viernes, 24 de junio de 2016

SOBRE NOCHIXTLAN

EL MAESTRO ENSEÑA, APRENDE, 

DIALOGA Y CONVENCE CON LA PALABRA
Preguntas por Nochixtlán
Pedro Miguel. Navegaciones. La Jornada, jueves 23 de junio de 2016 
¿Por qué afirmó la Comisión Nacional de Seguridad en su boletín del domingo 19 de junio que los elementos de la Policía Federal enviados a desalojar el bloqueo de Nochixtlán no se encuentran armados ni portan tolete?

¿Por qué dijo el gobierno que las fotos y los videos de la acción en la que se puede ver a policías armados y disparando no correspondían a ésta? ¿Por qué guardó silencio una vez que las agencias Ap y Xinhua divulgaron los metadatos de las cámaras, que validan que las gráficas fueron tomadas en el lugar y a la hora de los hechos?
 

¿Por qué, horas más tarde, el comisionado de la Policía Federal, Enrique Francisco Galindo Cevallos, afirmó que los efectivos gubernamentales habían sido víctimas de una emboscada con armas de fuego?
 

¿Cuáles fueron los grupos radicalizados que supuestamente atacaron a balazos a las fuerzas del orden?
 

¿Por qué dijo que los policías federales no portaban armas de fuego y que sí iban armados, en cambio, los miembros de la Gendarmería Nacional supuestamente enviados a algo así como una acción de rescate?

¿Por qué las fotos –que sí son auténticas– muestran tanto a policías federales como a miembros de la gendarmería (los uniformes son distintos) accionando armas de fuego?
 

¿Por qué hasta ahora no hay una sola foto en la que aparezcan lugareños o maestros armados concuernos de chivo, como lo sostuvieron las versiones oficiales?
 

¿Por qué hay videos en los que se muestra a manifestantes tirándose al suelo al escuchar las detonaciones, pero no a policías parapetándose y cubriéndose de fuego enemigo?
 

¿Por qué aparecen policías descubiertos y platicando, mientras a unos metros de ellos sus pares disparan, parapetados en la vulcanizadora?
 

¿Qué características tienen loscohetones de muy alto poder con los que fueron atacados los policías, según el jefe de la Policía Federal?
 

¿Por qué a cuatro días de los hechos el gobierno no ha exhibido los helicópteros que supuestamente recibieron disparos de los maestros y pobladores?
 

¿Por qué no se ha informado de las lesiones de disparos que supuestamente sufrieron varios policías? ¿Cuántos? ¿De qué gravedad?
 

¿Por qué insisten las autoridades en afirmar que entre los muertos no hay ni un solo maestro?
 

¿Por qué irrumpieron los policías en un entierro para llevarse detenidos a 19 participantes y presentarlos como responsables de la agresión sufrida por los efectivos oficiales en Nochixtlán? ¿Por qué, si no hubodetenciones al azar, como dijo Galindo Cevallos, todos los capturados en esas circunstancias fueron puestos en libertad 48 horas después de las detenciones? ¿Quién las ordenó? ¿Por qué los detenidos fueron transportados como reses muertas en un camión? ¿Cumple esa clase de traslados con los protocolos de trato a los detenidos y con los derechos humanos?

¿Existió algo así como un mando único y un C4 en el operativo de desalojo de la carretera? ¿Cómo actuó? ¿Dónde están los registros de sus comunicaciones?
 

¿Es cierto que la Federación actuóa solicitud del gobernador Gabino Cué para impedir que se siguiera lesionando la industria turística y el presunto desabasto de víveres causado por los bloqueos? ¿Por qué el secretario de Desarrollo Social insistió en ese punto? ¿Por qué el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, desmintió que haya desabasto? ¿Quién miente? ¿Por qué Galindo Cevallos dio como motivo de la acción policial la necesidad de reabrir el paso a la refinería? Si esa fue una razón real, ¿por qué la Federación no actuó antes de que el gobernador oaxaqueño pidiera la intervención? 

¿Por qué, en todo caso, si esos eran los propósitos del desalojo en Nochixtlán, la Policía Federal avanzó también sobre la ciudad de Oaxaca? ¿Por qué hubo allí también disparos de los efectivos policiales en contra de civiles?

¿Cumplió la incursión policial sus presuntos objetivos o no? ¿Se suprimieron los bloqueos?
 

¿Quién asesinó al periodista Elidio Ramos Zárate en Juchitán? ¿Con qué base los comentaristas adictos al gobierno dan por sentado que los asesinos fueron la CNTE o sus aliados?
 

¿Por qué guardaron silencio durante tantas horas la Procuraduría General de la República (PGR), la Secretaría de Gobernación y su Subsecretaría de Derechos Humanos? ¿Qué hizo el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, en las 50 horas transcurridas desde que ocurrieron los enfrentamientos en Nochixtlán y otros puntos de Oaxaca hasta que emergió a la luz pública el martes siguiente en una conferencia de prensa? ¿Por qué se le permite tomar distancia de una crisis gestada en buena medida por su pésimo manejo político? ¿Se le deja de lado precisamente por eso? ¿Cómo se relaciona este episodio con el jaloneo pretendidamente sucesorio dentro del régimen?

¿Por qué se dejó todo el manejo de la situación y la información a un jefe policial y no a un mando político? ¿Porque era domingo y Día del Padre? ¿Dónde estaba el piloto?


¿Tiene la fiscalía de Oaxaca capacidad y voluntad para llevar a cabo un esclarecimiento puntual de los homicidios, las agresiones y los atropellos perpetrados el 19 de junio?
 

Cómo participará la Comisión Nacional de Seguridad en la investigación de los hechos? ¿Es correcto que la institución involucrada en ellos se investigue a sí misma?
 

¿Qué dependencia de la PGR colaborará en las pesquisas? ¿Pondrán al frente de ellas a Tomás Zerón de Lucio y a sus peritos que anduvieron manoseando huesos de pollo y adulterando las pruebas en el río San Juan y en el basurero de Cocula? ¿Es la emboscada de Galindo Cevallos el equivalente oaxaqueño a la incineración de cuerpos inventada por Jesús Murillo Karam en Guerrero?

¿Está consciente el gobierno de Peña de la sima en que se encuentra en materia de credibilidad, respeto a los derechos humanos y procuración de justicia? ¿Se da cuenta de la nuevatormenta perfecta que ya avanza sobre él a raíz de lo sucedido en Nochixtlán? ¿La llamará también mal humor social?

¿Tiene el régimen la lucidez necesaria para comprender que el conflicto magisterial se ha convertido ya en un conflicto social de dimensiones mayúsculas? ¿Se da cuenta de cómo su accionar ha exponenciado el respaldo al magisterio inconforme?
 

¿Por qué hicieron esto? ¿Por descuido, por descontrol, por programa, por odio? 
ATENCIÓN: QUIÉN RESPONDE TODO ESTO!!!! ( n.  de la e).

Nochixtlán: tirar a matar
Marcos Roitman Rosenmann. Opinión. La Jornada 23 de junio de 2016. 
Cuánto más habrá que soportar. Ya no se trata de indignación. Las reformas neoliberales se están llevando por delante la decencia y la vergüenza. Las matanzas y desde luego la represión indiscriminada forman parte de su patrimonio. Sus reformas destilan sangre. No hay argumento capaz de justificar la violencia como parte del discurso político, menos aún con el recurso espurio de actuar bajo presión y disparar en legítima defensa.

Siempre igual, las víctimas son hombres, mujeres, jóvenes comprometidos con un futuro mejor y no ser sobrevivido como excrecencia de la economía de mercado. Se resisten a ver cómo México se desintegra por la ineficacia de una oligarquía política incapaz de comprender el significado de las palabras dignidad, democracia, negociación, participación, mediación y representación.
Para quienes hoy detentan el poder, el PRI y sus colaboradores necesarios, los enemigos a combatir son la juventud, los pueblos originarios, las organizaciones populares, los movimientos sociales, las cooperativas de producción campesina, los estudiantes, maestros, sindicalistas, intelectuales, deportistas; en definitiva, aquellos que levantan la voz, que han mostrado la desnudez de un mal gobierno y de sus prácticas corruptas. Los mismos que se han llenado los bolsillos a costa del sufrimiento de la clase trabajadora.

Nos despertamos con el horror, con un acto de absoluta arbitrariedad. Ya no se trata de una acción aislada, cuya explicación se encuentra en una orden a destiempo, en el miedo de un policía inexperto, que dispara. El asesinato, por el momento de ocho civiles; 22 desaparecidos y 45 heridos de bala responde a una acción conjunta, pensada, articulada y definida como estrategia de guerra total contra la sociedad civil organizada, donde el miedo, la represión y la violencia se conjugan en una sola propuesta: tirar a matar. Así dejan constancia Genaro Bautista y Franco Gabriel, como señala Luis Hernández Navarro en su artículo Oaxaca en las barricadas ( La Jornada 21/06/16).

Las autoridades guardan un silencio cómplice (n. de la e. el pueblo no debería guardar ese silencio complice)  frente al horror de la matanza de Nochixtlán.
O, como ya es costumbre, se parapetan en la manida frase: Se investigará hasta las últimas consecuencias; caiga quien caiga. Demagogia fácil, la misma que emplearon en Acteal, Atenco, Tlatlaya, Michoacán o Iguala. Los verdaderos responsables siguen usurpando el poder, beneficiándose de un control despótico, que oculte a sus compinches y deje libre a los culpables. Con uno o varios chivos expiatorios será suficiente. Algo similar a lo acontecido con Ayotzinapa.
 
Peña Nieto y sus ministros, los mismos que no tienen problemas en desnacionalizar el petróleo, privatizar y desregular a gusto de las grandes corporaciones trasnacionales, son los únicos responsables de la violencia, del uso de la fuerza descomunal, tan irracional como desigual. En la matanza de Oaxaca no existen eximentes, sólo cabe definirla como una estrategia de extermino.

Armas de última generación, drones, helicópteros lanzando gases lacrimógenos sobre la población, tecnología de punta para reprimir y acallar las voces de los maestros, cuyo único delito ha sido y sigue siendo exigir ser escuchados.
La política contra la CNTE, sus dirigentes y portavoces ha sido permanente. Cuenta con el beneplácito de Nuño y el eterno apoyo de la mafia del SNTE, verdaderos beneficiados de las reformas. Para la secretaría y el gobierno ha sido más fácil descalificar, identificar a los docentes refractarios con maestros que se oponen a ser evaluados. Ignorantes, sin formación y con escasos méritos, incapacitados para sentarse en una mesa de diálogo y negociación, sólo les cabe asumir las reformas. Bajo esta mentira, han recibido el desprecio y se les ha colgado el sambenito de enemigos del cambio. Se les ha criminalizado; ya no son maestros, docentes, profesores, son alborotadores, vendepatrias, mafiosos y narcotraficantes. Personas sin honor, despreciables. El gobierno del PRI no ha escatimado recursos para presentar el movimiento de maestros de la CNTE ante la opinión pública internacional como gente sin escrúpulos dispuesta a todo con tal de mantener sus privilegios, sin explicar cuáles.

Hoy, las noticias que abren los telediarios en España manipulan, no informan, hablan de enfrentamientos entre las fuerzas del orden público y grupos de encapuchados que les dispararon cuando se disponían a despejar las carreteras bloqueadas ytomadas por grupos de manifestantes. Bajo el paraguas de la legítima defensa, no hubo alternativa: dispararon para protegerse de los alborotadores, quienes disparaban, levantaban barricadas y profanaban los valores patrios. En fin, una retahíla de argumentos para justificar el asesinato a manos de la policía de ocho ciudadanos, trasformados en terroristas urbanos, delincuentes profesionales cuya finalidad era sembrar el caos y desconocer el poder legítimamente constituido. La autoridad, por tanto, no pudo dejar de actuar. El estado de guerra es ya una realidad en México. Disparen a matar. 
 Inaceptable
Octavio Rodríguez Araujo. Opinión. La Jornada, 23 de junio de 2016.
He visto muchas de las fotografías que se han publicado sobre los lamentables sucesos en Nochixtlán. Oaxaca. En ninguna de esas imágenes aparecen civiles con armas de fuego, sí en cambio de policías uniformados. Los muertos por bala son de la sociedad, maestros o no, da igual, pues los maestros, sobre todo en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, han estado acompañados de pobladores solidarios con ellos.

El gobernador Cué ha insistido en que los presuntos responsables son grupos infiltrados de organizaciones sociales y personas que buscan desestabilizar, incluso, pueden ser anarquistas. (Excélsior, 21/06/16). En todo movimiento social puede haber infiltrados, incluso del gobierno, para provocar caos y vandalismo. Esto lo sabemos, pero también sabemos que hay grupos solidarios, locales o de otras entidades, que se han sumado a los maestros disidentes de la CNTE desde hace años, como también a los padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa y a otros movimientos de protesta o resistencia que en México son cada vez más frecuentes.

El hecho es que los muertos de Nochixtlán fueron civiles y que policías armados fueron, mientras no se demuestre lo contrario, los culpables de esos homicidios. Más atrás, destaca otro hecho que tampoco nadie puede negar: que el empleado de Peña Nieto que despacha en la Secretaría de Educación Pública se ha negado sistemáticamente a dialogar con los representantes de la CNTE, organización magisterial que cuenta con más de 250 mil afiliados en el país y que se ha opuesto desde el principio a la llamada reforma educativa. Peor aún, Nuño declaró que sólo negociaría con ella si previamente aceptaba dicha reforma, que era y es precisamente el punto a discutir. Esta estupidez, signo evidente de prepotencia y autoritarismo, es inaceptable incluso para quienes tengan diferencias con la organización magisterial. Nuño, con sus desplantes, ha echado gasolina a un incendio que viene de atrás (2006) y del que quedaban sólo algunas brasas, hasta que se les ocurrió una dizque reforma educativa que sólo en parte lo es. ¿Quién avivó el fuego? ¿Nuño o quien le dio la orden de hacerlo? El secretario y su jefe son, en principio, quienes provocaron el creciente movimiento de inconformidad que protagonizan los profesores de la CNTE. No es necesario que se busquen otros provocadores. Ya están detectados y son conocidos por nombre, apellido y cargos en el gobierno federal. Ni siquiera es necesaria una investigación.
 
El manual practicado por las autoridades para sofocar, según ellas, los movimientos sociales es idéntico al que siguió Felipe Calderón de Zavala (sic) contra el crimen organizado, pese a su muy distinta naturaleza: perseguir, matar y encarcelar a sus supuestos o reales dirigentes sin tomar en cuenta (a pesar de las advertencias de expertos en el tema) que surgirían más cabezas, muchas de ellas fuera del registro de los radares de los cuerpos llamados deinteligencia de las fuerzas delorden. Descabezar movimientos organizados, sean de criminales, de maestros o de hermanas de la caridad, es no saber cuál es una de las características definitorias de las organizaciones: su permanencia a pesar de los reveses que sufra.

Esta vez se pasaron de la raya. No es válido ni justificable que se intente garantizar la gobernabilidad ni el estado de derecho, como dijera el gobernador Cué, con armas de fuego contra los manifestantes que expresan su descontento. Convirtieron la precaria y maltrecha democracia mexicana en una barbarie, regresaron el reloj de nuestra historia a 1968, 1971 y los oscuros años de la guerra sucia. Vivimos el estigma de Sísifo: cada vez que llevamos la difícil democracia a estadios superiores, ésta rueda hacia abajo y tenemos que volver a empezar. La generalización sobre las transiciones democráticas, que llegan a su consolidación en otros países, se rompe en México. Aquí no sólo nos la echan al fondo de la barranca, sino que, por intentarla de nuevo, nos castigan de mil maneras, incluso con muerte y desapariciones forzadas.

Todo mundo exige un diálogo entre las partes y discutir el contenido de la reforma educativa, ahora sí, con los maestros, por más disidentes que sean. Pero agrego una demanda: que antes renuncie el actual secretario de Educación Pública, por inepto, autoritario y prepotente. Peña Nieto, a pesar de su responsabilidad en estos sucesos, quizá podría salvar su imagen si actúa con inteligencia política y aplica la ley a los responsables directos de los homicidios del domingo. Inteligencia política destituyendo a su secretario de Educación y la ley a los que ordenaron el avance de policías armados y dispararon contra la población.

rodriguezaraujo.unam.mx


 Voz de maestra
 Gabriela Rodríguez
La Jornada, 24 de junio de 2016


Entre quienes han mantenido viva su demanda contra la reforma educativa está Sandra Díaz Martínez, maestra bilingüe de Chiapas. Sentada en una banca al lado del platón del jardín de la Ciudadela, la joven me cuenta que nació hace 27 años en la población de Cristóbal Colón, en el municipio de Ocosingo. Indígena tzeltal, cuya madre sólo estudió dos años de primaria y su padre hizo hasta la prepa. Él es maestro, pero no anda en el movimiento, dice que no hay que contradecir al gobierno.

“Siempre quise estudiar, desde chica; no es por nada, pero yo era una buena estudiante, siempre quise estudiar más que la secundaria, pero al terminar la prepa no sabía qué hacer. Estuve un tiempo en Mexicali viviendo con una tía que se fue allá a estudiar teología, en una escuela para ser pastores de las iglesias presbiterianas, pero no terminó. Mi padre también era presbiteriano, y luego se hizo católico, como mi madre; a mí esta religión me gusta más. Aunque no es la religión la que hace a las personas, sino las personas hacen la religión, pero los presbiterianos son, como le digo, son… muy tajantes, en especial con las mujeres: que no hagas esto, que no hagas lo otro. No nos dejan usar pantalón ni ponernos ropa diferente ni bailar ni nada. Muchas mujeres de allá no estudian, se casan jóvenes y a veces no terminan ni la secundaria. Yo desde un principio decidí que sí iba a estudiar, tenía la visión de salir adelante, de ser diferente a mi madre. Mira, ella, por ejemplo, sólo se dedicaba a la casa, a atender a mi papá... y mi papá es muy machista, no la deja salir, la regaña, si sale mucho tiempo ya la está cuestionando. Cuando éramos chicos nos pegaba, nos pegaba a todos, un poco fuerte. También le pegaba a mi mamá, antes, cuando éramos chicos, pero como fuimos creciendo, mis hermanos la defendían y nosotras también la defendemos. Esas ideas de que las mujeres no deben estudiar ya no van, hasta eso que mi padre tenía gusto de que yo estudiara. En otras comunidades son demasiado conservadores, pero en mi pueblo las muchachas salen a trabajar a las ciudades.

“Al principio quería estudiar biotecnología, por la importancia de la naturaleza era muy conveniente, pero mi papá ya no me pudo apoyar económicamente. Esperé la convocatoria para entrar al magisterio; lo intenté una vez y no pasé el examen. Al siguiente año logré lo que quería: presenté el examen en Tuxtla y ahí sí pasé, tenía 20 años. Yo fui la última generación de becarios, nos dieron oportunidad a jóvenes de estudiar en la UPN de Palenque. Todavía sin plaza, me mandaron a una comunidad que se llama Cuxulja, como a cinco horas de mi casa. Mientras estudiaba la licenciatura, de lunes a viernes daba clases en la escuela de Cuxulja; era un programa semiescolarizado. Ahí tenía alumnos de 3º y 4º de primaria, multigrado. Los libros de texto llegan tarde, pero llegan. En la escuela aprendí teóricamente, porque en realidad este oficio se aprende estando frente a los alumnos, trabajando en las comunidades. Ya he sacado a dos generaciones. Trabajé también en San Juan Cancuc, considerado uno de los municipios más pobres del país. Ahí hay mucha pobreza y alcoholismo, y son muy machistas. Las escuelas tienen piso de tierra, techos de palos y bancas dobles de madera; todo en muy mal estado, ni baños había; tampoco hay pizarrón, se trabaja con el libro, con hojas blancas y con marcadores. Lo más difícil es la lejanía y la pobreza de las comunidades, se tiene que caminar muchas horas para llegar; además hay falta de interés, el gobierno no le da importancia a las comunidades indígenas. Hay ocasiones en que una está orgullosa: recuerdo a una niña muy apática que tenía problemas en su casa, su papá maltrataba a su mamá; era una niña muy antisocial. Un día decidí ir a su casa para pedir apoyo a sus papás; ella no entendía el español porque nadie le había hablado, después de varios meses fortaleció el tzeltal y aprendió español, logré que amara el estudio y que conviviera con las compañeras; allá las niñas y los niños se sientan aparte, no se juntan. Yo les decía que todos éramos iguales, que los niños deben respetar a las niñas, y también ellas deben respetar a los varones.
 
“Porque de eso se trata la enseñanza: de indagar lo que pasa, de dar confianza a los niños y niñas. Yo soy madre soltera por decisión. A los 23 años me embaracé; mi novio quería casarse, pero yo no quería formalizar, yo no creo en el matrimonio. Por la vida que mi papá le dio a mi mamá desde joven yo decía: voy a tener un hijo sin casarme. Para eso tengo mi trabajo y cómo mantener a mi hijo. Durante 11 meses lo amamanté y lo llevé conmigo a mi trabajo, conseguí quien me lo cuidaran en la comunidad mientras yo daba la clase. Es difícil ser mamá y ser maestra, pero lo estoy logrando.

Decidí estar en el movimiento de la CNTE por muchas cosas. Nosotros como trabajadores nos damos cuenta de las necesidades; yo estoy de acuerdo en que nos evaluaran; si salgo mal en la evaluación, que me capaciten, pero que no me corran, que no pongan en riesgo un trabajo que hemos logrado con mucho esfuerzo. Este año no estoy frente a grupo, soy directora de la escuela Pedro López Ramírez, en El Sibal; ahí soy parte de un equipo de siete maestros bilingües, lo que es una gran responsabilidad, algunos padres de familia nos apoyan. Hacen falta más maestros en las comunidades, y esto tiene que ver con la reforma, porque ahora los contratan por dos o tres meses sin base, y luego ya no regresan. Con lo que pasó en Nochixtlán estamos más puestos a apoyar; lo que necesitamos es que nos escuchen y se pongan en nuestro lugar. Muchas organizaciones están pidiendo mejorar la situación de pobreza, todos estamos unidos: maestros, campesinos, padres de familia, personal de la salud, cosa que antes no se veía.

Nota: Todos a la marcha del silencio en apoyo al magisterio, este domingo 26 de junio a las 11 horas, del Ángel de Independencia al Zócalo. ¡Castigo a responsables de Nochixitlán! ¡Libertad a maestros encarcelados! ¡Diálogo comprometido!


Meteduras de pie

Osorio desplaza a Nuño

Beltrones y el fuego amigo


Zócalo, AMLO y MAM
Julio Hernández López. Astillero, La jornada, 24 de junio de 2016
Miguel Ángel Osorio Chong aparece como el gran triunfador(provisional, falta ver en qué desembocan realmente las pláticas que se reanudarán el próximo lunes). Reinstaló en Bucareli la mesa de negociaciones con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que Aurelio Nuño Mayer aseguraba que no se volvería a montar y que luego quiso reducir a temas políticos y no educativos, aunque a fin de cuentas el ex gobernador de Hidalgo obviamente abordó temas netamente educativos (entre ellos, la exigencia de abrogar la “reforma educativa), con representantes magisteriales de cada estado.

Luego de esa recomposición de escenario, que lo deja en condición de florero parecida a la que le habían impuesto a su antecesor, Emilio Chuayffet, ya es otro el talante y el ¿discurso? del secretario de Educación Pública. Zombi es luego de su día triste en Nochixtlán, cuando la Policía Federal, bajo mando de Enrique Galindo Ceballos, un subordinado político del secretario de Gobernación (quien incluso le permitió hacer a EGC una especie de precampaña policiaca en busca de ser candidato priísta a gobernador de San Luis Potosí), disparó de manera incomprensible, provocadora, contra profesores, padres de familia y ciudadanos en general en un domingo de plaza, dejando un saldo de cuando menos nueve muertos y un centenar de heridos de bala.

Ese fue el pie con pólvora que detuvo la sorda carrera del crecido Nuño Mayer en pos de una presunta candidatura presidencial en 2018 y por ello hubo de tragar sapos ayer en un acto público al declarar con un simulacro de buena cara que es una muy buena noticia el que se haya podido entablar este primer diálogo, que se haya logrado este acercamiento entre ambas partes y que él estará coadyuvando en lo que sea necesario para que este primer paso pueda continuar y se pueda encontrar una salida a este conflicto. Oh, lo que en política se llega a ver: ¿qué quedó de aquel ufano relator bravío de despidos masivos de profesores, del ceñudo proclamador de castigos implacables para quienes no rindieran culto al nuevo orden (administrativo, laboral y judicial) educativo, del inflexible negador de diálogos a menos que los solicitantes abdicaran previamente de sus pretensiones?

No es Nuño, políticamente herido de muerte, el único personaje del reparto peñista que ha sido frenado en sus aspiraciones de futuro electoral. Sabidamente ajeno al primer círculo de Los Pinos, pero partícipe de un receloso convenio de prestación mutua de servicios pragmáticos, Manlio Fabio Beltrones Rivera tuvo que salir del foro teatral y pasar a ocupar un asiento en luneta, debido a que en elecciones de gobernador tuvo siete derrotas. En su Estado Mayor hay voces que, con amplia experiencia en el oficio de torcer y retorcer resultados de comicios, conjeturan sobre presuntos favores desde el gabinete federal a candidatos opositores o semiopositores en algunos estados donde el fracaso del partido de tres colores les parece poco natural, a pesar de lo reñido de las competencias.
El fuego amigo es atribuido en esos círculos maliciosos al propio Osorio Chong y a Luis Videgaray, precandidato en firme el primero y una especie de ex aspirante el segundo. Razones para celebrar un fuerte tropezón de Beltrones no les faltan a los dos principales vicepresidentes del país, Osorio (quien pareciera ir tomando una delantera sostenida en su proyecto 2018) y Videgaray (de cuya cantera surgió Nuño, aunque se independizó hasta llegar al declive actual, pero también interesado en la promoción de José Antonio Meade, el secretario de política fusión: exterior aceptable para el PRI e interior aceptable para el PAN) a quienes habría resultado de difícil manejo la estampa de un presidente nacional del PRI que se hubiera alzado con cifras mejores y con menos pérdidas de las que finalmente tuvo.

Dos precandidatos adscritos al sector izquierdo también practican meteduras de pie. Miguel Ángel Mancera trató de disuadir al dirigente del partido Morena para que no intente llegar con una marcha dominical hasta la Plaza de la Constitución, el Zócalo convertido por el político tabasqueño en medidor capitalino de popularidad. En todo caso, ha propuesto la secretaria del Gobierno chilango, Patricia Mercado, la silenciosa caminata en apoyo a los maestros opuestos a la reforma educativapodría acomodarse en un flanco de la histórica plaza, con un templete sobre el arroyo, junto a Palacio Nacional, pues la plancha codiciada tendrá ocupantes previamente agendados en una exposición o feria de servicios y programas que presta la misma administración de Mancera. Andrés Manuel López Obrador había advertido que pretender negarle la entrada al citado Zócalo sería una especie de declaración abierta de guerra, una circunstancia que llevaría apintar la raya respecto del ex procurador de Justicia del Distrito Federal al que AMLO y Marcelo Ebrard hicieron candidato perredista a jefe de Gobierno.

En esos jaloneos futuristas y entre traspiés provocados, el conflicto magisterial sigue adelante. A pesar de que Gobernación ha insistido a los profesores en que busquen modificar sus formas de lucha, de tal manera que no causen daños a terceros y no obstruyan la prestación de servicios estratégicos (la distribución de alimentos y de gasolina, como ejemplos), los bloqueos carreteros continuaron ayer en varias entidades, aunque en menor número, y los actos públicos de protesta siguieron adelante en el país y en varias plazas del extranjero, donde se va conociendo, sobre todo, lo sucedido en Nochixtlán. Sentarse a dialogar, luego del fragor de la batalla, es un paso adelante que reinstala como interlocutor válido a la CNTE, pero, ¿logrará Osorio negociar una salida aceptable al conflicto o todo quedará en una demostración de labuena voluntad dialogante del gobierno federal, luego de lo cual seguiría la mano dura? ¡Hasta el próximo lunes!

Twitter: @julioastillero Facebook: Julio Astillero Fax: 5605-2099 •juliohdz@jornada.com.mx 

Demandan no ser despojados de derechos que conquistaron tras años de lucha
Integrantes de la CNTE se manifiestan en Gobernación; antes marcharon con médicos
Los docentes anunciaron que se sumarán 
a las movilizaciones de los trabajadores de la salud
Durante la marcha de los trabajadores del sector salud en la Ciudad de México, maestros se unieron a las movilizaciones en apoyo a sus demandas. Posteriormente se dirigieron a la Secretaría de Gobernación para estar al tanto de las pláticas que se desarrollaron con el titular de esa dependenciaFoto Jesús Villaseca
Emir Olivares Alonso. Periódico La Jornada. Jueves 23 de junio de 2016, p. 7

Luego de apoyar a los trabajadores del sector salud que marcharon hasta la dependencia federal de ese ramo, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se movilizaron hacia las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación.

Esta acción tuvo como objetivo mantenerse pendientes de las negociaciones que se iniciaron ayer entre el gobierno federal y el magisterio disidente. Mesa de negociación que se instaló tras la insistente presión de la coordinadora.

Docentes consultados confiaron en que en los debates con el gobierno federal se resuelvan todas sus demandas y se puedan llegar a acuerdos para levantar el paro nacional que desde el 16 de mayo –dijeron– mantienen los docentes y el gobierno acepte de una vez por todas que la llamada reforma educativa no es tal y sólo arrebata derechos adquiridos por años.
Los profesores señalaron que se sumarán a la lucha de los trabajadores de la salud y confiaron en que ciudadanos, organizaciones e integrantes de otros sectores conformen una lucha nacional para pelear contra las graves condiciones en las que se encuentran todos los mexicanos y contra las políticas gubernamentales que nos han perjudicado.
Los maestros señalaron que se mantendrán en las inmediaciones de Gobernación, hasta conocer los resultados de la primera mesa de trabajo.
Astillero


Acumulación de protestas

Educación; ahora salud

Contra la universalización

La cabeza de Nuño
Julio Hernández López. Astillero.  La Jornada, 23 de junio de 2016 
El mal humor social del que Enrique Peña Nieto hablaba casi con tono anecdótico en semanas pasadas se ha convertido en una acumulación de protestas callejeras y una extendida percepción de que el manejo del país está en condición crítica. No son solamente los resultados en términos concretos: también es el ánimo y la postura pública de los principales funcionarios federales, muchos de los cuales parecen nuevamente tomados por sorpresa por la evolución de conflictos sociales que se supone deberían tener cuidadosamente medidos. Pasmados, elusivos, recurrentes en cuanto a fórmulas discursivas huecas, sobrellevan las cosas, vuelan, como lo hará el ocupante de Los Pinos hacia Canadá y Chile, en un viaje que comienza justamente el domingo próximo.

Las manifestaciones de disenso han encontrado puntos de convergencia que las potencian. Ayer se manifestaron en todo el país trabajadores de la salud, quienes decidieron dar visibilidad a los múltiples problemas que viven cotidianamente y por los cuales suelen ser señalados y denunciados por usuarios que no siempre tienen información de las carencias estructurales que llevan en muchos casos a médicos, enfermeras y empleados en general a negar atención o a prestarla de manera defectuosa.
La degradación de los servicios de salud pública ha tenido como contexto la institucionalizada corrupción que ha ido mermando la capacidad financiera de los diversos entes relacionados con el tema. Durante décadas se ha colocado a la cabeza de institutos públicos de salud a políticos que han aprovechado los cargos para traficar con contratos, compras y asignaciones varias. En los años recientes el daño económico ha sido inocultable, pues entre otros de sus signos se ha visto la disminución de la calidad de los servicios, la falta de medicamentos y la sustitución de algunos por otros de menor calidad y las fallas de equipos especializados.

Los trabajadores de la salud rechazan el tal proceso de universalización, porque exactamente son ellos quienes saben de la inviabilidad del planteamiento de primer mundo que pretende facilitar a cada cual el ser atendido en cualquiera de los institutos de salud pública disponibles.
Si en la actualidad es sumamente difícil recibir atención aceptable en donde corresponde al derechohabiente, peor será cuando acuda a otros, por más que la propaganda oficial se esmere en promover supuestas bondades del nuevo mecanismo. Además, los derechos laborales de los empleados de la salud púbica también están en riesgo, en este mover de cartas que en el fondo, como en el juego de dónde quedó la bolita, busca mover y remover todo para disimular, llevando los servicios y la plantilla laboral a la baja, que esa estructura gubernamental ha sido llevada a terrenos críticos y que en el horizonte, aunque los funcionarios en turno declaren lo contrario, está el fantasma de la privatización.

La aparición de manifestantes de blanco en las calles del país (que también denunciaron las continuas agresiones de parte del crimen organizado) coincidió con el punto alto de las protestas nacionales por el asesinato de al menos nueve personas en Nochixtlán, Oaxaca, y en contra de la mal llamada reforma educativa. En varios casos las marchas abrazaron los propósitos de cada ámbito, aun cuando no haya fusión organizativa ni programática. Batallas sociales muy localizadas, con poca trascendencia más allá de sus propósitos, igualmente engarzaron sus movilizaciones y denuncias con la lucha de los profesores y, ahora, con los trabajadores de la salud. No hay evidencia de que esas expresiones de molestia política y social se encaminen a una vertebración duradera pero, por lo pronto, dan cuenta de un ánimo de enojo popular que los gobernantesno deben desdeñar.


A la hora de entregar esta columna no se conocían los resultados del encuentro que sostendrían los dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. Sobre la mesa de Bucareli fue puesta la demanda concreta de que sea depuesto Aurelio Nuño Mayer, el secretario de Educación Pública que aseguraba que no habría ninguna mesa de diálogo en tanto los profesores opuestos a la reforma educativa no aceptaran la validez inatacable de ésta (grosera pretensión del envalentonado Aurelio: dialogar sobre banderas de lucha hasta que los portadores renunciaran a ellas).

La instalación de esa mesa de diálogo en Gobernación, así durara unos minutos y así no llegara a arreglos, significa una desautorización oficial de la monolítica postura original del secretario Nuño, que quiso ser sargento y terminó en condición de zombi, cadáver político andante. Su salida pudo darse con cierta naturalidad el martes en que fue anunciado el diálogo con el precandidato presidencial Osorio. Ahora, ya enarbolada esa demanda por la CNTE, la caída del sucesor de Emilio Chuayffet significaría una derrota evidente para Los Pinos, que ya tuvo que poner a platicar a Osorio con la CNTE bajo la enorme presión de los hechos criminales de Nochixtlán y Oaxaca, y ahora correrá con la cuenta negativa de sostener al ya inviable Nuño o removerlo y dar muestra de debilidad.

No sería, en todo caso, la única ocasión en que Los Pinos dé marcha atrás ante las presiones. Está en camino de hacerlo ante los dirigentes empresariales que se han manifestado, incluso en las escalinatas del Ángel de la Independencia, contra los términos en que quedó el revoloteo llamado ley 3 de 3. No sólo ha preocupado a los hombres de negocios el debilitamiento de las fórmulas de transparencia que buscaban imponer a los políticos sino, en especial, la venganza de éstos al extender a los empresarios la misma carga declarativa triple en aquellos casos en que recibieran recursos públicos. Peña Nieto de inmediato se reunió con la cúpula empresarial, el coordinador de los senadores priístas, Emilio Gamboa, aceptó que fue errónea la redacción de la parte relacionada con la iniciativa privada y Miguel Ángel Mancera ha solicitado que haya correcciones. ¡Hasta mañana!
 Rehenes políticos magisteriales
César Navarro. Opinión. La Jornada, 23 de junio de 2016

Con torpes y absurdasdeclaraciones de funcionarios del gobierno federal se ha intentado presentar la captura y encarcelamiento de los dirigentes magisteriales de Oaxaca como un hecho desvinculado del paro y la movilización magisterial. El secretario de Gobernación ha asegurado que su detención no es política y quienes han pretendido mezclar el tema magisterial con los asuntos de orden judicial y los delitos por los que son acusados, están totalmente equivocados. En tanto, el discurseador de todos los días, Aurelio Nuño, afirmó que la aprehensión de los dirigentes de la sección 22 de la CNTE “es una muestra más de que el paro de labores de los docentes tiene el objetivo de defender los privilegios de sus líderes ( La Jornada, 14 de junio).

Según estas versiones, no existe trasfondo político alguno y su detención debemos entenderla como una mera coincidencia con el despliegue de la lucha magisterial, y reducirla a un proceso judicial ordinario contra los dos profesores detenidos, soslayando que son dirigentes de la CNTE y del magisterio en resistencia y que su detención, se dice, sólo obedece a la indagatoria sobre delitos que se les acusa, relacionados con el manejoilegal de recursos sindicales y losprivilegios que detentan y usufructúan.

Por su parte, la Procuraduría General de la República intempestivamente anunció que tiene resguardadas otras 24 órdenes de aprehensión contra más dirigentes del magisterio de Oaxaca, que también busca para encarcelarlos. En realidad, las órdenes de captura contra los líderes oaxaqueños fueron dictadas desde hace casi un año, cuando el Ejército y la Policía Federal tomaron por asalto las instalaciones del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca y la PGR interpuso denuncias penales contra más de una treintena de profesores, acusados de haber perpetrado daños materiales durante las marchas del magisterio en esa entidad sureña. Pero en el contexto de la protesta de los docentes, estas órdenes de captura se han vuelto prioridad para la PGR y se han actualizado con la inserción de nuevos delitos para justificar la detención de los profesores Rubén Núñez y Francisco Villalobos, acusados de lavado de dinero y robo agravado, respectivamente. Las burdas explicaciones y justificaciones de Osorio Chong y Nuño resultan tancreíbles como las verdades históricas que suelen fabricar el gobierno de Peña Nieto y sus cortesanos.

Con la captura y encarcelamiento de Núñez y Villalobos, el gobierno los ha convertido en rehenes políticos del Estado, bajo el cálculo de golpear la moral de la lucha de los docentes, generar temor y descabezar la revuelta magisterial, para intentar utilizarlos como piezas de negociación para concederles su libertad a cambio del repliegue total de la movilización.
Sin embargo, estos supuestos gubernamentales están destinados al fracaso, y pese a la rabia e indignación por sus dos compañeros forzadamente ausentes, los profesores no depondrán su lucha. Sus adversarios olvidan que en la calle, el plantón y la manifestación, codo a codo, las maestras y los maestros son mucho, pero mucho más que dos, y con la fuerza y persistencia del movimiento, sus compañeros tendrán que ser liberados, sin otorgar concesión alguna contraria a su lucha.

El recrudecimiento de la represión al magisterio en todo el país ha devenido en un catalizador social de respaldo a los profesores en lucha y miles de habitantes de poblaciones y comunidades se han sumado y acompañado las marchas y plantones magisteriales y alzado su voz con fuerza para demandar que termine la persecución hacia sus profesores y el gobierno escuche y atienda sus demandas. Por ello, el movimiento magisterial no ha decrecido y, en sentido opuesto a las expectativas de sus adversarios de siempre, se ha acrecentado con el respaldo popular y constituido en la movilización social de mayores dimensiones de estos tiempos, sólo comparable con las dolorosas y trágicas jornadas por la vida de nuestros jóvenes hermanos de Ayotzinapa. El escenario educativo de la reforma ya lo representan desde ahora y para el futuro: Iguala-Ayotzinapa y la represión al magisterio.

Sin embargo, no es posible abordar el debate educativo en tiempos actuales sin omitir las caricaturas discursivas del secretario de Educación, Aurelio Nuño, quien, sorprendido y medio enojado, afirmó que le resultaba inexplicable que López Obrador ande defendiendo a los líderes presos de la CNTE y debía dar una explicación sobre sus motivos y relaciones con la coordinadora. Pero me temo que el funcionario tendría que ampliar e incluir en su lista deinexplicables, y también exigir cuentas, a cientos de intelectuales, escritores, académicos, artistas, periodistas, personalidades sociales y políticas, defensores de derechos humanos y sacerdotes de México, Latinoamérica y diversas latitudes del mundo, que han rechazado la represión a los maestros y planteado su respaldo al diálogo propuesto por los docentes. Pero, además, existen muchos otrosinexplicables. Un vasto contingente de organizaciones educativas, sociales, sindicales y populares mexicanas y del extranjero, y el EZLN.

PD. Este artículo se redactaba cuando se informó la detención del profesor Juanjo Ortega, ex secretario de la sección XVIII de la CNTE de Michoacán. Ahora ya serán mucho más que tres. ¿Hasta dónde quieren llegar los represores de los maestros? ¿Más presos y muerte? ¿Habrán pensado en las consecuencias?
 Nuño, cadáver político

MAO, ¿revisión a fondo?

O, ¿‘‘dialogas’’ y te vas?

Quintana Roo: se blinda Borge
Astillero. Julio Hernández López. Astillero. La Jornada, 22 de junio de 2016.

En el país-ficción se producirá un diálogo con representantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) sobre la grave crisis a que ha llevado la presunta reforma a la educación, contra la cual se han levantado profesores, padres de familia, ciudadanos y organizaciones (con saldo de muertos, heridos, detenidos, desaparecidos y múltiples daños económicos y sociales), pero ¡sin hablar de educación!

Virtual monólogo gatopardista con invitado marca CNTE sería ese extraño encuentro, según lo que alcanzó a decir ayer el secretario de Educación, Aurelio Nuño Mayer, en un discurso ante medios donde al final sólo aceptó tres amables preguntas de periodistas. Desposeído por los hechos, sobre todo los de Nochixtlán, de su tradicional actitud de perdonavidas laboral, y políticamente derrotado por la realización de algún tipo de diálogo que él aseguraba nunca se daría, el secretario de la defensa nacional educativa (Sedene) quiso quitar filo a la guillotina política que se mueve junto con su cabeza al asegurar que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong (especializado en arrasar a sus adversarios internos rumbo a la postulación priísta de 2018), sólo hablará con los profesores disidentes respecto de temas políticos, pero no educativos, como si la dizque reforma educativa no fuera en esencia una propuesta profundamente política y como si los levantamientos regionales que ha producido esa sedicente reforma no tuvieran como causa motriz el rediseño educativo impuesto por el peñismo.
El secretario fusible resiste, pero la sobrecarga política y social rebasa su diseño original como pieza de desecho. El sargento secretario Nuño Mayer es ya un cadáver político, pero se aferra a una vida extra para la que no tiene bonos por buena conducta, sino todo lo contrario. Es el responsable operativo del envenenamiento del sistema educativo nacional mediante dosis declarativas tóxicas y sucios métodos de capataz, invocando el esplendor de un punitivo ‘‘estado de derecho’’ en un país donde sólo brillan la corrupción, la injusticia y la impunidad. Ni en los peores escenarios que anotó en su libretita de apuntes consideró la posibilidad de una oposición vigorosa y extendida como la que se ha vivido en días recientes contra la maltrecha reforma laboral educativa. Él creyó que tenía dominado al magisterio más crítico y participativo mediante sus gestos, discursos y amenazas. Nunca entendió que en muchos lugares de Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, por mencionar las entidades más activas, hay una profunda y respetuosa vinculación de los profesores con las comunidades, lo que implica relaciones de solidaridad ante ataques como el desplegado desde la Ciudad de México por el aprendiz de reformador educativo. Y, cuando despertó, la CNTE y las comunidades seguían allí.

Es evidente que el diálogo a realizarse entre CNTE y SG va más allá de lo educativo y puede denominarse, en general, político, con vertientes específicas sobre lo laboral, judicial, hospitalario y lo propiamente educativo. Cometería una segunda equivocación grave el grupo peñista si pretende solamente cumplir con el expediente de ‘‘dialogar’’ para sostener sus posturas iniciales, una especie de ‘‘dialogas y te vas’’. Es necesario garantizar el freno a la escalada represiva, castigar a los responsables materiales e intelectuales de los homicidios calificados en Nochixtlán, proveer adecuada atención médica y poshospitalaria a los heridos, evitar que los civiles detenidos sean convertidos en chivos expiatorios, atender las denuncias de desapariciones y dar una tregua, propiciatoria de un diálogo correctivo, a los términos de la reforma llamada educativa. Todo ello debe ser abordado en un diálogo que, más allá de las pataletas de Nuño, encaja perfectamente en los términos usados por Osorio Chong para definir los propósitos de la reunión que se celebrará hoy por la tarde: ‘‘avanzar en la construcción de soluciones que permitan regresar la tranquilidad a las regiones del país que se han visto afectadas por sus movilizaciones en fechas recientes’’. Las soluciones pasan por el alto a la ‘‘reforma educativa’’. Sólo así podrá ‘‘regresar la tranquilidad’’ a esas ‘‘regiones del país’’.

En Quintana Roo, el Congreso estatal bajo dominio del (des)gobernador saliente, Roberto Borge, aprobó modificaciones legales que buscan cuidar la espalda de este mandatario acusado de frivolidad y corrupción. Como en Veracruz, donde Javier Duarte de Ochoa retiró el fuero al cargo que está por dejar, y tiene una fiscalía transexenal para amagar a su relevo, Miguel Ángel Yunes Linares, en Quintana Roo el electoralmente derrotado Borge pretende contar con una auditoría superior del estado a modo para utilizarla contra Carlos Joaquín, el priísta que ganó la gubernatura ‘‘del cambio’’ a nombre del PAN y el PRD. La descarada pretensión de evitar futuras acciones judiciales contra la administración de Borge y de ‘‘amarrar’’ al entrante si pretende lances de castigo a actos de corrupción, motivó a ciudadanos a entrar por la fuerza a la sede legislativa y protestar airadamente, a pesar de lo cual el susodicho Borge quedó bien blindado para lo que venga más adelante.

Astillas:

En el estado de Michoacán, el comisionado de Los Pinos para el control estatal, Silvano Aureoles, invita a ‘‘dialogar’’ a los profesores que están contra la mencionada ‘‘reforma educativa’’, pero también demandan la liberación de dos ex dirigentes seccionales que han sido detenidos… Sesionaban universitarios en las islas de la UNAM para definir acciones de apoyo a Oaxaca y, al mismo tiempo, grupos de encapuchados obstruyeron el tráfico vehicular en Insurgentes Sur, a la altura de Ciudad Universitaria, y provocaron incidentes que llevaron contingentes de antimotines a esa zona. A la hora de cerrar esta columna, los embozados iban de retirada… Y, mientras la primera prima del país (Atlacomulco Power) se queda provisionalmente como presidenta nacional del PRI, a la espera de definir relevo o confirmación en 60 días, ¡hasta mañana, con Beltrones sin saber cómo estrenar un disfraz de ‘‘crítico antisistema’’!


Resistencia magisterial
SEP: Vender el alma de la nación al Gran Dinero
Adolfo Gilly. Opinión. La Jornada. 22 de junio de 2016.


Megasamblea en la que centenares de universitarios de diferentes instituciones definieron acciones de apoyo a la CNTE, en las islas de Ciudad UniversitariaFoto Carlos Ramos Mamahua
 
La reforma educativa que a sangre, fuego y cárceles pretende imponer el gobierno federal va mucho más allá de sus fines declarados y de ser una reforma laboral, aun cuando ésta venga implícita en sus contenidos.

Se trata, como bien se dijo de la privatización del petróleo y de diversos servicios públicos, de una reforma en la estructura del Estado, es decir, de la relación históricamente establecida entre los gobernantes, el pueblo y los bienes materiales y simbólicos de la nación. Éstos se van traspasando de la propiedad estatal –según ley, herencia y patrimonio de todo el pueblo mexicano– a la propiedad privada o individual del capital financiero, mexicano y extranjero.
El caso de la educación es diferente y tal vez aún más insidioso. Sin necesidad de trasferir la educación a manos privadas –aunque en ciertos segmentos esta trasferencia está en curso desde hace tiempo–, de lo que se trata es de cambiar los contenidos, los objetivos y los fines de la educación del pueblo. De ahí la ofensiva, en curso desde hace ya tiempo, contra los portadores históricos y concretos de esos contenidos, los normalistas y los maestros de enseñanza primaria.

La reforma educativa es una mentira y un pretexto. La ofensiva del gobierno federal contra los maestros es en el fondo un ataque general contra los fundamentos de la educación republicana, que se ha convertido en una rémora y un obstáculo para sus fines, y contra quienes la llevan en sus vidas, sus conocimientos y sus modos de saber trasmitir a la infancia la educación de la República Mexicana, nuestra comunidad de historia, costumbres, vidas y destino en tantoempresa histórica nacional.

Qué se enseña, cómo se enseña, cuál es la relación en el aula con los niños y en el pueblo o el barrio con sus familias, cómo se hace para encender el afán de conocer y de estudiar y para ir dando desde la infancia los instrumentos intelectuales, el afán de saber y los sentimientos como nación y como pueblo: todo eso no se puede medir con exámenes de opción múltiple, además repletos de errores conceptuales y gramaticales.
Esos exámenes, y las formas e instalaciones donde tienen lugar, están concebidos como instrumentos de sumisión y humillación de la dignidad, el pensamiento y los sentimientos de los maestros y maestras, esos rasgos indispensables para la profesión magisterial. Antes que atender primero las condiciones materiales deplorables de tantas instalaciones escolares, lareforma educativa se propone doblegar la personalidad y la independencia de criterio de los educadores, dos condiciones indispensables para su oficio.

***

La disputa por la educación, sus contenidos, sus conocimientos y sobre todo sus sentimientos, que se van formando desde la infancia y la escuela primaria, es un hilo conductor que recorre la historia nacional. Así lo vieron los grandes educadores y reformadores de los siglos XIX y XX. Ahora, en este siglo XXI, un poder ajeno a los sentimientos de la nación, el poder de las finanzas, el poder sin ley del dinero y de las armas, pretende sin discusión y sin consulta abrir las puertas para que, desde la maternal y la primaria, la adquisición de los conocimientos, el orden del pensamiento y la formación de los sentimientos de este pueblo mexicano –que de esto se trata la disputa por la educación, ayer con la Iglesia, hoy con el Gran Dinero– quede en manos de las necesidades del capital financiero y de sus exclusivos fines: la acumulación, la ganancia; y, para eso, la subordinación del trabajo manual e intelectual, de sus conocimientos y de sus vidas.

La televisión contribuye, pero no basta: controla la información, pero no alcanza a cambiar el ánimo y el sentir, que se forman en otros ámbitos humanos. Y de eso trata la empresa de la reforma educativa: quebrar la autonomía del pensamiento de los maestros, romper su relación intelectual y afectiva con el pueblo, las familias, sus sentimientos, alegrías y penalidades; e imponer que un programa de computadora, escrito por ineptos e ignorantes, les diga cómo enseñar y a quién obedecer.

Un rojo hilo de sangre y represión une a los estudiantes normalistas desaparecidos y a los muertos de la Escuela Normal de Ayotzinapa con los reprimidos, encarcelados y asesinados maestros de la CNTE, de Nochixtlán y de los pueblos y ciudades de Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán y otras geografías de este México sumido en la violencia de las finanzas, del crimen y de los poderes federal y de gobernadores y caciques.
La resistencia de los maestros y de sus pueblos es ejemplar. Pide, requiere y merece apoyo y protección de todo el universo educativo mexicano en sus diferentes niveles, y del pueblo de este país que, una vez más, acaba de dar su veredicto electoral sobre el gobierno federal y sus políticas. (n. de la e. !!No están sólos!!)

***

Este veredicto lo resumió en sus palabras (El País, México, 20 junio 2016), una señora de Nochixtlán, Patricia Sánchez Meza, a quien los federales le mataron al hijo de 19 años, Jesús Cadena Sánchez, estudiante de ingeniería y catequista, cuando iba a la parroquia del lugar para ayudar a atender a los heridos por las balas y los golpes de la Policía Federal. Patricia Sánchez se llama, le quedan cuatro hijas menores, es viuda y ella mantiene a toda la familia con su trabajo. En esos momentos están velando a su hijo en la sala contigua:

Yo pediría que esas personas que mandaron a acabar con nuestro pueblo, den la cara, por lo menos. Porque no fuimos nosotros los que iniciamos el pleito. No. Aquí fueron los federales y los que los mandaron fueron nuestro propio gobierno, nuestro Presidente, nuestros diputados. Nosotros no estamos peleando nada. Nosotros cómo vamos a tener armas de fuego, que no tenemos ni siquiera una pistola en la casa, solamente que salgamos con tizones para tener fuego, porque no tenemos armas de fuego. No es posible que nuestro propio gobierno nos esté entregando como pueblo, porque fue al pueblo al que agredió, no fue a los maestros. El tráiler que quemaron fueron los federales los que lo quemaron, no fueron los maestros. No había cantidades de maestros. Había padres de familia, que estaban apoyando.

Y cuando el reportero de El País, Pablo de Llano, le pregunta cuál es su conclusión y su sentimiento, la señora Patricia Sánchez responde con voz calma y pareja:

“Mi sentimiento es que en realidad estoy muy indignada contra el gobierno porque es el que nos está matando a nosotros como pueblo. Yo quisiera que el gobierno viera lo que nosotros estamos viviendo aquí, que den la cara, que nos ayuden, que nos apoyen, que nos digan por lo menos por qué nos están haciendo esto, por qué nos están tratando así después de que nos vienen a pedir su apoyo, casa por casa, cuando necesitan de nuestros votos. ¿Por qué nos hacen esto ahora? Somos mexicanos, hemos de ser tratados como tales. Que vean ellos a nosotros cómo nos tratan, nos están tratando como animales, a balazos. Quisiera yo que vinieran y tuviéramos un diálogo con ellos, para que así nos digan qué es lo que estamos peleando. Porque no sabemos ni por qué peleamos. Al final de cuentas ya no es tanto de la educación. Aquí está el pueblo que está indignadísimo contra el gobierno.

“Si ustedes quieren pasar a ver cómo está mi hijo, cómo me lo mataron, allí está…”
Nochixtlán: matar maestros, imponer la reforma
Víctor M. Toledo. Opinión, La Jornada, 21 de junio de 2016.La descripción de la batalla de Nochixtlán, porque eso fue, una guerra no entre dos ejércitos sino entre las fuerzas armadas y los ciudadanos de tres pueblos indígenas reaccionando por la dignidad comunitaria, es una película que se ha repetido decenas o cientos de veces a escala local, desde Atenco hasta Cherán y muchas veces durante la comuna oaxaqueña. Esta vez, sin embargo, la eterna lucha de las comunidades contra la represión que es focalizada y que tiende a diluirse, controlarse y finalmente a olvidarse, se habrá de proyectar no solamente a la escala nacional, sino que tendrá repercusiones internacionales (ver).

Es un agravio más que se viene a sumar a Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán, etcétera, y pone al régimen nuevamente al desnudo. No se puede aceptar, es inadmisible, que en nombre de la renovación educativa un régimen reprima, aprese y mate maestros. Es injustificable. Lo absurdo alcanza su expresión máxima. El mundo se quedará atónito cuando se entere que para el perfeccionamiento de la educación (que en el fondo es la imposición de los criterios europeos de la OCDE para formar ciudadanos perfectos) haya que asesinar maestros inconformes.

En cualquier país civilizado, este acto repugnante exigiría la renuncia de los máximos dirigentes, incluyendo al Presidente de la República.

¿Estamos como en 1968?, me preguntó con una expresión de ingenuidad uno de los estudiantes de un taller que dirijo y no supe qué responder. Quizás la respuesta es doble. Sí y no. La similitud entre el régimen de Díaz Ordaz y el de Peña Nieto es el autismo, la soberbia, la mano dura, el uso de todos los aparatos de poder para imponer decisiones. México vive nuevamente una dictadura disfrazada. Ahora no sólo son los jóvenes sino sus maestros. Y, sin embargo, una de las muchas diferencias es que ahora se conocen todos los hilos y resortes que impulsan a este régimen a asumir tales acciones. Hoy sabemos que el problema es la enorme corrupción del régimen político y de su complicidad con las poderosas élites económicas no sólo nacionales, sino globales. Lo que se quiere imponer es un mundo donde florezcan los parásitos del trabajo humano y los depredadores del entorno natural. El paraíso neoliberal requiere hoy de controlar los territorios y a sus habitantes, y actualmente las mayores resistencias son esencialmente culturales. Los pueblos y comunidades indígenas son los mayores surtidores del magisterio rebelde. No es casualidad que en estos tiempos las mayores expresiones de protesta se hayan dado en las entidades con una alta población originaria: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Veracruz. Los jóvenes de las normales y de los tecnológicos provienen en buena medida de las comunidades y de la vida comunal. En esos universos, a los que están ajenos los urbanos e industriales, la solidaridad y la cooperación siguen dirigiendo la vida social y los vasos que comunican al maestro con las familias y a éstos con el espíritu de la colmena siguen vigentes.
 
Las resistencias casi heroicas de los maestros disidentes no pueden quedar aisladas. Oaxaca puso el ejemplo hace 10 años y hoy esa protesta se conecta con las batallas por la defensa de los territorios severamente asediados en buena parte del país por los proyectos de depredación de las corporaciones mineras, petroleras, biotecnológicas y por los proyectos carreteros, turísticos, hidráulicos. La lucha de los maestros expresa también y en buena medida la situación de los trabajadores, obreros y empleados de México, con uno de los sueldos más bajos del mundo. Todo confluye hacia una sola resistencia, como en las partidas finales de un juego de ajedrez. Y es que el sueño neoliberal es una pesadilla planetaria que se debe detener. 
 Oaxaca en las barricadas
Luis Hernández Navarro. Opinión. La Jornada, 21 de junio de 2016.Pablo Andrés García Cruz es párroco de la iglesia Martes Santo, en Juchitán, Oaxaca. El pasado miércoles 5 de junio ofició una misa en la carretera Panamericana, a la altura del entronque Canal 33. Allí se encontraban maestros y padres de familia que establecieron un retén carretero.

En su homilía –narró Ixtel Welt–, el sacerdote García Cruz explicó que los profesores bloquean las vialidades no por gusto o por capricho sino para defender una causa noble y su propio trabajo, que es sagrado. Los maestros –dijo– ya quisieran estar en la escuela dando clases, en lugar de padecer incomodidades.

El presbítero hizo un llamado al secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, a ver las cosas serenamente, no con intereses y dobleces, y a sentarse a dialogar verdaderamente con los profesores, no con mentiras ni falsas promesas. Demandó no enviar a las fuerzas federales a reprimir a los docentes. Y le preguntó: ¿cómo no se le conmueven las entrañas? ¿Qué entrañas tiene?

La policía –advirtió el presbítero– debe considerar que no está enfrentando a una bola de gente que no sabe lo que hace, sino a gente preparada, estudiada, que ha estado en una universidad pedagógica. “Es –dijo– gente que piensa”.
Los asistentes al rito oraron en zapoteco y español, se tomaron las manos y rezaron pidiendo por el diálogo y la paz. Presentes en el acto, los familiares de los profesores Francisco Villalobos y de Heriberto Magariño, dirigentes de la sección 22 detenidos por el gobierno, pidieron por su liberación.

El padre García Cruz no es el único cura que defiende los retenes populares en las vialidades. Mientras caminaba por la barricada de la comunidad de Santa María Huamelula, en la costa oaxaqueña, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, fundador del albergue de migrantes Hermanos en el Camino, manifestó su total respaldo a los maestros. Existe ­–ex­plicó– mucha molestia por los bloqueos y cierres carreteros que encabezan los profesores, pero si no se hace así, este gobierno seguirá haciendo de las suyas. Finalmente urgió a las autoridades federales y estatales a privilegiar el diálogo y evitar la represión (http://goo.gl/IO7rpP).

La solidaridad de los religiosos hacia las protestas docentes es un indicador de hasta dónde la lucha magisterial en Oaxaca ha dejado de ser un movimiento exclusivamente gremial contra la reforma educativa y se ha transformado en una enorme movilización social. La gota que derramó el vaso fue la arbitraria detención de los dirigentes de la sección 22, Rubén Núñez y Francisco Villalobos. Los ánimos del pueblo oaxaqueño están encendidos. Y como parte de su enojo, desde la noche del domingo 12 de junio han hecho los bloqueos carreteros y las barricadas que han brotado como hongos.

Esos bloqueos surgieron espontáneamente. No fueron un acuerdo de la asamblea estatal de la sección 22, máximo órgano de dirección del movimiento. Fueron convocados en puntos clave de la geografía regional por el tañido de las campanas de las iglesias y la estallido de los cohetes. Cercaron el estado y dificultaron enormemente el traslado y abastecimiento de las fuerzas policiales responsables de la represión.
 
Los funcionarios oaxaqueños fueron, durante casi una semana, una especie de fantasmas que hacían declaraciones desde lugares desconocidos y los difundían mediante las redes sociales. Su presencia fue virtual. Nadie los vio en las calles. La administración pública se paralizó. Simultáneamente, desobedeciendo al gobernador, centenares de municipios y autoridades ejidales y comunales expresaron públicamente su apoyo a los profesores y exigieron al gobierno federal sentarse a dialogar.

Pero en lugar de atender los llamados al diálogo hechos por los sacerdotes católicos y autoridades municipales, el gobierno federal intensificó la represión. En los hechos, impuso un estado de sitio. El sábado 18 de junio policías se concentraron para tratar de desalojar los bloqueos en el Istmo de Tehuantepec. No tuvieron mucho éxito. En ciudades como Salina Cruz se dio una verdadera batalla campal de más de cuatro horas de duración. Tan pronto como las policías lograban desbaratar una barricada los pobladores volvían a instalarla.
Un día después, la violencia gubernamental aumentó. A las 8.30 de la mañana del domingo, día de plaza, la Policía Federal lanzó una salvaje ofensiva en Nochixtlán. Allí estaban concentrados más de 2 mil pobladores mixtecos de San Andrés Sinaxtla, Yanhuitlán, Suchixtlahuaca y Tilantongo, que habían bajado a comprar y vender. Cuando las fuerzas federales atacaron a los maestros y a los padres, la multitud cercó a los policías. Éstos respondieron lanzando más gases y disparando armas de alto poder contra hombres, mujeres y niños, ancianos y jóvenes. La orden que recibieron –según cuentan Genaro Bautista y Franco Gabriel– fue: tiren a matar. La cumplieron cabalmente. Fueron asesinados ocho maestros, estudiantes y campesinos indígenas. Heridos más de 50.

Dar la instrucción de desalojar violentamente un acto de protesta en un mercado indígena es una absoluta irresponsabilidad. Los pequeños comerciantes y marchantes respondieron solidarizándose con los agredidos. Los mixtecos son un pueblo guerrero. Lo han sido por siglos. Agredirlos y suponer que no van a responder es un acto de ingenuidad. En Nochixtlán la Policía Federal actuó con ignorancia y torpeza. Su respuesta a la ira popular fue criminal.
Otros desalojos igual de violentos se produjeron en Hacienda Blanca y en Viguera. Al igual que en Nochixtlán, el helicóptero lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes y la policía disparó y atacó al personal médico que atendía heridos. En Hacienda Blanca, grupos de francotiradores agredieron a los pobladores. Un menor fue asesinado.

No hace falta ser adivino para vislumbrar que la política de Aurelio Nuño hacia los maestros oaxaqueños iba a precipitar una crisis como la que se vive. Basta conocer mínimamente la historia del movimiento magisterial en la entidad para saber que algo así iba a suceder. La arrogancia, ineptitud política y compromisos que el secretario de Educación tiene con las cúpulas empresariales transformaron un asunto meramente pedagógico en un grave problema político nacional.

Twitter: @lhan55
 Oaxaca: reconocer la crisis
La Jornada. Opinión, 21 de junio de 2016

Los trágicos sucesos del pasado domingo en Nochixtlán, Oaxaca, ponen a las instituciones ante la necesidad de una renovación real y profunda que debiera empezar por el reconocimiento de la gravedad y la magnitud del hecho y de sus consecuencias. Conforme pasan las horas se han ido conociendo elementos que apuntan a un ataque con armas de fuego realizado por la policía en contra de los manifestantes que se encontraban en el bloqueo carretero en la localidad: maestros de la sección 22 y simpatizantes de esa y otras poblaciones.

Hay fotos, videos, balas y casquillos recopilados por los habitantes, y la explicación de que las fuerzas del orden fueron víctimas de una emboscada por individuos armados es difícilmente sostenible por sus propias contradicciones internas y muy poco verosímil para una sociedad que en varias ocasiones ha descubierto tergiversaciones y montajes en las versiones oficiales. En el caso presente ha faltado consistencia entre los posicionamientos de la Comisión Nacional de Seguridad; el comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo Cevallos; el gobernador Gabino Cué, y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y las vagas referencias a un supuesto grupo externo a la CNTE o radicalizado que habría atacado a balazos a las fuerzas del orden no contribuyen, por su imprecisión, a dar solidez a los dichos del gobierno.

Aunque es de obvia resolución legal, la respuesta del presidente Enrique Peña Nieto en el sentido de que la Procuraduría General de la República colaborará con la Fiscalía General del Estado de Oaxaca en la investigación orientada a deslindar responsabilidades parece insuficiente, dada la erosión en la credibilidad de las pesquisas oficiales en ámbitos en los que cabe presumir violaciones severas a los derechos humanos, como en la cruenta refriega de Nochixtlán.

Se reconozca o no, los sucesos ocurridos en la población mixteca se traducen en una crisis política, tanto en el gobierno oaxaqueño, en el que Adelfo Regino Montes renunció ayer al cargo de secretario de Asuntos Indígenas –estratégico en la entidad–, como en el federal, en donde el titular de Educación Pública, Aurelio Nuño, quedó prácticamente deshabilitado a raíz de lo ocurrido en Nochixtlán.

Sería saludable que el poder público no cayera por segunda vez en el error que cometió tras la agresión policial perpetrada en Iguala contra estudiantes normalistas: minimizar el hecho y restarle trascendencia. La crisis actual debe ser asumida y capitalizada para ventilar abiertamente los contenidos de la reforma educativa, pero también las graves insuficiencias institucionales en materias como la procuración de justicia y la propensión de las fuerzas del orden a cometer violaciones graves y masivas contra los derechos humanos.

Se presenta, en suma, una oportunidad para rectificar. Ojalá se entienda que para cualquier gobierno la rectificación no es desdoro, sino dignificación.
 Nochixtlán: qué necesidad
Pedro Miguel. Opinión. La Jornada. 21 de junio de 2016.
 
Sumar una decena de muertos a la barbarie represiva en Atenco, a los feminicidos en el estado de México, al manejo de la desaparición y muerte de la niña Paulette, a su inocultable gestación como producto de marketing en el útero de Televisa, a los desfiguros y tropiezos declarativos, a la compra masiva de votos en las elecciones de 2012, a los excesos represivos del 1 de diciembre de ese año, a las mentiras desenmascaradas de la propaganda por las reformas privatizadoras, al desastre y el desaseo de la estrategia de seguridad en Michoacán, a Tlatlaya, al desdén frente a los asesinados y desaparecidos en Iguala, a los escándalos de la Casa Blanca, Grupo Higa y OHL, a la derrota en las elecciones del 5 de junio.

A pesar de ese palmarés detestable el régimen ensayó en Nochixtlán una solución al conflicto magisterial que se parece tanto a lo perpetrado el 2 de octubre de 1968 en contra de los manifestantes reunidos en Tlatelolco: descargas de armas de fuego en contra de civiles inermes: una decena de muertos; casi un centenar de heridos.

Pero esta vez la decisión no podía terminar bien para el grupo gobernante porque, a diferencia de hace 50 años, el pacto social está roto por las propias reformas peñistas, la economía no crece al 6 por ciento, las clases medias están inconformes, las viejasatribuciones metaconstitucionales de la Presidencia son un remedo corrompido de sí mismas, los altos funcionarios desconocen el país y creen que viven en Holanda, hay organización social y popular independiente, la sociedad se ha zafado como ha podido de la tutela gubernamental y el aparato mediático del régimen no ha perdido su antigua capacidad de distorsión pero sí, en buena medida (gracias a la expansión de las redes sociales), la de ocultación.
En la manera gubernamental de tergiversar los hechos no valdría la pena ni detenerse: recuérdese que la Comisión Nacional de Seguridad emitió a medio día del domingo un boletín en el que negaba el uso de armas de fuego por la Policía Federal, que descalificó como falsas las fotos en las que se muestra a los efectivos de esa corporación haciendo uso de ellas, y que después el propio jefe tuvo que reconocer que en la acción participaron policías armados, aunque fuera casi al final. Es abrumadora la evidencia –incluidas las armas y el parque– de que en Nochixtlán se envió a los uniformados a disparar contra el pueblo.
 
El culpable máximo de esa acción ya no es Nuño, ni el comisionado Enrique Galindo Cevallos, y ni siquiera el extraviado Gabino Cué, quien, con los cuerpos de los muertos aún tibios, declaraba que la masacre tuvo como propósito preservar las libertades, el estado de derecho y la integridad física en Oaxaca. Con su desorbitado afán por restaurar un presidencialismo difunto e irredimible, Enrique Peña Nieto se echó al cuello la soga de las responsabilidades. Su empecinamiento en mantener a sangre y fuego (literalmente) la tal reforma laboral disfrazada de educativa le creó otro conflicto político mayúsculo –uno más– a una presidencia que ya tiene abundancia de manchas y agujeros.

Pero qué necesidad tenía: convertir un problema gremial que habría podido resolverse con un poco de voluntad política en un nuevo agravio a la sociedad con declinaciones inevitables en el terreno de lo penal, porque Nochixtlán huele a crimen de lesa humanidad. He girado instrucciones tuiteó el titular del Ejecutivo, al ofrecer que los hechos serían investigados y esclarecidos. El problema con esa expresión es que se ha convertido en sinónimo de no hacer nada (como en Iguala, como con la Casa Blanca, como siempre) y que cualquier promesa que venga antecedida por ella es automáticamente ubicada por la opinión pública en el altero de papel reciclable.

Ojalá que Peña caiga en la cuenta de que la feroz andanada oficial contra los maestros democráticos –que va de la calumnia sistemática en artículos de opinión a ráfagas de rifles de asalto– ha fracasado porque los ha fortalecido y ha convertido a la CNTE y a la Sección 22 en el actor central de la resistencia contra la barbarie neoliberal de las reformas. A los ataúdes de los asesinados en Nochixtlán podría unirse otro: el de lareforma educativa. A fin de cuentas, en un acto de magistral ponciopilatismo, Claudio X. González y su membrete Mexicanos primero ya se escabulleron de Nochixtlán. De esa manera el peñato podría empezar a despedirse con un gesto –uno, al menos uno– de honorable rectificación. De otra manera, el fin del régimen bien podría adelantarse al de la actual administración. Y qué necesidad.

Peña, Nuño, la CNTE y las ZEE
Carlos Fazio. Opinión. La Jornada. 20 de junio de 2016.
 
Asentada en la violencia depredadora y estructural del sistema capitalista, la guerra del régimen de Enrique Peña Nieto contra el magisterio nacional está en la esencia de la ideología neoliberal. Como advirtió Pierre Bourdieu en 1998, esa teoría tutelar es una pura ficción matemática fundamentada desde el inicio en una formidable abstracción –el orden puro y perfecto del mundo económico, potenciado por el discurso clasista dominante− que, convertida en programa político de acción de la partidocracia que impulsó el Pacto por México, busca crear las condiciones de realización y funcionamiento de dicha teoría: un programa de destrucción sistemática de los colectivos y todo lo social organizado.

Bajo la coordinación de las secretarías de Go­bernación y de Desarrollo Social, y mediante el accionar represivo de los órganos coercitivos del Estado adscritos al gabinete de Seguridad Nacional, Peña y Aurelio Nuño, secretario de Educación pública, vienen imponiendo de manera autoritaria las políticas diseñadas en el exterior por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

En la coyuntura, resulta evidente que esa teoría desocializada y deshistoricizada de los operadores políticos de quienes mandan en México: el capital trasnacional −a la que responde el paquete de ajustes neoliberales aprobados por el Congreso, incluida la punitiva contrarreforma educativa, que en realidad es laboral y administrativa−, posee más que nunca los medios de realizarse, de hacerse empíricamente verificable a macanazos, balas de goma, gas pimienta y otros instrumentos pedagógicos que abrevan en la imagen del cuadro de Goya de finales del siglo XVIII, titulado La letra con sangre entra.
Para beneficiar a las corporaciones trasnacionales y sus inversiones, la política de desregulación financiera se lleva a cabo mediante una acción destructora del Estado nación –como depositario de todos los valores universales asociados a la idea de lo público− y de todas las estructuras colectivas que puedan obstaculizar la lógica del mercado puro y su maquinaria infernal, entre ellas, los sindicatos, las asociaciones, las cooperativas.

La instauración a sangre y fuego del reinado absoluto de la flexibilidad, con sus reclutamientos bajo contratos a término fijo, las ocupaciones interinas, la individualización de la relación salarial, la atomización de los trabajadores y los planes sociales de relleno, ha derivado en una competencia voraz entre individuos sometidos a una evaluación permanente en medio de la inseguridad, el sufrimiento y el estrés.

Esa institucionalización práctica de un mundo socialdarwinista basado en la lucha de todos contra todos, se da gracias a la existencia de un ejército de reserva de mano de obra domesticado por la precarización y la amenaza permanente del despido y el desempleo. En ese contexto, y en nombre de la eficacia económica, la partidocracia y los altos funcionarios gubernamentales que sacralizan los poderes del mercado, imponen por las buenas o por las malas el desmonte de las barreras administrativas y políticas que puedan molestar a los detentadores del capital en la persecución de la maximización de la ganancia individual, institucionalizada como modelo de racionalidad.
 
El Estado niñera neoliberal −un Estado del bienestar dirigido a proteger y subvencionar sólo a los ricos− viene aplicando una estrategia de rollback, de dominio y vuelta atrás, cuyo objetivo es descomponer por completo el viejo contrato social producto de la lucha popular masiva durante un siglo y medio, que había conseguido suavizar los extremos de la tiranía privada depredadora. Hoy, en México y otras partes del mundo se debe volver atrás, a los días en que los salarios eran casi de esclavos, según los denominaban los trabajadores del siglo XIX.

Los trabajadores y los pobres deben estar sujetos a la disciplina del mercado. Por eso se militariza a la sociedad. Y de allí la sorda guerra de Peña Nieto y el déspota perfumado Nuño –quien viene cumpliendo funciones de fiscal, juez, golpeador y verdugo a sueldo del gran capital− contra la CNTE y todos los maestros y maestras de México. La plutocracia que se beneficia de la existencia de las estructuras militares −de la naturalización de lo militar heredadas del régimen de Felipe Calderón− sabe que debe dedicar recursos a mantener un elevado nivel de militarización en las mentes de sus conciudadanos, porque mientras sea así podrán seguir manteniendo su situación de privilegio.

Pero el capitalismo militarizado de nuestros días responde, también, a la nueva fase de acumulación por desposesión o despojo neocolonial que se abrió a partir de la aprobación y puesta en marcha de la Ley Federal de Zonas Económicas Especiales (ZEE), publicada en el Diario Oficial de la Federación el primero de junio de 2016, cuyos escenarios principales serán el puerto de Lázaro Cárdenas, abarcando los municipios colindantes de Michoacán y Guerrero; Puerto Chiapas (antes puerto Madero), en el municipio de Tapachula; el corredor industrial interoceánico Coatzacoalcos-Salina Cruz en el Istmo de Tehuantepec, que unirá el estado de Veracruz sobre el Golfo de México con el Pacífico oaxaqueño, y el corredor petrolero que irá desde Coatzacoalcos hasta Ciudad del Carmen, Campeche, pasando por Tabasco.

En esos estados del sur-sureste mexicano, donde predomina la propiedad colectiva de la tierra y que han sido destinados a sufrir profundas reconfiguraciones territoriales, económicas y poblacionales vía el despojo neocolonial, el papel de las maestras y los maestros −como formadores de una identidad nacional e impulsores de una pedagogía comunitaria, autonómica, autogestionaria, solidaria y emancipadora− se ha convertido en un obstáculo; de allí la guerra contrainsurgente y mediática de Peña y Nuño contra la CNTE, incluida la criminalización de la protesta y la detención y persecución de sus dirigentes.

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