraban
carente de concepto académico. Rivero optó por no participar en el proceso en el que contendieron el médico Jaime Martuscelli, el ingeniero Daniel Reséndiz, el abogado Miguel Acosta Romero y el coordinador de Humanidades, Jorge Carpizo, quien fue elegido para el periodo 1985-1989.
Tras enfrentar el paro estudiantil del Consejo Estudiantil
Universitario, Carpizo dijo que no buscaría la relección. La lista de
aspirantes llegó a 47, pero 13 fueron citados por la JG: el secretario
general, José Narro; José Sarukhán y Humberto Muñoz, coordinadores de
Investigación Científica y Humanidades; los directores de la FI, Daniel
Reséndiz; de la FM, Fernando Cano; Ernesto Velazco, de Arquitectura
(FA); de Contaduría, Alfredo Adam, y Arturo Azuela, de la FFL; los
directores de los institutos de Investigaciones Filológicas, Elizabeth
Luna; Jorge Madrazo, de Investigaciones Jurídicas; Fausto Burgueño, de
Investigaciones Económicas; y de Física, Miguel José Yacamán; y Jaime
Martuscelli Quintana, quien fue subsecretario de Salud en el sexenio de
Miguel de la Madrid. Sarukán fue designado para el periodo 1989-1993.
Sarukhán anunció su intención de relegirse y la UNAM vivía una
efervescencia política derivada de los resolutivos alcanzados en el
Congreso Universitario de 1990. Durante el proceso se filtraron a la
prensa presuntos malos manejos en su gestión. Se mencionaba a 18
aspirantes que la JG redujo a cinco: además del rector, se consideró a
los directores de las facultades de Química, Francisco Barnés, y de
Ingeniría, José Manuel Covarrubias; Miguel José Yacamán, director
adjunto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y Narro Robles, en
esa época secretario general del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Sarukhán ganó un segundo cuatrienio.
Francisco Barnés fue electo para el periodo 1997-2003. En esta
ocasión 37 directores de facultades e institutos enviaron un documento a
la JG denostando a Miguel José Yacamán, director del Instituto Nacional
de Investigaciones Nucleares y fuerte candidato a la rectoría. En la
lista final se eliminó a Yacamán y aparecieron los directores de la FFL,
Juliana González; de la FA, Xavier Cortés; de la FI, José Manuel
Covarrubias; y de Derecho, Máximo Carvajal; Fransisco Bolívar, director
del Instituto de Biotecnología; Jaime Martuscelli y Salvador Malo.
El intento de Barnés por implementar cuotas de inscripción llevó a la
UNAM a la huelga más larga de su historia y lo orilló a renunciar. En
la apertura del proceso sucesorio, se consideraba al subsecretario de
Salud, José Narro, como el
candidato de mayor peso, pero diversos sectores emprendieron una campaña para evitar que llegara a la rectoría. El elegido fue el secretario de Salud, Juan Ramón de la Fuente. Aspiraron al cargo el astrónomo Manuel Peimbert (quien al igual que Narro declinó); el director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés; el secretario de Planeación, Salvador Malo; y el científico Francisco Bolívar.
De la Fuente fue relegido. Contó con amplio apoyo de la comunidad e inclusive de algunos sectores ultras
del Consejo General de Huelga. En el proceso participaron los
directores de las facultades de Derecho, Fernando Serrano; de Ciencias
Políticas y Sociales, Fernando Pérez Correa; y de Ingeniería, Gerardo
Ferrando; el director del Instituto de Matemáticas, José Antonio de la
Peña, y Rafael Pérez, director general de Asuntos del Personal Académico
de la UNAM.
Concluida la gestión de De la Fuente, el aspirante
más fuerteera el director de la Facultad de Medicina, José Narro Robles, quien resultó ganador para el periodo 2007-2011. José Antonio de la Peña fue el rival con mayores posibilidades de contender contra Narro, pero el matemático perdió apoyos tras declarar que la UNAM necesitaba que
sea tan bueno el grado obtenido en cualquier FES o campus foráneo como el (obtenido) en Ciudad Universitaria. En el proceso participaron el investigador Luis Javier Garrido, la secretaria de Desarrollo Institucional, Rosaura Ruiz; el jurista Diego Valadés, el ingeniero Gerardo Ferrando; y los directores de las facultades de Derecho, Fernando Serrano, y de Ciencias Políticas, Fernando Pérez Correa.
Tras un primer periodo exitoso, José Narro anunció su intención de
participar para otro cuatrienio. Otros 20 universitarios fueron
mencionados por la comunidad, pero la JG dejó la lista en cinco
aspirantes: Narro, la investigadora del Instituto de Física, Ana María
Cetto; los directores de las facultades de Ingeniería, Gonzalo Guerrero;
de Estudios Superiores Cuautitlán, Suemi Rodríguez, y de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, Francisco Trigo. Por unanimidad, Narro fue
rector del periodo 2011-2015, el cual está por concluir.
hay que ir
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